Under Pressure x Queen

Presión
Aplastándome
presión aplastándote a ti
ningún hombre la pide.
Bajo presión
Ese fuego que
derriba un edificio
divide a una familia en dos,
pone a l gente en las calles.

La maldita máquina de matar x Billy Bond y la pesada del Rock and Roll

Tengo que derretir esa máquina de matar,
tengo que derretir esa maldita máquina de matar.
Para que nunca más vuelva
a destruir lo que hacemos con amor, amor.

Desencuentro x Almafuerte

Estás desorientado y no sabés,
qué bondi hay que tomar, para seguir.
Y en triste desencuentro con la fé,
querés cruzar el mar, y no podés.
La araña que salvaste te picó.
Qué vas a hacer.
Y el hombre que ayudaste te hizo mal,
dale que vá.
Y todo un carnaval, gritando pisoteó,
la mano fraternal que Dios te dió.

domingo, 29 de mayo de 2011

A 42 años del "Cordobazo"




















http://www.cadenamarianomoreno.com.ar/?p=13301
EL CORDOBAZO

42 años después…*

La sensación, para los que vivieron aquella época, era que este segundo ciclo de la “Revolución Libertadora”, la “Revolución Argentina”, iba a extenderse por tres décadas. Así por lo menos lo habían anunciado sus promotores. A esa sensación asociábamos la imagen del autócrata Onganía acariciando el bastón presidencial, parado frente a un ventanal de la Rosada, mientras su torva mirada recorría una plaza de Mayo semidesierta, convencido de ser el fiel custodio de los valores del occidente. Mientras el incípido general veía pasar los otoños, su ministro de Economía, el ciudadano norteamericano Adalbert Krieger Vasena se ocupaba de hundir al país, entregándolo todo a la voracidad del capital extranjero.

42 años han pasado de ese terremoto social que conmovió al país. La CMM consideró importante recordarlo. Aspiramos a que los jóvenes de hoy puedan comprender el profundo significado que tuvo el “cordobazo”: que la Historia la hacen y la deciden los pueblos. Los acontecimientos convocaron a la generación del 60 a salvar el honor de una Patria encadenada. Esos jóvenes respondieron generosamente e inundaron las calles con su energía revolucionaria: Rosario, Corrientes, Tucumán, Mendoza, Resistencia, Salta precedieron a la rebelión cordobesa

El país estalló y Onganía pagó por los bombardeos a la Plaza de Mayo (Junio de 1955), la masacre de León Suarez y los fusilamientos de militares patriotas (Junio de 1956), la traición frondicista y el Plan Conintes, la usurpación de azules y colorados, la anulación del triunfo peronista (1962) y la caída de Frondizi, el impedimento del regreso de Perón (1964), la ilegitimadad del acto eleccionario de 1963, el golpe del 66, “la noche de los bastones largos”, la extranjerización de la economía, la persecución y las proscripciones, el cierre e intervención de las Universidades, la prohibición de las actividades políticas, el estado de sitio, la ley marcial, la intervención a los sindicatos, el secuestro de Vallese, la eliminación del sábado inglés para los obreros de varias provincias del interior…

En algún momento todo este cúmulo de tensiones tenía que estallar. Los gobiernos usurpadores después de 1955 fueron preparando con la delectación de un orfebre este estallido.

El cordobazo, es importante subrayar, modificó el mapa político argentino.

En, 1968, apenas un año antes, el viejo coronel exiliado en Madrid, estaba convencido que su retorno a la Argentina era imposible. Los argentinos tenían un gran desinterés por todo lo que fuera actividad política, Juan Carlos Onganía paseaba en carruaje con el duque de Edimburgo, ”Operación Jajá” de los hermanos Sofovich y “Matrimonios y algo más” de Moser, concitaban la atención de millones de personas que parecían “ideotizadas” por la “caja boba”. En menos de tres años hubo elecciones y el “tirano prófugo” fue nuevamente presidente. Fue devuelto el cuerpo de Evita y muchos de los que cantaban “ni votos, ni botas..” terminaron ocupando funciones de diputados, senadores o intendentes….Un detalle: Perón jamás reivindicó “el cordobazo”, aunque, sí alentó a los grupos terroristas que actuaban tácticamente, respondiendo (en un principio) a su estrategia. Como buen militar sabía, por profesión, que los grupos terroristas nunca acceden al poder y como buen estratega burgués utilizó sus servicios para negociar con la dictadura militar

Otras de las singularidades del “cordobazo” fue la participación de los obreros mejor pagos del país (a quienes unas semanas antes habíanle anulado el sábado inglés) y los más calificados laboral e intelectualmente, ya que la mayoría de ellos habían cursado el secundario y hasta el terciario capacitándose en áreas técnico- mecánicas

La Historia aún tiene pendientes de investigar el rol que cumplió Vandor en el “cordobazo” y el intento de un sector de las clases medias por socavar la hegemonía del proletariado industrial en la conducción del proceso revolucionario argentino. Los grupos terroristas (ERP-FAR-montoneros) desdeñaban la acción de huelgas y movilizaciones subestimando su poder transformador. Consideraban a la “lucha armada” como un método superior a los métodos de las grandes masas en acción[1] No es casual que todos estos grupos, tristemente célebres, hayan surgido después del “cordobazo”. Toda la bibliografía que ha aparecido hasta ahora muestra a las organizaciones militarizadas, no sólo compitiendo entre sí (a pesar de la aparente solidaridad entre ellas) sino tratando de competir en la conducción del proceso anti-dictatorial, entorpeciendo y congelando la experiencia colectiva (la alianza obrero-estudiantil) y los métodos de lucha de los trabajadores argentinos.

Fernando Abel Maurente

* Este trabajo fue realizado por Fernando Maurente para la CMM en 2005

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A 18 años del Cordobazo

GRAN LECCION HISTORICA

Se cumplirán este mes 18 años de uno de los sucesos más significativos de la historia política de la Argentina contemporánea: la rebelión del pueblo cordobés conocida-desde entonces y universalmente-como “el Cordobazo”. La ola de insurrecciones provinciales contra la dictadura militar-oligárquica presidida por el general Onganía, cuyo apogeo lo marcó precisamente el levantamiento popular del 29 de mayo de 1969 en la capital mediterránea, consitituyó el principio del fin de aquella restauración reaccionaria autodenominada “Revolución Argentina” Para recordar el acontecimiento hablamos con uno de sus protagonistas, el compañero Víctor Hugo Saiz, actual titular del comité Còrdoba del PIN y entonces secretario general del Partido Socialista de la Izquierda Nacional, quien fue sometido a consejo de guerra cuando el ejército retomó el control de la ciudad insurrecta.

Compañero Saíz, ¿qué fue realmente el Cordobazo?

“Fue una insurgencia popular de carácter absolutamente espontáneo, porque ni fue programada ni tuvo conducción organizada que dirigiera las acciones hacia una mera política determinada. La mal llamada “revolución argentina” constituía un régimen dictatorial absolutamente ciego, cerrado, intransigente, que obturaba tercamente toda forma de expresión política en cualquier nivel. Los partidos habían sido prohibidos y disueltos, los sindicatos, regimentados, cualquier forma de manifestación popular, censurada y reprimida. La política económica representaba al proceso de monopolización interna de los sectores industriales más vinculados con el imperialismo, en una suerte de convivencia más o menos pacífica con la oligarquía tradicional. Era la consumación de la contrarrevolución de 1955. Frente a esto se alzaron en primer lugar los sindicatos industriales y tras ellos los gremios vinculados a los servicios, el estudiantado y otros sectores populares. Tres fueron los jefes- o las cabezas representativas- de la protesta cordobesa. Elpidio Torres, Atilio López y Agustín Tosco. El primero del SMATA, y el segundo de UTA, ambos peronistas y el tercero de Luz y Fuerza, un hombre de izquierda liberal procomunista y muy carismático, en el buen sentido de la palabra. Pero fueron protagonistas los miles de ciudadanos que se volcaron a las calles, con extremada indignación y actuando en forma marcadamente individual. En resumen fue una ofensiva de la clase obrera y los sectores medios, en una especie de rebelión indeliberada, que no estaba orientada a conquistar el poder, pero cuya aspiración muy sentida era la recuperación de las libertades populares.”

Digamos que fue una rebelión sin programa ni conducción, a la que incluso adhirieron en un primer momento las clases medias, si bien luego se asustaron de su atrevimiento

“Yo creo que la rebelión tenía, sin embargo, un programa implícito: la vuelta de Perón. Es decir, la recuperación del programa histórico del peronismo. Pero, claro, eso no estaba reflejado en una conducción política que lo hiciera explícito. Por otra parte, la opresión era general y afectó también y profundamente al pensamiento liberal. Las clases medias, si no fueron protagonistas de la pueblada, se asociaron a ella, porque reflejaba aspiraciones generales de toda la ciudadanía, si bien luego se retrajeron a su pacatería habitual.”

¿El Cordobazo fue, en última instancia, un triunfo o una derrota popular?

“En lo inmediato la insurgencia terminó en una derrota, no se consiguió nada práctico, sus cabecillas visibles fueron encarcelados etc…etc. Pero en términos mediatos significó el fin del programa reaccionario, fascistoide de Onganía y, luego del interinato de Levinsgston, abrió paso al gobierno de Lanusse que intentó recomponer la vida institucional. Lanusse buscó la posibilidad de que el régimen, más liberalizado, se sucediese a sí mismo, en una suerte de acuerdo con Perón, que no fue aceptado por el jefe popular y que, finalmente, llevó al triunfo popular de 1973.”

¿Cuál fue el papel que jugó entonces el ejército?

“El Ejército salió a la calle al atardecer de aquel día , no en una función estrictamente represiva , sino más bien en una acción pacificadora. Alarmado ante la insurgencia popular, procuró tranquilizar, normalizar sin agredir, sin entrar a sangre y fuego. El jefe de la ocupación de la ciudad fue el general Carcagno, quien no por casualidad fue luego jefe militar y Ministro de Defensa del General Perón en su tercera presidencia. Al día siguiente cuando todavía la ciudad estaba envuelta en los humos de las numerosas hogueras, Carcagno se sentó a dialogar con los jefes políticos sobre las salidas posibles a esa crisis. El Ejército reaccionó con una visión conservadora, pero moderada, contemporizadora. Procuró reencauzar el proceso, preanunciando lo que luego fue la pretensión de Lanusse.”

¿Qué juicio puede merecer aquella acción, vista desde la perspectiva que nos dan los sucesos de los últimos 18 años?

“Que el Cordobazo, fue y es una gran lección histórica. Demostró que las fuerzas del trabajo, acompañadas por demás sectores oprimidos, tiene la fuerza suficiente como para enfrentar a cualquier régimen dictatorial , dependiente, semicolonial y proimperialista, a condición de tener lo que entonces no se tuvo, un programa , una ideología y una conducción claramente reconocida, enérgica, que sepa imprimir un destino y una meta política a la lucha. El gran mérito del Cordobazo es que hizo retroceder al régimen dictatorial y su gran déficit es que no supo expresar ni imponer su programa implícito. En esa incapacidad radica la derrota del pueblo en la última década.

Izquierda Nacional

Tercera Epoca

Nro.15 / Mayo, 1987

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Cordobazo, “partidos obreros” y vanguardia proletaria.

“Es evidente que en estas acciones intervinieron todas las tendencias revolucionarias, antiimperialistas y populares del espectro político del país. Pero sólo lo hicieron a través de sus militante, que se sumaban como individuos a esta gran movilización. Algunas de las acciones realizadas durante “el cordobazo” han sido indudablemente dirigidas por militantes de una u otra tendencia, pero la sublevación en sí misma, la intervención del conjunto de la población, fue espontánea, con dirigentes, pero sin dirección. Ningún equipo o tendencia previó la dimensión que iba a adquirir una movilización que comenzaba con un “paro activo” para concentrarse en un acto popular. La acción desenvuelta por la población, pero centralmente por la vanguardia proletaria de Kaiser, Fiat, etc. Que llevó el peso fundamental de los enfrentamientos, estaba indicando que existían las condiciones para tirar abajo el gobierno reaccionario de Onganía y dar la lucha por imponer un gobierno popular que aplicase los programas ya resueltos por el movimiento obrero. Pero las direcciones fundamentales del movimiento obrero, reunidas en la CGT de Azopardo, no tenían interés en ésto, preferían seguir negociando con el gobierno que la población quería tirar abajo. (…)

Frente a la intervención de la vanguardia proletaria los “partidos obreros” empalidecen y tienen una importancia secundaria . Como analizamos para los acontecimientos del “cordobazo” se puede decir que en las grandes luchas de masas de Argentina los “partidos obreros” estuvieron ausentes o solo participaron en ellos a través de militantes aislados, nunca como equipos dirigentes. Es que no entendían a fondo el proceso que se desarrollaba ante ellos o su concepción reformista chocaba con un movimiento que, lejos de buscar el “burgués progresista” para centralizarse tras él, buscaba formas de organización independiente y gestaba programas que unían las tareas de la democracia burguesa con tareas que solo se podían desenvolver en la lucha por la revolución socialista»

Federico Cerro
Historia del Movimiento Obrero, nro.92
De Perón al Cordobazo
pág.223 y 224

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EL 17 DE OCTUBRE Y EL 29 DE MAYO

El “Cordobazo”, punto culminante y liminar en la cadena de insurrecciones provinciales contra la dictadura militar oligárquica (esa “segunda revolución libertadora” de 1966, como la calificó agudamente la izquierda nacional y popular), marca un viraje decisivo en la política del país. En ese sentido, se equiparan a las jornadas de octubre de 1945, son su continuidad, pero también su superación dialéctica. ¿En qué sentido su continuidad?, en el sentido de que la irrupción del movimiento de masas de 1945 como en mayo de 1969, modifica la relación de fuerzas entre las clases, debilita al campo oligárquico y fortalece el campo nacional y popular, crea una nueva situación histórica que modelará el curso de la vida nacional durante todo un período.(…)

Trazamos, pues, una identidad, una línea de continuidad entre el 17 de octubre y el 29 de mayo. Las masas en la calle pararon en 1945 el avance del poder oligárquico y abrieron una década de nacionalismo democrático-burgués con base obrera, que no pudo impedir sin embargo, por las limitaciones del movimiento, la restauración gorila de 1955.

Las insurreciones provinciales abiertas en mayo del 69, fueron el principio del fin de aquella restauración, actualizada y reforzada en junio de 1966.

No puede asumirse la gesta de mayo del 69 dando la espalda a las banderas revolucionarias del 17 de octubre de 1945.(…) esta escisión entre “mayo” y “octubre” también se hizo presente en las mismas jornadas revolucionarias del 69 cuando, curiosamente, la ultraizquierda, esa misma ultraizquierda que alcanzara triste celebridad como mariscala de derrotas en el proceso de Sitrac-Sitram (…) boicoteó la huelga general de mayo con el pretexto de que se trataba de una “maniobra de los burócratas sindicales” invitando a no secundarla. (…)Hemos dicho que hay un línea de continuidad entre octubre de 1945 y mayo de 1969 (…) Caben dos géneros de observaciones al respecto.

El primero de ellos se refiere a la ampliación del campo nacional y popular y, correlativamente, al dramático aislamiento del bloque oligárquico-imperialista en el poder. En 1939, en 1945, en 1955, la oligarquía había logrado arrastrar como aliado menor y como fuerza masiva de choque, a un vasto sector de la pequeña burguesía, ligado al espejismo de aquella vieja colonia agropecuaria donde había un lugar relativamente cómodo para sectores populares del litoral exportador, directa o indirectamene ligados a la circulación de la renta rural, gracias a los altos precios relativos de la producción agropecuaria. La crisis del viejo sistema socavó, sin embargo, las bases de esa alianza histórica que fue una de las debilidades orgánicas de nuestros movimientos nacionales, bajo Yrigoyen y bajo Perón. El golpe del 66 aceleró esa ruptura, y las grandes ofensivas populares que arrancan de mayo de 1969 pusieron en una misma trinchera a obreros, estudiantes, profesionales, pequeños empresarios, empleados, vecindarios en general asestando un golpe de muerte al sistema de alianzas de la oligarquía. Este cambio cualitativo es, en cierta medida, irreversible.

La segunda observación atañe al diverso alcance de la movilización popular en 1945 y 1969. En las jornadas del 17 de octubre la clase trabajadora irrumpe decisivamente en el campo político nacional. No arranca de ahí el movimiento obrero, pero lo anterior es más bien una prehistoria. Las grandes y heroicas luchas que preceden al 45 son protagonizadas por una clase obrera económicamente marginal, en un país con industrias rudimentarias, mal trabada por su origen inmigratorio reciente al contexto de nuestras luchas nacionales y, por lo tanto, no decisiva en cuanto a su peso político. La ofensiva de octubre de 1945, fusiona a los sectores “inmigrante” y nativo de la clase trabajadora, ahora acrecentada por el crecimiento industrial en las ramas básicas, y la coloca en el centro de la política argentina. Será en adelante la espina dorsal del movimiento nacional: pero no todavía su cabeza. Su irrupción decidirá entre los enemigos ya en presencia, enemigos gestados dentro del viejo Estado oligárquico y lo hará imponiendo el triunfo de su sector más débil y progresista, el ala nacionalista de la generación militar liderada por Perón. Nos encontramos con una lucha que, con las reservas del caso y rechazando conclusiones esquemáticas, puede caracterizarse como lucha dentro del sistema.

Las batallas de mayo del 69 corresponde a otra etap

a, mucho más profunda de la crisis oligárquica, en la que el régimen restaurado en 1955 ha ensayado uno tras otro, todos los caminos posibles, y en todos ha fracasado. A esta profundización de la crisis corresponde un nivel superior de movilización obrera y popular , que puede caracterizarse como de enfrentamiento global (aunque no definitivo) contra el sistema.(…). De ahí que las jornadas del 69 hayan planteado el gran problema irresuelto de la presente etapa, a saber, la construcción de una herramienta política capaz de dar cumplimiento a las nuevas tareas, que no son otras que la destrucción y expropiación de la oligarquía terrateniente y el gran capital imperialista, la reconstrucción democrática de la economía y la creación de un nuevo tipo de Estado basado en la acción protagónica del pueblo trabajador y explotado(…) El carácter espontáneo de la ofensiva popular-revolucionaria había sido capaz de una inmensa victoria táctica, pero no elevarse a un triunfo estratégico a escala nacional, es decir de derrocar lisa y llanamente a la dictadura militar oligárquica que, para ello, era necesario un instrumento capaz de coordinar y centralizar las luchas a escala general, es decir, un partido revolucionario de la clase trabajadora.”

Jorge Enea Spilimbergo
“El Cordobazo”
Editorial Octubre
Buenos Aires, 1974

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LOS HECHOS

“En el momento que el gobierno pretendía tímidamente inaugurar el “tiempo social”, con el establecimiento de las normas que delimitaban el participacionismo, se rebelaron los sindicatos cordobeses (Mayo 14) a causa de la derogación de los regímenes especiales que existía para el descanso del “sábado inglés” en Mendoza, San Juan, Santiago del Estero, Tucumán y Córdoba. Además, Onganía dispuso por decreto el aumento de los precios de la nafta, gas, leche, y de las tarifas de transporte (Mayo 9)

El Interior del país se sublevó y el alzamiento tomó características que no se habían observado desde la época de la Organización Nacional. Se inició en la ciudad de Córdoba con fricciones producidas entre policías y obreros de SMATA, tras las cuales veinte personas fueron detenidas y una herida (mayo 14). Al día siguiente se enfrentaron en Corrientes las fuerzas del orden y los estudiantes que realizaban una manifestación de protesta contra la privatización del comedor universitario y el consiguiente aumento de los precios de la consumición, durante el hecho murió baleado un estudiante de medicina de cuarto año, Juan José Cabral, de 22 años. Después se realizó la huelga, por 48 horas de los metalúrgicos cordobeses (mayo, 15) y el sepelio del estudiante Cabral que originó manifestaciones de solidaridad en casi todas las ciudades del territorio argentino (mayo 16).

En los actos de protesta por la muerte de Cabral que se efectuaron en Rosario fue gravemente herido por la policía el estudiante de Ciencias Económicas, Alberto Ramón Bello de 22 años (Mayo 17) quien falleció en el hospital veinticuatro horas más tar
de.

En el día del sepelio de Bello se llevó a cabo una misa en la Iglesia del Pilar de la ciudad de Córdoba (Mayo, 19). Al terminar el oficio religioso se organizó una Marcha del Silencio, encabezada por gremialistas y sacerdotes, que fue dispersada por una lluvia de gases lacrimógenos.

Se producen enfrentamientos y desórdenes en las principales capitales del país. En la Capital Federal el resultado fue de 20 heridos y 160 arrestados (Mayo, 20)

El día 21, en Rosario se decidió realizar un paro estudiantil de carácter nacional, luego de una Marcha de Protesta, los estudiantes con apoyo de los vecinos desalojaron a la policía de la zona céntrica tras una lucha que duró 8 horas. En la misma fue muerto el obrero metalúrgico Norberto Blanco, de 15 años. El general Roberto Fonseca ordenó a sus tropas limpiar el centro de la ciudad de intrusos. En Salta los estudiantes invadieron el aristocrático “club 20 de Febrero” y destruyeron sus instalaciones.

Onganía por decreto, estableció la ocupación militar de Rosario (Mayo 22) y el Estado de Emergencia. El Ejército dominaba la ciudad y ejercía justicia propia a través de los tribunales militares.

En Buenos Aires, los estudiantes de la Universidad del Salvador luego de una misa, se sentaron en la calle y fueron desalojados por la policía.
En Rosario, la población respondió a la ocupación militar con un paro general que se cumplió en forma total (Mayo, 23)
En Tucumán la violenta represión policial se ensañó con los estudiantes secundarios.
En Córdoba, Raimundo Ongaro fue detenido y enviado a la Capital Federal.
La celebración del 25 de Mayo fue suspendida en casi todas las ciudades del Interior del país, y los actores Juan Carlos Gené, Raúl Ramos y Carlos Carella fueron aprehendidos por haber pedido un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la represión (Mayo,26)
En Tucumán, los estudiantes consiguieron controlar el centro de la ciudad (Mayo, 27)
En Rosario, centenares de detenidos son juzgados por los tribunales militares (Mayo,28)
En Buenos Aires una bomba estalló en el Departamento Central de Policía (Mayo,29)
Rosario, a pesar de la Ley Marcial, desfilaron 4000 estudiantes por sus calles.

Córdoba, Mayo 29

11 hs. Salen los obreros de la IKA-Renault en marcha hacia el centro de Córdoba.

Desde el medio día con los estudiantes controlaban un perímetro de 150 manzanas y la revolución popular se adueñó del Barrio Clínicas. La policía se replegó constantemente.

5 de la tarde intervino el Ejército en coordinación con la Aeronáutica. Se estableció el toque de queda y comenzaron a actuar los francotiradores.

Mayo,30. Pese a intervenir las Fuerzas Armadas recién al caer la tarde y luego de 24 horas de operaciones, el ejército consiguió ocupar el Barrio Clínicas a costa de 14 muertos y más de un centenar de heridos por armas de fuego.”

Diez años de Polémica.
1962-1972: los hechos, los hombres
Edición Nro.15
Recopilación Oscar Troncoso
Centro Editor de América Latina
página 125

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EL SALDO A LA VISTA

12 muertos (todos civiles, salvo un cadete de la escuela de Suboficiales de Aeronática)

93 heridos, entre los que figuraban 52 civiles (42 de bala), 38 policías (14 de bala) y 3 soldados de bala y muchos centenares de lesionados, constituyen el primer balance oficial de víctimas del “Cordobazo”. Según se cree la cantidad de muertos fue mayor, pero las dificultades en la identificación y el deseo de no crear alarma no permitieron que la cifra fuese conocida. De las centenas de detenidos, más de cien fueron sometidos a la acción de los Consejos de guerra, aunque sólo una cantidad relativamente reducida recibió condenas considerables.

La cantidad de 5.000 millones de pesos que las autoridades consideran el monto de las destrucciones totales provocadas por los manifestantes, resulta sumamente abultada a la luz de las investigaciones posteriores.

De acuerdo a los estudios realizados por Francisco J.Delich, el total general de ese monto ascendió a $351.811.900 m/n , que pueden dividirse en los siguientes rubros

1) 31 casas comerciales que solicitaron créditos del Banco de Córdoba (que según declaraciones oficiales que tuvieron amplia publicidad iba a resarcir de las pérdidas habidas): $ 141.311.900 (delos cuales los pedidos mayores corresponden a Tecnicor , con más de $47.000.000 y a la Confitería “Oriental” con $15.000.000, 2) Banco del Interior sucursal San Martín, $5.000.000 3) Xerox: $25.000.000, 6) Ministerio de Obras Públicas (reconstrucción de expedientes y archivos) $4.500.000, 7) Gas del Estado $ 3.000.000, Casa Sur : $ 8.000.000, 9) Automóviles quemados (aproximados) $ 100.000.000, 10) Instalación de la vía pública (estimación aproximada) $ 25.000.000, 11) Quioscos en la vía pública, letreros publicitarios, : $8.500.000. De los créditos solicitados por las casas comerciales fueron concedidos por el Banco de Córdoba algo más de $50 millones en total. Haciendo un cálculo muy generoso, podría sumarse a la primera cifra un suplemento de destrucciones no especificadas hasta alcanzar, por todo concepto, los $500 millones que son sólo la décima parte de cantidad esgrimida por círculos oficiales.(…) El sector obrero dejó de percibir, en los paros del 29 y 30 de mayo, la suma de $ 263.000.000.

Las más diversas instituciones públicas y privadas se consideraron obligadas a emitir su opinión acerca de los hechos. Naturalmente, los órganos de prensa hicieron sentir también su voz. La preocupación de las fuerzas empresarias cordobesas, aterradas ante la perspectiva de perder o limitar sus fuentes de ganancia, fue la de tender un manto de olvido sobre los hechos y propiciar el diálogo y la vuelta al trabajo (…) En cambio, las centrales empresarias de Buenos Aires, más alejadas de los hechos, los condenaron severamente y pusieron el acento en los atentados contra la “propiedad privada” que se habían producido. La CTR Regional Córdoba (…) emitió sucesivos documentos en los que se puntualizaba respecto a quiénes habían sido los verdaderos sacrificados de las jornadas insurreccionales y de los paros. “Los trabajadores hemos perdido cifras millonarias en salarios no cobrados en los últimos meses. En esas luchas no sólo hemos perdido jornales, lo que es mucho más importante, hemos perdido a nuestros compañeros, algunos condenados en cárceles del Sur y otros asesinados en las calles de esta Córdoba rebelde.”

“El Cordobazo
Daniel Villar, pág.96 y 97
Centro Editor de América Latina

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EL SALDO A LA VISTA

12 muertos (todos civiles, salvo un cadete de la escuela de Suboficiales de Aeronática)

93 heridos, entre los que figuraban 52 civiles (42 de bala), 38 policías (14 de bala) y 3 soldados de bala y muchos centenares de lesionados, constituyen el primer balance oficial de víctimas del “Cordobazo”. Según se cree la cantidad de muertos fue mayor, pero las dificultades en la identificación y el deseo de no crear alarma no permitieron que la cifra fuese conocida. De las centenas de detenidos, más de cien fueron sometidos a la acción de los Consejos de guerra, aunque sólo una cantidad relativamente reducida recibió condenas considerables.

La cantidad de 5.000 millones de pesos que las autoridades consideran el monto de las destrucciones totales provocadas por los manifestantes, resulta sumamente abultada a la luz de las investigaciones posteriores.

De acuerdo a los estudios realizados por Francisco J.Delich, el total general de ese monto ascendió a $351.811.900 m/n , que pueden dividirse en los siguientes rubros

1) 31 casas comerciales que solicitaron créditos del Banco de Córdoba (que según declaraciones oficiales que tuvieron amplia publicidad iba a resarcir de las pérdidas habidas): $ 141.311.900 (delos cuales los pedidos mayores corresponden a Tecnicor , con más de $47.000.000 y a la Confitería “Oriental” con $15.000.000, 2) Banco del Interior sucursal San Martín, $5.000.000 3) Xerox: $25.000.000, 6) Ministerio de Obras Públicas (reconstrucción de expedientes y archivos) $4.500.000, 7) Gas del Estado $ 3.000.000, Casa Sur : $ 8.000.000, 9) Automóviles quemados (aproximados) $ 100.000.000, 10) Instalación de la vía pública (estimación aproximada) $ 25.000.000, 11) Quioscos en la vía pública, letreros publicitarios, : $8.500.000. De los créditos solicitados por las casas comerciales fueron concedidos por el Banco de Córdoba algo más de $50 millones en total. Haciendo un cálculo muy generoso, podría sumarse a la primera cifra un suplemento de destrucciones no especificadas hasta alcanzar, por todo concepto, los $500 millones que son sólo la décima parte de cantidad esgrimida por círculos oficiales.(…) El sector obrero dejó de percibir, en los paros del 29 y 30 de mayo, la suma de $ 263.000.000.

Las más diversas instituciones públicas y privadas se consideraron obligadas a emitir su opinión acerca de los hechos. Naturalmente, los órganos de prensa hicieron sentir también su voz. La preocupación de las fuerzas empresarias cordobesas, aterradas ante la perspectiva de perder o limitar sus fuentes de ganancia, fue la de tender un manto de olvido sobre los hechos y propiciar el diálogo y la vuelta al trabajo (…) En cambio, las centrales empresarias de Buenos Aires, más alejadas de los hechos, los condenaron severamente y pusieron el acento en los atentados contra la “propiedad privada” que se habían producido. La CTR Regional Córdoba (…) emitió sucesivos documentos en los que se puntualizaba respecto a quiénes habían sido los verdaderos sacrificados de las jornadas insurreccionales y de los paros. “Los trabajadores hemos perdido cifras millonarias en salarios no cobrados en los últimos meses. En esas luchas no sólo hemos perdido jornales, lo que es mucho más importante, hemos perdido a nuestros compañeros, algunos condenados en cárceles del Sur y otros asesinados en las calles de esta Córdoba rebelde.”

“El Cordobazo
Daniel Villar, pág.96 y 97
Centro Editor de América Latina


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LAS ACCIONES
Composición social de la masa movilizada

1969, Mayo, 29.
La falta de evaluaciones precisas que informen acerca de la composición y aún de la existencia de algunas columnas que avanzan hacia el centro, torna difícil determinar con exactitud las proporciones de cada sector participante. Con todo podemos afirmar.:
a) El proletariado industrial altamente concentrado participa en forma predominante. La columna de 3.000-4.000 obreros en forma predominante de IKA, a la que se suman 1.000 metalúrgicos y otros, avanza hacia el centro encuadrada por sus direcciones sindicales. Sumemos a ellos obreros de diferentes fábricas (Perdriel, Ilasa, Perkins, IME, etc) que no fueron encolumnados pero sí organizados, y los de FIAT, que en cierta medida participaron sin la anuencia de las direcciones

b) El proletariado se servicios básicos participó en menor medida representado por Luz y Fuerza (1000), pero no con menor combatividad. Participaron probablemente algunos ferroviarios y municipales

c) los empleados (públicos, bancarios, judiciales, municipales, comercio, etc) tuvieron cierto papel ,aunque sólo secundario, sólo participaron aquellos que por su cuenta decidieron permanecer en el centro

d) los estudiantes, cuyo número no puede ser evaluado, deben haber ocupado el segundo lugar y después del proletariado industrial, si tenemos en cuenta el nivel alcanzado por la movilización previa que se originaba en las muertes de los estudiantes de Corrientes y Rosario. El día 28 se reúnen en diversas asambleas 5.400 alumnos universitarios. Tuvieron cierta actividad los secundarios, aunque notablemente inferior a la alcanzada en Rosario, días antes

e) la pequeña burguesía (pequeños industriales, comerciantes, cuenta propia, profesionales, etc.) adquiere importancia al desplazarse la lucha a los barrios dando apoyo logístico

f) los jornaleros y desocupados tuvieron poca actuación, excepto en ciertos lugares y a ciertas horas

h) la burguesía. Participan sectores de la burguesía (radicales, comandos civiles) bajo la forma de francotiradores en sus propios barrios, donde no hubo otro tipo de acciones.”

“Lucha de calles, lucha de clases”
Beba Balve y otros
Ediciones La Rosa Blindada
Pág.182.

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El Cordobazo, desde el otro lado

“Yo intuí, ese difícil 29 de Mayo, que algo estaba pasando en el país, algo nuevo cuya singularidad trataba de precisar dentro del marco de mis preocupaciones mayores. No podía saber en qué terminaría aquello, cómo reaccionaría ante los acontecimientos, cuáles eran sus causas mediatas y profundas. Pero, empezaba a convencerme que otros elementos, inusuales, estaban entrando a la realidad política y a la forma en que nosotros vivíamos esa realidad (…) Durante tres años el país estuvo gobernado con cierta facilidad. Siempre presenta dificultades el ejercicio del poder, pero en última instancia el mecanismo imaginado en 1966 funcionaba aparentemente en forma aceptable y no encontraba verdaderas resistencias.

Las FFAA habían nombrado a un general retirado para que se desempeñara como Presidente de la Nación durante un lapso impreciso. La mayoría de los argentinos consintió en la práctica la interrupción del sistema constitucional (…) la mayoría de la gente consideraba a Onganía un producto natural de la situación y nadie se sorprendía demasiado. Pero el 29 de mayo de 1969 comenzó a ser puesto a prueba todo el sistema vigente.(…) El 29 de mayo de 1969 es el instante crítico que marca el fracaso de la “Revolución Argentina”. Su prehistoria puede ubicarse en Abril de 1968 o poco antes, pero fue el 29 de Mayo de 1969 cuando Córdoba marcó el punto de saturación de un estado de cosas.(…)El 29 de Mayo quedó en claro que el tantas veces consenso pasivo, si alguna vez existió, había desaparecido….”

“…El gobierno en su conjunto estaba conmovido por los acontecimientos. En el Ejército se percibía el impacto y faltaban, inclusive, aquellos que poco después del 29 apreciaban que la situación había llegado a un punto irrecuperable…”

“El gobernador Caballero no parecía comprender, en toda su magnitud la naturaleza especial del frente de tormenta que se cernía. Las autoridades provinciales habían concurrido protocolarmente a la memoración del Día del Ejército, en el Comando del Cuerpo III, mientras las calles iban siendo controladas por los manifestantes. Todos los observadores (aún el gobernador Caballero) reconocerían después que esos manifestantes, al menos en las primeras horas, contaron con casi la totalidad de la población. Los piquetes subversivos mostraron una gran eficacia, pero también se apreciaba grupos totalmente ajenos a la subversión y, en especial, de los aparatos del radicalismo y de la estructura sindical…”

“Poco después de las doce escuché el teléfono en mi residencia en Campo de Mayo. Era el primer llamado que me hacía el comandante del III Cuerpo de Ejército, general Eliodoro Sánchez Lahoz quien me informaba que la situación era gravísima. Casi simultáneamente, desde el Comando en Jefe del Ejército, comenzaron a notificarme que los hechos parecían fuera de control.(…)

Mientras el Comandante del Cuerpo me informaba sobre los hechos, el gobernador se comunicaba -presentándome el mismo cuadro- con el Ministro del Interior. Enseguida se produjo un nuevo llamado de Sánchez LahozÑ

- El gobernador me dice que ésto empeora rápidamente.

- Que Caballero empeña a fondo a la Policía – le contesté

- La policía ya fue desborda. Hay incendios en varios lugares y los bomberos también están anulados- comentó Sánchez Lahoz.

“Mi Testimonio”.
Alejandro A.Lanusse.
Laserre Editores, 1977

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