Under Pressure x Queen

Presión
Aplastándome
presión aplastándote a ti
ningún hombre la pide.
Bajo presión
Ese fuego que
derriba un edificio
divide a una familia en dos,
pone a l gente en las calles.

La maldita máquina de matar x Billy Bond y la pesada del Rock and Roll

Tengo que derretir esa máquina de matar,
tengo que derretir esa maldita máquina de matar.
Para que nunca más vuelva
a destruir lo que hacemos con amor, amor.

Desencuentro x Almafuerte

Estás desorientado y no sabés,
qué bondi hay que tomar, para seguir.
Y en triste desencuentro con la fé,
querés cruzar el mar, y no podés.
La araña que salvaste te picó.
Qué vas a hacer.
Y el hombre que ayudaste te hizo mal,
dale que vá.
Y todo un carnaval, gritando pisoteó,
la mano fraternal que Dios te dió.

miércoles, 25 de agosto de 2021

Todo lo que siempre quisiste saber sobre las criptomonedas

 

Mariana Gutiérrez explica qué hay alrededor de las monedas virtuales

Los titulares sobre bitcoin, Ehtereum, fan tokens, NFT y todo el mercado de los criptoactivos está conectado por una tecnología conocida como blockchain. ¿Qué hay detrás de tanta complejidad financiera y tecnológica? La magister en Sociología y doctoranda de Conicet explica el fenómeno.

Esteban Magnani
Por Esteban Magnani
Fuente: Página 12


Bitcoin era solo una curiosidad para hackers en 2009, cuando se inició su circulación. Con el paso de los años salió de ese nicho y se hicieron frecuentes los titulares que daban cuenta de los vaivenes de su cotización. En los últimos años su modelo, basado en blockchain, produjo una numerosa prole de fenómenos cuya complejidad tecnológica y financiera excede a la mayoría de los mortales: NFT que se vendían a 69 millones de dólares, Fan tokens del PSG que aumentaban con la llegada de Messi,  juegos para ganar dinero, la prohibición de aceptar bitcoin en China y, poco después, de su minado en China, la decisión de El Salvador de utilizarla como moneda de curso legal.

La variedad de fenómenos es amplia, pero tienen un hilo común: la tecnología blockchain, sobre la que se pueden montar múltiples sistemas descentralizados. Sin embargo, entre la especulación financiera, el marketing feroz y esquemas ponzi en versión tecno, resulta cada vez más difícil comprender que hay detrás del humo de bitcoin y su descendencia. 

PUBLICIDAD

Mariana Gutiérrez es doctoranda en Ciencia Política, Magíster en Sociología y Licenciada en Administración por la UNC. Actualmente es becaria doctoral Conicet-UNC y trabaja en el Instituto de Estudios en Comunicación, Expresión y Tecnologías. Sus temas de investigación refieren a la gobernanza neoliberal, las políticas participativas y la subjetivación política. Las indagaciones que realiza en torno a blockchain y criptoactivos se enmarcan en un proyecto de comunicación pública de la ciencia desarrollado por Ideas de Pie/ Fundación Igualdad. Es docente de la Universidad Nacional de Córdoba. Aquí, explica el fenómeno Bitcoin.

--¿Qué es blockchain?

--La blockchain o cadena de bloques es un registro distribuido, una enorme base de datos almacenada de manera virtual. Cada usuario de este registro tiene la capacidad de actualizarlo pero de manera sincronizada. Cada nueva operación que desea registrarse como una transferencia de criptoactivos de un usuario a otro, en vez de ser autorizada por una parte externa, necesita de la aprobación de todos los usuarios.

--¿Cómo asegurarse de eso?

--Lo que garantiza esa seguridad son las operaciones criptográficas. Estas operaciones provienen de algoritmos que funcionan codificando las operaciones. Para incorporar una nueva transacción a ese registro se necesita de un mecanismo de consenso de parte de quienes participan. Dependiendo de la criptomoneda, su protocolo de consenso puede variar. Los más conocidos son dos: proof-of-work y proof-of-stake.

--¿Qué tiene que ver blockchain con bitcoin?

--Cuando se habla de bitcoin, se puede estar haciendo referencia tanto a un tipo de activo creado de forma descentralizada amparada en blockchain y también a la red Bitcoin, con mayúscula, es decir, la comunidad de usuarios y nodos que se encargan de “minar” nuevos bitcoins, de crear nuevas monedas a partir de la resolución de problemas criptográficos.

--¿Por qué produce tanta contaminación?

--En el caso del mecanismo de consenso denominado “proof of work” o prueba de trabajo, implica poner en competencia a los centros de cómputos para descifrar los acertijos criptográficos que requiere cada modificación de la blockchain. El nodo que logra descifrar el algoritmo es el que gana el premio y se queda con una retribución en criptomonedas. Así funcionan Bitcoin y Ethereum. El problema es que la energía que se destinó para resolver ese acertijo pero que no ha recibido la recompensa en criptomonedas es puro desperdicio desechada. En el caso de bitcoin, la Universidad de Cambridge calculó el consumo de esa red en 130 teravatios por hora. Para que se tenga una idea, Argentina consume 120 teravatios hora. La red de Ethereum se calcula en 63 teravatios por hora. Ethereum viene prometiendo adoptar el mecanismo de consenso “proof of stake” que distribuye el premio aleatoriamente basándose en criterios de participación. Pero este cambio ha sido postergado en sucesivas oportunidades.

--¿Cuándo aparece bitcoin?

--En 2009, luego de la crisis de las hipotecas subprime, cuando se publicó un artículo firmado con el seudónimo "Satoshi Nakamoto", en donde se declaraban las bases de funcionamiento de bitcoin y las intenciones de crear esta herramienta para prescindir de intermediarios como el Estado o los bancos. Se dice explícitamente en ese artículo que esta “versión puramente electrónica de efectivo” permitiría que “los pagos en línea sean enviados directamente de un ente a otro sin tener que pasar por medio de una institución financiera”. Además allí se declara, “lo que se necesita es un sistema de pagos electrónicos basado en pruebas criptográficas en vez de confianza, permitiéndole a dos partes interesadas en realizar transacciones directamente sin la necesidad de un tercero confiable”. 

La ideología que subyace es que la moneda es un “objeto técnico neutral”, como si amparándose en la tecnología pudieran ser superados los problemas “humanos” derivados de la confianza que sostiene a todo sistema monetario. 

Eso se corresponde con una perspectiva liberal friedmaniana que considera a los fenómenos monetarios como asociados directamente a la cantidad de dinero en circulación, sin considerar que todo sistema monetario depende de las convenciones sociales, acuerdos tácitos, expectativas y otros fenómenos de índole social y político.

--¿Cómo se explica su crecimiento y su cotización?

--Según estudios sociológicos el fenómeno despertó interés porque captó el humor político post crisis de 2008. Cuestiones como la descreencia generalizada en el Estado como defensor de la voluntad pública, la impotencia de la ciudadanía ante lo que pareciera ser la captura del Estado por parte de las élites financieras y económicas, la exigencia de transparencia en la gestión pública, la búsqueda de soluciones que exigen una sociedad civil activa y propositiva, crearon el entorno para que el sistema de efectivo electrónico peer-to-peer, de usuario a usuario, produjera tanta fascinación. Obviamente que su expansión en los últimos años tuvo con ver con un entorno de sofisticación tecnológica y de búsqueda de ganancias. Las fintechs acercaron el criptomundo a nuevos segmentos de clientes. A la par de la expansión de Bitcoin surgen otros criptoactivos, como Ethereum, y otras criptodivisas que se mantienen en la agenda mediática.

--¿Cuál es la relación de bitcoin con la economía real?

--Ahí hay un punto importante. Aun en el eventual caso de que la red Ethereum o la red bitcoin eficienticen su desastroso uso energético, a mi parecer, no pueden dejar de considerarse los efectos socioeconómicos y culturales si se generaliza el uso de activos financieros para especulación. 

El modelo de descentralización financiera implica una descentralización técnica, pero no es un modelo de desconcentración del poder económico, sino todo lo contrario. 

Los poderes fácticos con grandes capitales tienen mayores facilidades de sacar provecho de una canasta de activos financieros tradicionales o alternativos. En el caso de los criptoactivos también hay un plus de rentabilidad para capitales concentrados que puedan lidiar con las innovaciones tecnológicas y aprovechar la escasa regulación. De más está decir que esa exacerbación de las finanzas hace aún más difícil la distribución del bienestar, la generación de empleo genuino y la reducción de las desigualdades socioeconómicas y culturales.

--¿Qué utilidad tiene? ¿Para quiénes?

--El bitcoin está siendo utilizado como una forma de inversión que por su altísimo riesgo y volatilidad puede llegar a significar ganancias si se cuenta con suficiente capital como para invertir a largo plazo. Eso hace que en algunos contextos particulares, como el de países que tienen altos niveles de inflación, muchos defensores de este tipo de criptomoneda digan que funciona como reserva de valor. Pero nadie que quiera preservar sus ahorros se volcaría a bitcoin por la forma en que cambia su cotización día a día y con fluctuaciones ligadas a fenómenos de apariencia desopilante. Mucho menos personas que necesitan todos sus ingresos para alimentarse y pagar servicios. Por otro lado, no puede servir de “unidad de cuenta global” es decir, para establecerse como forma de medir la intercambiabilidad de esa moneda por otras y por mercancías, a pesar de que El Salvador esté siendo utilizado desafortunadamente como laboratorio para ello. Por esas razones es que el Bitcoin no puede ser considerado dinero en tanto y en cuanto no sea una forma de abstracción de la riqueza y equivalente general para realizar el intercambio de cosas, bienes, servicios, mercancías...

--China prohibe el minado en su territorio, EE.UU. aumenta los controles. ¿Tiene futuro esta criptomoneda?

--Todavía muchos Estados están expectantes para generar regulaciones dado que se intenta determinar si la compra de bitcoins por la amplia mayoría es algo que puede llegar a suceder y cómo podría afectar a los mercados y a variables macroeconómicas. En ese sentido, yo pienso que el futuro del bitcoin va a estar determinado por la manera en que tomen posición las grandes economías internacionales. China ya tomó la delantera. En 2017, prohibió las colocaciones de criptoactivos, las ICO, y recientemente prohibió a las instituciones financieras que presten servicios relacionados con criptomonedas para evitar salida de capitales y lavado. También prohibió a las empresas de energía eléctrica que le suministren electricidad a las “granjas de minado” porque son incompatibles con sus objetivos ambientales. En China se hacía el 80% de estas actividades. No obstante, han incentivado la investigación y desarrollaron su propia moneda digital, el yuan digital, que ya está en fase de testeo. Esa decisión también incentivó a EE.UU. a plantearse el desarrollo de su propia moneda soberana. Facebook en 2019 había intentado lanzar su moneda estable montada sobre una blockchain propia.

--Ahora aparece fenómenos subsidiarios que se montan sobre blockchain. ¿Tienen sustancia o aprovechan para hacer cuentos del tío en modo digital?

--Depende de qué estemos hablando. A esta altura existe una amplia gama de usos de la blockchain y diversos criptoactivos. Aparte de bitcoin y Ethereum existen más de cinco mil criptoactivos. Algunas de ellas usan el código de bitcoin, algunas hicieron sus protocolos de consenso, algunas tienen su propia blockchain o el de Ethereum. Sí, considero importante hacer una distinción entre criptoactivos como bitcoin y las denominadas “monedas estables”. Las stablecoins están vinculadas al dinero fiduciario, es decir al dinero emitido por algún gobierno. Algo que funciona como activo financiero especulativo es muy diferente de algo que funciona como representación digital pero que tiene respaldo directo y estable en moneda o dinero fiduciario. Por otro lado, recientemente adquirieron popularidad los tokens no fungibles y los utility tokens como los fan tokens. Detrás de todos ellos hay diferentes mercados, comunidades y prácticas. Por eso sostengo que es bastante heterogéneo el “ecosistema cripto”.

--Uno de los fenómenos vinculados son los NFT. ¿Cómo los explicás?

--Este acrónimo significa “Non-Fungible Token” o Token No Fungible. Esto quiere decir que, al contrario de lo que sucede con los bienes fungibles, como el dinero tradicional o ciertas criptomonedas, esta es una unidad de valor única, que no puede ser sustituida por otras. Funciona a modo de certificado, reconociendo a quien lo adquiere como propietarie de un bien digital “único”, alojado en un sitio web determinado. Este es el principio que permite generar escasez artificialmente en archivos digitales fáciles de copiar. 

Lo curioso del asunto es que comprar un NFT no transfiere necesariamente ningún derecho de autor o de uso, salvo que exista una licencia que lo indique expresamente. 

En marzo pasado, la venta por 69,3 millones de dólares de un NFT de la obra de arte digital “Everydays: the first 5000 days” de Beeple tuvo fuerte resonancia mediática y disparó la comercialización a través de NFT no solo obras de arte digitales, sino también videos de mejores jugadas, discos, o incluso memes. La escalada de popularidad dio lugar a diversas posturas en el debate público: lo que es una panacea para muchas personas, es una herejía para otras. Lo cierto es que más allá del “bombo publicitario” de estas subastas millonarias, el arte digital adquirió una visibilidad inédita y también se crearon comunidades de artistas que probablemente perduren incluso acabado el hype.

--¿Qué son los fan tokens?

--Bueno, resulta que las fintech descubrieron otro nicho de mercado en fans de los deportes. En particular, existe una empresa, Chiliz, con su plataforma Socios.com, que ha ido captando el interés de diferentes clubes y asociaciones para que “acuñen” su propio fan token. Así tenemos a la Juventus, al Barcelona, hasta la AFA. A los clubes les permite recaudar fondos mediante la monetización del fanatismo, como si fuera merchandising oficial. Y por otro lado es semejante a un programa de fidelización de clientes, hay una promesa para quien compra muchos de esos fan tokens. Y hablando de nichos de mercado, otro desarrollo reciente en el mundo de los criptoactivos es el vinculado al modelo “play to earn”. Intenta captar a aquellas personas que se sienten atraídas por los videojuegos prometiéndoles ganar dinero solo por jugar. Pero el requisito es hacer una “inversión inicial” de casi 1000 dólares. Ahí quien está monetizando pasiones no sería precisamente quien juega el videojuego.

--¿Y a qué conclusión llega?

--Creo que es un desafío darle sustancia a algún uso de la blockchain que no tenga que ver con el aliento del clima de especulación financiera. Para eso creo importante abrir el debate público sobre los discursos armados que venden las fintech y que invitan a invertir en cripto para ganar dinero fácil. Tras un camino recorrido ya sabemos que la descentralización técnica en la gestión de un sistema de pagos como bitcoin, no conduce precisamente a la desconcentración del poder.

--¿Qué dicen los economistas más respetados sobre este tema?

--La mayoría de quienes se han pronunciado sobre el tema sostienen que ningún Estado-Nación cedería lo que se conoce como “señoreaje”, o la potestad de emitir dinero. Fundamentalmente porque las políticas monetarias son una de las principales herramientas de política económica y se necesita de estos mecanismos de coordinación centralizada para realizar los objetivos que se plantee un Estado. Las políticas monetarias tienen grandísima injerencia en decisiones vinculadas a cómo distribuir la riqueza, qué incentivos otorgar para generar ahorro, inversión, consumo, cómo estimular la producción, cómo reducir la pobreza.






lunes, 23 de agosto de 2021

Youtube

 

Cenital

BUROFAX

Jimena Valdez
Tecnopolitica-1.png
Una mirada política sobre internet, tecnología y redes.
20/08/2021

Hola, ¿cómo estás? 

Hoy quiero hablar de YouTube (YT), plataforma de videos propiedad de Google. No soy una gran usuaria de esta aplicación. De vez en cuando veo algún video de yoga o alguna receta de cocina, muy pocas veces alguna charla o entrevista que me recomendaron. Otra gente, en cambio, hace todo por YT. Hace unos días estaba en una casa ajena con una computadora ajena intentando comprar una película por YT (la bellísima Los Puentes de Madison County) y mientras navegábamos la plataforma aparecieron frente a mí decenas de videos guardados que eran de una intimidad total (música, obvio, ejercicios para fortalecer los brazos y los abdominales, todo normal, pero además varios otros conectados con esas cosas que no compartimos con nadie excepto con la internet). Me hizo acordar a una amiga mía que buscaba en Reddit respuestas a las preguntas más íntimas y profundas que la aquejaban y encontraba compañía, comunidad y legitimidad en lo que escribían un conjunto de desconocidos. Lo cierto es que en YouTube hay de todo y no puede ser de otro modo: se suben videos todo el tiempo en todos lados. 

En lo que sigue, entonces, te cuento una breve y muy recortada historia de YouTube que, sinceramente, es una historia impresionante. Elegí algunas cosas para destacar. Primero, las cosas que inventó YouTube. Segundo, la relación tirante entre la plataforma y los creadores. Tercero, el algoritmo radicalizador. Cuarto y último, que es la única gran compañía que tiene como CEO a una mujer -algo bastante irrelevante en términos de cómo funciona y qué efectos tiene YT en la sociedad-. 

Un video como no hay otro igual 

YT fue fundada en 2005 por tres empleados de PayPal y 18 meses después la compró Google. De allí en adelante el crecimiento fue meteórico y en la actualidad tiene 2.000 millones de usuarios mensuales. 

Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim trabajaban en PayPal y en su tiempo libre estaban en el garaje de Hurley en California creando YT como un sitio para subir videos para tener citas románticas. En febrero de 2005 lo lanzan para un grupo reducido de gente como una especie de Tinder con video. Pero resulta que no funciona así -de hecho, estos muchachos tienen que pagarle a las mujeres para que suban videos- y sucede entonces algo que es común entre las plataformas: los usuarios las transforman. Efectivamente, la gente no sigue las reglas y sube videos de otras cosas, y los fundadores se dan cuenta de que va por ahí. En poco tiempo nace YouTube con el formato que conocemos hoy: cada uno puede subir un video y cada video tiene un link que lo identifica. De ahí la plataforma no para de crecer, con un primer video que se vuelve “viral” en octubre de 2005 (es Ronaldinho en una publicidad de Nike). En diciembre YT sale oficialmente al público y para esa altura ya tenía 8 millones de visitas por día. 

En octubre de 2006, Google compra la compañía por 1.650 millones de dólares. Los creadores se llevan cada uno más de 400 millones de dólares y así se salvan de por vida (¿en qué andarán Chad, Steve y Jawed?). También los inversores que creyeron en el proyecto: Sequoia y Artis. El caso de Sequoia es interesante porque es el primer inversor y resulta que uno de sus miembros trabajaba en PayPal con los tres creadores, demostrando una vez más que también en Silicon Valley las conexiones importan tanto como el esfuerzo. 

Cosas que te parecen normales, pero las inventó YouTube 

Leyendo sobre YT en estos días es fácil darse cuenta que cosas que nos parecen normales empezaron ahí.

  1. Lo viral: llevo tiempo pensando en este concepto y de hecho quiero dedicarle un newsletter, pero necesito leer y pensar más para tener algo interesante que decir al respecto. Por lo pronto, diré que YT contribuyó mucho al fenómeno y las cosas se empezaron a volver virales cuando todos íbamos a ver el mismo video. Un hit particular de YouTube fue el videoclip de “Gangnam Style” que en 2012 y después de 5 meses fue visto 1.000 millones de veces -un récord en ese momento- y sigue siendo una de las cosas más vistas en la plataforma (volví a verlo y es muy difícil no pararse a bailar). Si ahora googlean “youtube viral” verán varios artículos con instrucciones para hacer un video viral. ¿Será tan fácil? No lo creo. 
  2. Mirar un ratito de propaganda obligados y después poder pasar directo al video. ¿Vieron eso? Son una especie particular de avisos llamados “True View”. Todo esto tiene que ver con la búsqueda de la compañía por hacer avisos que no molesten demasiado, pero que veas igual. Igual molestan muchísimo y no sé si alguien los ve. Al respecto, el libro Weapons of Math Destruction de Cathy O’Neil habla de una especie de burbuja inmobiliaria, pero de la publicidad: o sea, todos invierten en algo que realmente no vale nada.  
  3. Poder ver todo todo todo lo que pasa en cualquier momento en YT. Estamos acostumbradísimos a esto, pero no es normal. O sea, antes tenías que ver algo en vivo o grabarlo en una videocasetera. Ahora en cambio no hay problema si te perdiste cualquier cosa, porque podés ir a verlo a YT. Naturalmente esto trajo problemas con los creadores/dueños de ese contenido y así fue como YT empezó a hacer acuerdos con diferentes cadenas de televisión y producción, además de generar toda una serie de nuevos personajes: los youtubers. 
  4. Vevo, la plataforma a la carta de videos musicales, también es de YT porque todo está concentrado en pocas manos. 

Los creadores

En YT florecen los creadores independientes. Esto es, un día arranco a hacer videos, de a poco junto seguidores, pum, me vuelvo más o menos famose y empiezo a ganar plata de eso. De hecho, la semana pasada gente que está más informada que yo me contó la historia de Ibai, a quién tenía de nombre, pero no muy ubicado. Algo más cerca nuestro está la maravillosa Paulina Cocina que seguramente conocés. De ella me acuerdo de leer una entrevista donde contaba su muy minucioso estudio de YT. La plataforma le permite ver no solo cuánta gente ve el video, sino cuándo la gente adelanta, lo pone en velocidad más rápida, lo abandona, etc. De ahí Paulina entendía qué cosas le gustan a sus seguidores, qué cosas les aburren, y formateaba sus videos de manera congruente con eso. Me pareció entonces que Paulina era bastante obsesiva de su trabajo, algo que posiblemente esté relacionado con su éxito. 

El punto es, ¿qué relación tiene YT con el trabajo y con el éxito de estos creadores? Pues este es un tema muy espinoso porque sabemos muy bien que las plataformas como intermediarias toman muchísimas decisiones que afectan lo que vemos. Esto es, el algoritmo te puede poner primero, número diez o último. Por supuesto las plataformas dirán que todo se hace de modo objetivo, pero sabemos que no existe tal cosa y que hay decisiones en el medio. Entre los varios reclamos que tienen los creadores de contenido está cómo se decide quién va a la sección trending y quién no, la competencia con las grandes cadenas de medios y la impresión de que YT las prioriza por encima de los creadores independientes, cómo les bajan videos por cosas que no corresponden, y la sensación de que YT les demanda contenido nuevo todo el tiempo (y responder comentarios y estar siempre disponibles) si es que quieren ser vistos. 

El algoritmo te radicalizará

En algún podcast escuché que el algoritmo de YT funcionaba del siguiente modo. Leo un libro de historia sobre la segunda guerra mundial, voy a devolverlo a la biblioteca y la bibliotecaria me dice: “¿Te gustó este libro? Qué bueno, te recomiendo seguir con este otro” y me alcanza Mi Lucha, de Adolf Hitler. 

La historia es apenas exagerada, el algoritmo de YT (y, seamos sinceros, los de casi todas las plataformas) es conocido por ofrecer más de lo mismo, en cantidad y en calidad. A todos nos pasa. Empezamos con un video, el algoritmo propone otro, cliqueamos y miramos, y de ahí seguimos las recomendaciones y cuando te das cuenta pasaron 20 minutos en los que fuiste saltando de un video a otro. Claro que una cosa es que te pase eso con videos de la juventud de Luis Miguel y otra con teorías conspirativas, movimiento anti-vacunas y supremacía blanca.  

El otro problema de YouTube es algo que mencioné al principio: hay de todo y, aun si la plataforma quisiera, es imposible controlar la calidad de ese todo. Si bien YT dice que trabaja para poner contenido “bueno” al frente y dejar de mostrar cosas “marginales”, no es suficiente. Tampoco está claro cómo se define una cosa y otra. Lo que tenemos entonces es que de vez en cuando hay algún escándalo (porque se descubren redes de pedofilia o porque algún youtuber famoso hace algo racista o antisemita), varias empresas amenazan con irse, YT promete mejorar, y pasa poco más. O pasan cosas que no son suficientes. 

Una mujer al mando para hacer lo mismo que cualquier otro hombre

Cuando Google compró YouTube puso a un señor como CEO que fue reemplazado por otro señor que finalmente fue reemplazado por Susan Wojcicki

Wojcicki estuvo involucrada en Google desde el principio y fue la creadora de uno de sus primeros productos de publicidad (AdSense). Estaba a cargo de Google Videos (?) cuando vio que YouTube estaba llevándose todo. Entonces, propuso una estrategia conocida: comprarlo. Ocho años después se convirtió en la CEO y desde entonces hasta ahora la plataforma no para de crecer y, como dije, de tener problemas. 

Ahora bien, ¿hace alguna diferencia tener una CEO mujer, o al menos esta mujer, en YouTube? No lo parece.  

martes, 10 de agosto de 2021

La locura del capitalismo tecnofinanciero

 

Las burbujas en el mercado global se multiplican. Qué son los NFT, la nueva moda especulativa

Los Non-Fungible Tokens (NFT) son el más reciente juego especulativo estrella del capitalismo tecnofinanciero. Permiten vender desde tuits hasta jugadas de básquet, desde criptogatos a piezas de arte digitales. El sistema, basado en blockchain, parece otra muestra de cómo el capital especulativo se aleja a toda velocidad de la economía real en busca de ganancias rápidas sin vínculo con la inversión. Pagan miles o millones de dólares para registrarse como "propietarios" de lo que todos tienen.

Por Esteban Magnani
Fuente: Página 12

A principios de marzo, Jack Dorsey, fundador de Twitter y CEO de la empresa, subastó su primer tuit, lanzado hace quince años. Allí decía: "simplemente instalando mi twttr". De esta forma se sumó a la moda de ofrecer todo tipo de ¿bienes?, desde jugadas de básquet, a obras de arte, de criptogatos a discos. La oferta se monta sobre una nueva moda tecnofinanciera llamada NFT: Non-Fungible Tokens. 

La palabra "token", de uso habitual en castellano, simboliza a algo que está en lugar del original, que lo representa, como un vale o una ficha. Que no sean "fungibles", en inglés (no es igual a "fungible" en castellano), quiere decir que no da lo mismo ese bien que otro como, por ejemplo, sí ocurre entre un billete de cien pesos y otro de la misma denominación.


La combinación de encandilamiento tecnológico, especulación e intangibilidad del fenómeno nubla la comprensión. Incluso las palabras conocidas deben resignificarse para dar cuenta de él (de allí el abuso de las comillas en este artículo). Por eso surgen preguntas a cada paso: ¿quién podría comprar un tuit que todo el mundo conoce y puede leer, reproducir, copiar? 

Mucha gente, incluso alguien dispuesto a pagar 2,5 millones de dólares. ¿Qué obtiene? Un certificado y un registro en blockchain o cadena de bloques que funciona como "contrato inteligente" capaz de registrar de manera inviolable quién es el "dueño" de un "bien" apuntando a un link donde se "encuentra". ¿Para qué le servirá? Puede verse como una inversión, en tanto consiga a alguien dispuesto a pagar aún más por él, o como una experiencia subjetiva muy difícil de transmitir y justificar ante ojos escépticos.

Blockchains
Hace algunos años se puso de moda una tecnología llamada blockchain o cadena de bloques cuyo ejemplo más difundido es el bitcoin. Se caracteriza por utilizar un sistema criptográfico distribuido para que distintas personas puedan llevar un registro de los intercambios que se realizan de ciertos bienes, digitales o no. De esa manera se puede saber quién es dueño de qué sin necesidad de una institución central. 

El sistema permite que una comunidad registre transacciones de manera digital y descentralizada en una cadena de bloques inviolables. Si alguien intentara fraguar una transacción, el registro en la cadena de bloques lo pondría en evidencia. Así se puede impedir que muchos se atribuyan la propiedad sobre un determinado bien como un bitcoin o, en este caso, un tuit. Cabe aclarar que en términos tecnológicos blockchain es una idea, una combinación de distintos recursos de límites difusos, más que bitcoin, un desarrollo tecnológico claramente definido.

Una de las utilidades de blockchain es la creación de contratos inteligentes (smart contracts). Algunos imaginan, por ejemplo, un registro de la propiedad descentralizado y validado por la comunidad que indique a quién pertenece un auto o una casa determinada. De esa manera cualquier persona podría corroborar una propiedad sin necesidad de que haya una institución que lleve ese registro y, por lo tanto, tenga el control sobre él: la comunidad podría mantenerlo funcionando.

Más allá del potencial, lo cierto es que blockchain tuvo mucho de moda gracias a un discurso tecnofílico exagerado sobre cómo podría transformar el mundo. Poco a poco las promesas se desdibujaron, se encontraron problemas serios y una, hasta el momento, utilidad interesante pero limitada. 

Propiedad
Aún así, como suele ocurrir cuando la lógica financiera llega con sus millones, las cosas se pueden forzar un poco más. Eso es lo que ocurre cuando se ofrece a la venta no solo el tuit de Dorsey, sino también el meme del gatito Nyan (vendido por 590.000 dólares), algunas jugadas del futbolista americano Rob Gronkowski durante el superbowl o jugadas de la NBA. 

Para que quede claro: la compra de la "propiedad" no da ningún derecho sobre esas jugadas: se podrán seguir viendo en videos y el "dueño" no podrá cobrar regalías por eso. Solo tendrá una sutil y abstracta "propiedad" de algo que no se puede "poseer", al menos no tal como se pensaba ese verbo hasta ahora. 

Pero más allá de esta cualidad subjetiva intangible, estos "bienes" son una tentación enorme para el capital especulativo ya el que precio que se les de no tiene vínculo con los costos de su producción: alcanza con que alguien crea que registrar como propia una jugada de LeBron vale una cifra para que la valga. Además, el mercado no podrá producir otras similares, tentado por los márgenes que ofrece: es que se trata de piezas indivisibles, únicas (aunque puedan copiarse) y ahí residiría en buena medida su valor potencial.

Desde cierto punto de vista, la diferencia entre una encestada magistral en básquet, un bitcoin o el dinero no es tan grande: lo que confiere valor a algo es el consenso de que lo tiene. La diferencia es que la construcción de ese consenso para estos últimos llevó siglos y hay instituciones centenarias que lo respaldan, mientras que los NFT no cuentan siquiera con eso.

Criptogatos
Si bien los NFT se pusieron de moda recientemente, el concepto tuvo su origen hace unos años cuando la empresa AxiomZen lanzó en 2017 CryptoKitties, un juego que utiliza la plataforma Ethereum para vender gatos virtuales cuya "autenticidad" estaba garantizada por criptografía. 

Ethereum es la más utilizada para gestionar blockchains y cuenta con una criptomoneda (ETH) que sirve, por ejemplo, para comprar uno de esos criptogatos como quien compra figuritas. Estos ETH también pueden cambiarse por dinero de uso corriente.

El juego permite la venta de estas mascotas virtuales y su precio varía según oferta y demanda. Además se pueden cruzar para que tengan crías, entonces "nacen" nuevas generaciones de criptogatos que heredan algunas características de sus progenitores basadas en un "genoma" de 256 bits donde se registran sus rasgos, desde su color hasta el tiempo que les lleva estar en condiciones de parir nuevamente luego de tener cría. 

Para darse una idea de las cifras que se manejan, los de la primera generación se pueden vender por más de 100 mil dólares: una de sus virtudes, al parecer, es que se reproducen más rápidamente que los nuevos. Los más baratos pueden costar una decena de dólares. Por supuesto todos ellos se pueden subastar.

Subastas
Más recientemente los artistas se han interesado por los NFT porque ven en ellos la posibilidad de vender la propiedad de piezas digitales que circulan libremente por internet. Hace pocos días un artista llamado Mike Winkelmann, conocido como Beeple, vendió en 69 millones de dólares, en una subasta en Christie’s, su "Everydays-The first 5000 days", una combinación de fotos tomadas diariamente durante los últimos 13 años. La obra, por supuesto, puede ser impresa, copiada o mirada libremente por cualquier persona.

Las obras de arte carecen de un valor intrínseco determinado, por ejemplo, por el tiempo de trabajo necesario para producirlos. Es, en el mejor de los casos, su calidad artística lo que determina la demanda y el precio de la misma. 

Es por eso que muchos artistas abrazan los NFT como forma de vender algo que en realidad todos y nadie posee: algunos de ellos pueden vender obras por unos pocos dólares a amigos, familiares o fans dispuestos a invertir para apoyarlos. 

Esta alternativa para el arte se utiliza con frecuencia para defender el potencial de los NFT, pero cabe preguntarse cuánta gente preferirá sumarse a una plataforma y cambiar su dinero por ETH para apoyar a un artista en lugar de, como ya se podía hacer, transferir dinero como donación o a cambio de un póster, un libro o una copia, virtual o no, de la obra en cuestión.

Especulación
Cuando se pone la lupa en las cifras millonarias que atrajeron la atención sobre los NFT en estos últimos meses, resulta difícil comprender qué es lo que está en juego. Al ver un cuadro original de Da Vinci en una pared cabe preguntarse si alcanza saber que lo pintó el artista para justificar los millones gastados. Pero la obra de, por ejemplo, Beeple, carece incluso de un original por lo que este concepto mismo pierde su sentido. 

De alguna manera hay quienes quieren (y, sobre todo pueden) pagar miles o millones de dólares para registrarse como "propietarios" de lo que todos tienen, aún si eso no le da ninguna prerrogativa más que poder, justamente, ser (tautológicamente) propietarios en el sentido más abstracto de la palabra. 

Más difícil de justificar resulta el fenómeno si se tiene en cuenta que la tecnología de Ethereum requiere enormes cantidades de energía y, por lo tanto, contamina sin producir ninguna riqueza nueva. Bitcoin, que utiliza un sistema similar, ya requiere tanta energía como la Argentina para funcionar y sirve como ejemplo de los efectos de esta tecnología cuando se expande.

El concepto de las NFT resulta extraño e invita al escepticismo. Es difícil determinar si el que paga lo hace por pura especulación o como un exhibicionista de mal gusto. Los NFT evidentemente no son únicos en ese sentido, pero representan una variante nueva de la obscenidad que permite el dinero. 

Sin duda existe el atractivo de la especulación, una suerte de juego del avión donde la clave es saltar a tiempo antes de que se estrelle. Al final, alguien se quedará con una propiedad que ya nadie quiere (¿o no?). 

Este tipo de bienes pueden permitir ganancias desproporcionadas, sin vínculo con la economía real y sin producir riqueza, situación a lo que está acostumbrado el capitalismo financiero en los últimos tiempos y que da señales de una volatilidad preocupante, como demuestran los recientes casos de GameStop o Bitcoin.


Seguidores