Under Pressure x Queen

Presión
Aplastándome
presión aplastándote a ti
ningún hombre la pide.
Bajo presión
Ese fuego que
derriba un edificio
divide a una familia en dos,
pone a l gente en las calles.

La maldita máquina de matar x Billy Bond y la pesada del Rock and Roll

Tengo que derretir esa máquina de matar,
tengo que derretir esa maldita máquina de matar.
Para que nunca más vuelva
a destruir lo que hacemos con amor, amor.

Desencuentro x Almafuerte

Estás desorientado y no sabés,
qué bondi hay que tomar, para seguir.
Y en triste desencuentro con la fé,
querés cruzar el mar, y no podés.
La araña que salvaste te picó.
Qué vas a hacer.
Y el hombre que ayudaste te hizo mal,
dale que vá.
Y todo un carnaval, gritando pisoteó,
la mano fraternal que Dios te dió.

viernes, 29 de junio de 2012


Para Correa, los golpes de Estado son contra gobiernos progresistas

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se refirió a las “nuevas clases de golpes de Estado” y advirtió que “se los quiere envolver en legalidad, pero lo que se hizo en Paraguay es absolutamente ilegal”. El mandatario sufrió en 2010 una asonada policial de características destituyentes.

1 2 3 4 5
Info News
Info News
Info News
Por: 
INFOnews
“Esto no puede ser tolerado”, afirmó Correa en una entrevista con la TV Pública. En ese sentido, subrayó: “Vamos a dar una respuesta consecuente para que esta clase de acciones quede desterrada de una vez por todas de Latinoamérica”.
“¿Ustedes creen que es casualidad que en los últimos cinco años todos los intentos de desestabilización hayan sido con gobiernos progresistas?, se preguntó Correa.
“América Latina está cambiando, nos va muy bien, estamos enfrentando cosas y la prensa burguesa cree que hay que cambiar. Argentina es el país que más crece en América Latina pero todos los días tenemos que ver que nos dicen populistas y nos dan recetas”, agregó el mandatario al referirse a la prensa.
“Creo que entre los movimientos progresistas de América Latina, nos unen muchísimas cosas y se basan esos movimientos en grandes valores de búsqueda de justicia social”, completó.
Nueva generación de golpes de estado en América Latina

(AW)Adolfo Pérez Esquivel alerta sobre vientos golpistas que comenzaron en Paraguay y apuntan a toda región. Sostiene que los intentos de golpe de Estado contra gobiernos democráticos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba fracasaron gracias a la acción de los pueblos y la comunidad internacional.


perez-esquivel
El presidente del Servicio Paz y Justicia de América Latina y, Adolfo Pérez Esquivel, ha alertado sobre vientos golpistas en América Latina, y ha declarado que Paraguay es la punta de lanza golpista en la región.

El Premio Nobel de la Paz señaló que el golpe de Estado ocurrido en Paraguay es parte de una escalada para imponer gobiernos autoritarios y dictaduras, e impedir la unidad continental que se está produciendo entre gobiernos democráticos, cosa que afecta los intereses de las grandes corporaciones económicas.

Esquivel subrayó que EE.UU. ve en América Latina un bocado preferido, considerándola su "patio trasero" y reiteró las intervenciones e invasiones del gobierno estadounidense en la región como la imposición de dictaduras militares y graves violaciones de los derechos humanos y de los pueblos buscando imponer su proyecto de dominación económica, política y cultural con gobiernos títeres.

En este sentido, Esquivel declaró que el derrocamiento del gobierno de Fernando Lugo estaba en los planes y objetivos político-estratégicos norteamericano, ya que la administración de Lugo obstaculizaba los intereses y monopolios económicos.

Según Esquivel, el golpe de Estado pudo realizarse en Paraguay debido a la debilidad del gobierno que contaba con un Parlamento que impidió avances y reformas sociales en el país centroamericano.

Asimismo, sostuvo que los intentos de golpe de Estado contra gobiernos democráticos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba fracasaron por la acción de los pueblos y la presencia de la UNASUR y la comunidad internacional.

Fuente: Hispantv-Albatv/MCZ
A 10 años su ejemplo se multiplica

(AW) Publicamos una producción fotográfica de las jornadas del pasado 25 y 26 de junio a 10 años de los fusilamientos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, realizada por los compañeros de Imagen Insurrecta.-

01

lunes, 25 de junio de 2012


El chantaje de los mercados

En “Commonwealth”, tercer libro de la serie iniciada con “Imperio”, Hardt y Negri analizan cómo redefine las nociones de soberanía y democracia el poder del capital financiero global. Negri lo anticipa aquí.

POR PABLO E. CHACON

Toni Negri, junto con su colega estadounidense Michael Hardt, acaban de publicar el último tomo de la trilogía que empezó con Imperio y siguió conMultitud. Se trata de Commonwealth. El proyecto de una revolución del común(Akal-Grupal, aparecido recientemente en España). En esta entrevista exclusiva con Ñ, el pensador italiano se extiende, desde la ciudad de Padua, sobre las condiciones de la producción cognitiva, la emancipación en un mundo cooptado por el capital y sobre las figuras dominantes del hombre en el universo contemporáneo.

-En la Argentina, durante su última visita, usted habló de emancipación. ¿Qué quiere decir esa palabra en el contexto global?
-En principio, hubo una primera definición de emancipación vinculada con una concepción individualista y universalista. Los orígenes de la definición son de raíz iluminista pero muchas veces, el desarrollo de ese iluminismo se encontraba con una escatología propia de su universalidad.

-¿Cómo se entiende eso?
-Es que la emancipación también implica una clave religiosa, de salvación. El lazo entre emancipación y liberación es estrecho. Entonces, a pesar de encontrarla en las filosofías actuales como nostalgia, el concepto está relacionado con una relación social, en gran parte, agotada. Prefiero no usar el término “superada”, porque no se sabe nunca cuando algo se supera hacia dónde se va, Digo agotada. La emancipación es una idea vinculada al predominio de formas de producción individuales en un horizonte de organización capitalista que todavía no estaban involucrados todos los sectores sociales. Entonces, la primera idea de emancipación es individualista y universal, y abstractamente, se vincula al desarrollo de la producción histórica y se presenta como una utopía, con puntos escatológicos.

-Ahora es diferente. 
-Sí. El desarrollo del capitalismo involucra a la sociedad de forma total, a todos los niveles. La cooptación de la sociedad por el capital no es formal sino real. Es decir: todos los valores que la sociedad produce son traducidos en valores de intercambio. Se introducen bajo la categoría de la moneda. Operan al interior de pasajes financieros. Y esos pasajes provocan una serie de transformaciones que incluyen la composición técnica y política del conjunto de los sujetos. Se trata de una modificación raigal que concierne al trabajo y a la producción. Y a las formas de vida, a los modos en que los sujetos conducen sus vidas. La configuración del trabajo cambió porque el trabajo cognitivo se convirtió en hegemónico dentro del sistema productivo. La configuración política cambia porque más que encontrarnos frente a masas, nos encontramos ante una multitud de singularidades cohesionadas en la tensión productiva y reproductiva de la vida social.

-Pero ¿es una época de transición?
-Sí, pero el resurgir de la cooperación, que es técnicamente actual, también podría ser políticamente actual. Se vive una situación de transición en la que este devenir común del problema de la realidad productiva no se articula todavía con un devenir común de la realidad política, de la vida en la polis. En un universo laboral que no se vincula localmente sino que se expande a toda la sociedad, corresponde una cierta espacialización en la producción, la financiarización en la que se computa o se mide el trabajo cognitivo. No existe otra medida del trabajo cognitivo que no sea a través de los instrumentos financieros. Las viejas categorías para medir el trabajo (estructuras espaciales como la fábrica, o temporales, como la jornada laboral) se modifican. Convencionalmente, se habla de “finanza de tiempo”.

-¿Es sobre este cambio que usted habla en su último libro?
-Entre otras cosas. Sí puede decirse que reconociendo las determinaciones que operan en el nuevo mundo del trabajo, es posible desplegar una primera hipótesis respecto a la emancipación. Porque como tal, también ella está cooptada por el capital. El problema de la emancipación no aparece como un problema “ideal” sino como un problema práctico del pasaje del común actual al común de la forma tecnológica, al común virtual de las formas políticas.

-¿Podría extenderse sobre este punto? 
-En la actualidad, las fuerzas productivas están más avanzadas que las relaciones de producción. Eso se constata todos los días. Es un problema de educación y de costos. La crisis se presenta como una incapacidad de las relaciones de producción (estatales, financieras, globales) para contener la nueva productividad común. El mundo de las necesidades, del deseo de los trabajadores, es la dimensión cognitiva. Y las finanzas, sus formas, su viejo bloque, insisten con la capacidad de convertir la ganancia en renta. Y es sobre ese retraso de las capacidades capitalistas para organizar la riqueza producida donde se produce la crisis.

-Sigue sin quedar claro… 
-Mire, si se asume la existencia de un desequilibrio entre producción y formas políticas (el retraso de las formas políticas y su subsunción a las formas económicas) puede pensarse un sentido biopolítico para lo que decía, tomando, por ejemplo, los aportes que Michel Foucault brindó a las ciencias políticas. El concepto de biopoder como nueva representación de la soberanía se coloca al lado del contexto biopolítico, que debemos considerar activo. La vida política de cara al biopoder es la potencia susceptible de ser desplegada frente a ese desequilibrio.
-En otras palabras...
-En otras palabras muestra en conjunto la potencia del tejido social y la asimetría que presenta frente al biopoder capitalista. Cuando se habla de emancipación, es válido tener presente esta asimetría. La emancipación se propuso como un problema que debía tener una solución jurídica, constitucional, pero en la etapa que atravesamos, conviene aclarar que “el uno está dividido en dos”, según el viejo eslogan maoísta. No lo digo en términos de reminiscencia, sino que el uno se dividió en dos porque el concepto de poder y el concepto del capital han sido siempre dos. El capital no existiría como orden, como comando, si la fuerza de trabajo no fuera activa, si el trabajo no se presentara como trabajo viviente. Cuando digo que “uno se divide en dos”, no estoy diciendo que la ruptura de esa relación sea en términos absolutos. Sin embargo, para que la relación exista, la obediencia debida al Estado o la proporción de trabajo vivo debida al capital está hoy fuertemente desequilibrada.

-¿Cómo se mide esa relación?
-Desde el punto de vista jurídico. Porque el derecho también se convierte en una medida, en una máquina que forma la relación entre Estado y ciudadanía, entre capital y trabajo vivo. Lo que queda claro cada vez más es que la política, a diferencia de lo que ocurrió en otras épocas, después de la gran crisis de los años 30, por ejemplo, no logra desarrollar una posición constituyente que esté al nivel de la historia de los movimientos constitucionales. La misma definición de constitución siempre fue una historia de mediaciones construidas alrededor de relaciones mercantiles de intercambio, eso en el caso de las viejas constituciones liberales. Y luego, en torno a la dialéctica capital-trabajo, en el caso de las constituciones democráticas.

-¿Y hoy?
-Y hoy, si esta transformación de la que hablamos, ocurrió (o está ocurriendo), realmente se vuelve difícil imaginar qué mediación pueda construirse alrededor de los procesos de financiarización que viven en el corazón del capitalismo moderno. Y es difícil redefinir categorías como democracia, soberanía nacional, representación, salario, ideología. ¿Cómo pueden conceptualizarse nuevamente estas relaciones fuera del conocimiento de que los mercados financieros y globales son sede eminente de producción autónoma politicidad y legalidad? El orden ejercido por el capital financiero tiende a saltar las mediaciones institucionales de las modernas democracias y se funda en el chantaje, por el solo hecho de que las garantías, en última instancia, del goce de los derechos esenciales, de la casa, la salud, la reproducción de la vida y los mismos salarios dependen, en forma irreversible, de las dinámicas y las continuas turbulencias del mercado.

-Entonces ¿para qué situar la emancipación una vez que se la define como proyecto constituyente? 
-Estamos viviendo situaciones en las cuales el problema constituyente está puesto en términos muy concretos. En América Latina, se ha visto, sobre todo en los 90, y ahora mismo, en la relación entre Estado y movimientos, la configuración de una dinámica constituyente. Pero todo ocurre en una situación en la que no se comprende cuál es la conclusión. Es difícil considerar a los movimientos como otro poder frente al Estado. El proceso Estado-movimiento se diluye en una relación en la que no se entiende quién es el actor. Y se corre el riesgo de que el Estado finja que los movimientos se transforman, cuando en rigor es el mismo Estado quien crea esos movimientos: como imagen de su debilidad, y de su incapacidad de síntesis.

-¿Qué significa emancipación como potencia constitucional? ¿Cómo puede definirse una emancipación a partir de esta crisis? 
-Pongamos sobre el tapete otra hipótesis. Se puede hablar de emancipación como propuesta constituyente sobre un nuevo terreno espacial. Y una segunda en la que cuenta la temporalidad, la tendencia a la cosa material. Es en este punto donde se pone en juego la transición histórica que hemos vivido después de la segunda mitad del siglo XX, de las transiciones incumplidas (del fascismo a la democracia en Italia y en España, por caso). En vez de una transición, se dio una superposición del modelo neoliberal, pero también puede decirse otra cosa. En este tiempo se discute cómo, después de 30 o 40 años, existen movimientos que expresan la necesidad de la transición, en la que la pasión de democracia, que es una pasión del común, destruye una serie de formalismos que bloquearon el desarrollo constituyente de la emancipación. Es el caso de los “indignados” de España, en Wall Street, Inglaterra, Alemania, y de forma más tímida, en el movimiento estudiantil chileno. La vitalidad argentina está cifrada en el hecho de que la transición no fue ocultada, sino protagonista de este pasaje.

-¿Algo para agregar?
-Es razonable preguntarse cuáles son hoy las figuras de subjetividad en torno a las cuales gira la experiencia de la vida. La primera, es la del endeudado. La transformación productiva descripta se asienta sobre un movimiento que lleva del trabajo asalariado al trabajo precario. Pero si se quiere, es acá donde emerge la base de una emancipación posible, nuevas condiciones de biopoder y nuevas condiciones de lo biopolítico. El trabajo precario (que es un trabajo cognitivo, en red, cooperativo) aparece como un excedente de capacidad productiva. La figura del trabajador precario pierde su autonomía bajo el capital, se convierte en endeudado.

-Pero no es la única figura…
-La otra es la del hombre mediatizado. Se está dentro del círculo de los medios de comunicación, y también de lo que es la capacidad de construir cooperación dentro de los medios. Pero también se está capturado. Ya no es más la conciencia del individuo alienado, sino de aquel tomado por el juego del poder. Está claro: la sociedad es extremadamente compleja, los riesgos vienen por todos lados, pero el riesgo no es tal cuando se convierte en miedo. De ahí la capacidad para responder al riesgo, a la dificultad de la vida, poniéndonos en comunicación, defendiéndonos. Piensen en la expansión de los sistemas carcelarios, lo que son los procesos de exclusión para introducir miedo. Esto es el Estado moderno: vive de la creación del miedo. La construcción del concepto de miedo viene de una voluntad de dominio, no de asociación. La forma más peligrosa es la del hombre representado. Porque se choca con el problema de la emancipación. Las constituciones democráticas actuales y la idea de representación que construyeron, son el peor enemigo. El hombre representado es la suma del hombre endeudado, mediatizado y del asegurado. En la representación, ninguno de los valores democráticos (la emancipación, el devenir constituyente, la libertad) está garantizado.

-¿Y entonces?
-Es difícil. Para el hombre endeudado, existe una primera reacción: “Yo no pago la deuda”. Es el momento fundamental para comenzar a emanciparse políticamente. Es el rechazo a ser echado de mi casa porque no terminé de pagar un crédito. Es decir “quiero reapropiarme de esta riqueza común que fue construida sobre una base común”. Y se trata de pasar, después de ese rechazo, a lo que es una figura multitudinaria de rechazo dentro de una afirmación positiva: la deuda que “nosotros” tenemos se convierte en un hecho constitutivo de una sociedad un poco mejor. En definitiva, los problemas actuales de la emancipación tienen que ser pensados a partir de cómo representarnos. Esto no implica la repetición de fórmulas que sufrimos en el siglo pasado. Es un buen momento para plantear alternativas porque se nos escucha.

viernes, 22 de junio de 2012


Movimientos sociales se concentran en Asunción en apoyo a Fernando Lugo

La ministra de Salud paraguaya, Esperanza Martínez, acompañó a los manifestantes en la Plaza de Armas /abc.com.py
Paraguay se prepara este viernes para el juicio político que se adelanta contra el presidente Fernando Lugo, un proceso judicial que será vital para definir el panorama político del país. En este sentido, movimientos sociales se han organizado para manifestar su respaldo al jefe de Estado.
El Congreso y el Senado decidieron este jueves abrir un proceso tras los acontecimientos ocurridos la semana pasada en Curuguaty (sureste), donde murieron 17 personas entre policías y campesinos. Esta decisión provocó la manifestación de campesinos y movimientos sociales.
Al menos dos mil 500 personas amanecieron en la Plaza de Armas y otros espacios públicos frente al Congreso para manifestar en contra de la medida, que ha sido calificada por el Presidente Lugo como "un golpe de Estado express".
Dirigentes campesinos han calificado a los Diputados como "golpistas"; porque a su juicio no existen razones valederas para adelantar un juicio político contra el mandatario.
El representante campesino, Elvio Bénitez, sostuvo que "la medida impulsada por el Legislativo es una medida de represión contra la democracia y el pueblo paraguayo".
También se conoció que la ministra de Salud, Esperanza Martínez, acudió a la plaza ubicada en el centro de la capital para instar a los manifestantes a estar atentos, "ante un proceso que será largo y díficil (...), a la fuerza no nos sacarán del Gobierno", dijo la funcionaria gubernamental.
Por su parte, la corresponsal de teleSUR en Paraguay, Amanda Huerta, informó desde la Plaza de Armas que "movimientos campesinos han llegado desde la tarde de ayer (jueves) a la capital. Se mantuvieron en vigilia durante la noche para manifestar y apoyar al presidente Fernando Lugo".
De acuerdo a información de medios paraguayos se tiene previsto que este viernes sigan llegando personas desde el interior del país para unirse a estas manifestaciones.
En torno a la presencia del grupo de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que arribó la noche de este jueves al país para seguir los acontecimientos, Huerta señaló que "han dejado claro que no permitirán que se obstaculice el desarrollo democrático de la presidencia de Lugo", ponderó. Informó también que "al mediodía de este viernes se realizarán reuniones con dirigentes del Partido Colorado".
Sobre el desarrollo del proceso del jucio político, la enviada especial de teleSUR difundió la información que más temprano transmitió el presidente Lugo. "Ha dicho que él mismo se defenderá ante el Congreso, acompañado por los grupos campesinos que lo han apoyado desde el principio".
Sobre las reacciones del sector militar en Paraguay, Huerta sostuvo que "las Fuerzas Militares se mantienen acuarteladas y no se han pronunciado, recordemos que la política del Gobierno ha sido de dignificación de las fuerzas castrenses; por lo que ahora están resguardando el hilo constitucional".
teleSUR - abc.com.py - ultimahora.com / gp -YIB

Los errores propios y las ambiciones ajenas

Por Juan Landaburu  | LA NACION
Una tormenta política perfecta dejó a Fernando Lugo al borde de la cornisa y devolvió a Paraguay la inestabilidad que marcó varios períodos de su historia.
El enfrentamiento de un grupo de policías con campesinos fue apenas la gota que rebasó el vaso de un complejo entramado de internas políticas entre los principales partidos paraguayos, que ayer se pusieron de acuerdo y resolvieron, sin eufemismos, que la lucha por la presidencia en 2013 esta vez no aceptará extraños.
Demasiado peso para el ex obispo que sorprendió al mundo cuando se erigió como una luz de esperanza para cambiar el oscuro ambiente político paraguayo y que nunca pudo encontrar el equilibrio de poder que le permitiera empezar a cumplir las promesas que quedaron sepultadas por un puñado de escándalos que lo alejaron de sus votantes.
Sin mayor experiencia política, Lugo logró poner fin en 2008 a seis décadas de hegemonía del Partido Colorado apoyado por una heterogénea coalición compuesta por movimientos de izquierda y por el Partido Liberal (PLRA), el eterno aspirante al poder, que le aportó más del 75% de su caudal de votos.
Las relaciones entre Lugo y los liberales no se anticipaban fáciles, y en efecto nunca lo fueron. Desde el primer día de mandato se sucedieron las fricciones con su vicepresidente Federico Franco, y las tensiones fueron continuas en el gabinete y en el Parlamento.
Con las elecciones de 2013 a la vista, las diferencias se profundizaron. El PLRA creía que esta vez era momento de aportar el candidato a la fórmula presidencial, pero Lugo siempre dejó entrever que no les iba a allanar el camino.
Sin bases políticas propias y sin posibilidad de reelección, Lugo tenía problemas para imponer un candidato propio. Fue entonces cuando cometió un error imperdonable para los liberales: empezó a negociar una nueva alianza con un grupo de colorados, perteneciente al sector que lidera la presidenta del partido, Lilian Samaniego.
Este acercamiento quedó de manifiesto el día después de la matanza, cuando Lugo nombró nuevo ministro del Interior a un colorado, el ex fiscal Rubén Candia. Para los liberales, que ya atravesaban una crisis interna por la elección de un candidato propio, el nombramiento fue una declaración de guerra y retiraron a sus ministros del gobierno.
"Lugo desairó al Partido Liberal y éste se vio obligado a quitarle su apoyo", explicó a LA NACION Francisco Capli, analista político y director de First Análisis y Estudios, la principal encuestadora del país. "Así, Lugo quedó vaciado de poder político."
Sin el apoyo del PLRA, Lugo quedó sin representación parlamentaria y a merced de los congresistas, que amenazaban con iniciarle juicio político desde hacía más de dos años. Tanto es así que de los 77 diputados presentes sólo uno votó ayer en contra de juzgar al presidente. "Es todo una gran interna por la sucesión. El juicio político ya venía anticipándose, pero se dieron los eventos para que esto ocurriera", añadió Capli.
¿Cuáles fueron esos eventos? La retirada del PLRA del gobierno, pero también el giro del Partido Colorado, favorito para recuperar el poder en 2013 y que hasta hace días se había manifestado contrario a servirle en bandeja el poder a un vicepresidente liberal con un juicio político.
"Al Partido Colorado no le conviene políticamente que [a Lugo] lo suceda el vicepresidente, porque eso le da una clara ventaja al Partido Liberal. En Paraguay el control del Estado tiene mucha incidencia en las elecciones", dijo el analista y ex diputado colorado Carlos Redil.
¿Por qué, entonces, los colorados se decidieron finalmente a apoyar el juicio político? Es una de las grandes incógnitas, y no hay una sola respuesta. Una posibilidad es que el líder del sector más fuerte de los colorados, el empresario Horacio Cartes, podría no haber visto con buenos ojos el acercamiento de Lugo a un sector de su partido, ya que comprometería su candidatura.
"Lugo ya estaba interviniendo en la interna colorada. Y al nombrar a Candia [cercano al sector contrario a Cartes] les dio pie para iniciar el juicio político", opinó Capli.

PELIGROS DE VIOLENCIA

Entre tanto cálculo electoral, lo que tanto liberales como colorados parecen estar minimizando es el riesgo a que la transición política tras la eventual destitución de Lugo no transcurra como ellos esperan.
"Si el presidente desconoce el resultado del juicio, vamos a tener un gobierno de facto que va a generar una prolongación de la crisis", señaló el analista Gonzalo Quintana, que consideró que ahora se corre un "alto riesgo de que haya cierta dosis de violencia". "Lugo apoyó a grupos violentos con el pretexto de la lucha legítima del campesinado paraguayo. Permitió la consolidación de personas que tienen la violencia como lucha política", advirtió Quintana.
Sin más apoyo político que el de grupos radicales de izquierda, con un electorado que ya empezaba a cansarse de un presidente que en el mundo fue más conocido por sus escándalos de paternidad que por materializar sus promesas progresistas, Lugo tiene su última esperanza en una misión diplomática internacional que llegó ayer a respaldarlo, pero que podría no ser suficiente.
"La sensación de los paraguayos es que es un problema de entrecasa, no creo que influyan las repercusiones extranjeras. Pueden hablar, plantear apoyo, pero no tienen sustento político" para salvar a Lugo, concluyó Capli..

Seguidores