Under Pressure x Queen

Presión
Aplastándome
presión aplastándote a ti
ningún hombre la pide.
Bajo presión
Ese fuego que
derriba un edificio
divide a una familia en dos,
pone a l gente en las calles.

La maldita máquina de matar x Billy Bond y la pesada del Rock and Roll

Tengo que derretir esa máquina de matar,
tengo que derretir esa maldita máquina de matar.
Para que nunca más vuelva
a destruir lo que hacemos con amor, amor.

Desencuentro x Almafuerte

Estás desorientado y no sabés,
qué bondi hay que tomar, para seguir.
Y en triste desencuentro con la fé,
querés cruzar el mar, y no podés.
La araña que salvaste te picó.
Qué vas a hacer.
Y el hombre que ayudaste te hizo mal,
dale que vá.
Y todo un carnaval, gritando pisoteó,
la mano fraternal que Dios te dió.

martes, 27 de septiembre de 2016

Colombia inauguró la paz con un acuerdo que une a toda América latina

Santos y Timochenko, el líder de las FARC, firmaron el pacto que desmoviliza a la guerrilla tras medio siglo de conflicto; participaron 12 líderes de la región; el domingo deberá ser refrendado por los colombianos en un referéndum
Santos firmó ayer el acuerdo después de Timochenko
RTAGENA.- El conflicto más antiguo de América latina terminó y, a partir de hoy, la región se encamina hacia una nueva era sin guerras. Después de medio siglo de conflicto, el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sellaron la paz ayer en Cartagena y convirtieron al país en un símbolo de esperanza.
"El mundo tiene una guerra menos y es la de Colombia", clamó el presidente Juan Manuel Santos, minutos después de firmar la paz con el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko". Para entrar en vigor, el acuerdo deberá ser ratificado por los colombianos en un plebiscito el próximo domingo.
La ceremonia se llevó a cabo ante más de 2500 invitados, entre ellos 12 jefes de Estado de la región. Todos los invitados, que se vistieron de blanco como símbolo de la paz, escucharon a dos enemigos por décadas, que lograron lo que parecía imposible: acabar con la violencia que dejó en total ocho millones de víctimas, entre ellas 220.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de campesinos desplazados a las ciudades.
Tras la firma del pacto, un texto de 297 páginas que promueve el desarme de la guerrilla y su transición a la vida política legal, Santos y el número uno de las FARC se estrecharon por primera vez la mano en suelo colombiano, un símbolo del nuevo camino que empieza a transitar el país.
Al tomar el micrófono, Santos les dio la "bienvenida a la democracia" a las FARC. "Hoy, cuando emprenden su camino de regreso a la sociedad; cuando comienzan su tránsito a convertirse en un movimiento político, sin armas (...) como jefe de Estado de la patria que todos amamos les doy la bienvenida a la democracia", precisó Santos.
Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, tras la firma del histórico acuerdo
Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, tras la firma del histórico acuerdo. Foto: Archivo / AFP
El presidente reconoció el trabajo con "seriedad y voluntad" de los guerrilleros encargados de negociar la paz, un complejo proceso iniciado cuatro años atrás en La Habana.
Santos aseguró que, si bien nunca se pondrán "de acuerdo" sobre el "modelo político o económico" que sugieren las FARC, defenderá "con toda la determinación su derecho a expresar sus ideas dentro del régimen democrático".
El líder de la guerrilla, por su parte, auguró una "nueva era de reconciliación y de construcción de la paz" en Colombia. "Que nadie dude de que vamos hacia la política sin armas; preparémonos todos para desarmar las mentes y los corazones", sostuvo Timochenko. "En adelante, la clave está en la implementación de los acuerdos (...) nosotros vamos a cumplir y esperamos que el gobierno cumpla", agregó.
En su discurso, el jefe máximo de las FARC ofreció sus disculpas a las víctimas del conflicto colombiano. "Ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra", dijo. Además, le reconoció al presidente colombiano "sortear con entereza las presiones" para firmar la paz con su organización.
"¡Que Dios bendiga a Colombia! Se acabó la guerra, estamos empezando a construir la paz", agregó el jefe guerrillero. El aplauso de los asistentes interrumpió el mensaje del jefe rebelde, que se sorprendió por el paso de dos aviones de combate. En su rostro se notó el susto por el sonido de los aviones. "Venían a saludar la paz y no a descargar bombas", atinó a decir Timochenko, con ironía.
Tras la firma del acuerdo, rubricado con un "balígrafo"-una bala usada en el conflicto reconvertida en bolígrafo-, Santos se quitó el prendedor con la paloma que vistió en sus camisas durante los últimos meses y se lo regaló a Timochenko, que de inmediato se lo puso en la solapa.
Miles de colombianos en la plaza Bolívar de Bogotá y en otras ciudades del país aplaudieron, festejaron y ondearon banderas mientras veían la firma del acuerdo en pantallas gigantes de televisión. Las autoridades organizaron shows musicales para celebrar la ocasión, que guerrilleros festejaron con conciertos en sus campamentos de la selva.
Ahora los colombianos tendrán la posibilidad de rechazar o avalar el pacto en un referéndum convocado para el domingo. Todas las encuestas pronostican un triunfo del sí, pero si los vaticinios no se cumplieran, el presidente no podrá implementar los acuerdos y el proceso de paz con el grupo rebelde más antiguo del continente quedaría en el limbo.
El acuerdo de paz ha dividido a los colombianos. Muchos, como el ex presidente Álvaro Uribe, se oponen a que los líderes de las FARC, acusados de haber cometido asesinatos, secuestros y abusos sexuales, entre otros delitos, tengan la posibilidad de ocupar cargos políticos.
La firma del acuerdo de paz es el epílogo de casi cuatro años de negociaciones en La Habana, donde delegados del gobierno y de las FARC virtualmente se enclaustraron para solucionar por la vía del diálogo un conflicto que empezó en 1964. La guerrilla aceptó sentarse a negociar con el gobierno luego de sufrir una larga serie de reveses militares que la habían dejado diezmada. Entre ellas, la muerte en un bombardeo de Raúl Reyes, el número dos de las FARC, y la liberación de rehenes de alto perfil, como Ingrid Betancourt.
Tras negociar desde noviembre de 2012 en la capital cubana, las partes anunciaron el pasado 24 de agosto el final exitoso del diálogo.
Ambas partes llegaron a plenos acuerdos en aspectos como desarrollo agrario integral, la participación política de los guerrilleros desmovilizados, la lucha conjunta contra el narcotráfico y la aplicación de un sistema de justicia transicional para castigar a quienes cometieron delitos en el marco del conflicto.

lunes, 26 de septiembre de 2016

La hora de la paz: las FARC ponen fin a medio siglo de lucha armada

Tras cuatro años de negociaciones, Timochenko y el presidente Santos firman hoy en Cartagena el pacto que desmoviliza a la guerrilla; 17 jefes de Estado de todo el mundo estarán presentes
Un guerrillero abrazado por su madre camina con otros rebeldes por los Llanos del Yar, lugar de la cumbre de las FARC
RTAGENA.- Después de medio siglo de violencia, llegó la hora de la paz. Cartagena está lista para la firma final del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que le permitirá al país poner fin al conflicto más antiguo de la región.
En un evento al que asistirán 17 jefes de Estado, rodeado de un inusual dispositivo de seguridad, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", suscribirán hoy el texto de 297 páginas que luego deberá ser refrendado en un plebiscito el próximo domingo.
Con el primer apretón de manos que se den Santos y Timochenko en suelo colombiano, el país iniciará una nueva etapa en la que las FARC defenderán sus ideales marxistas desde la política y no con acciones armadas en la selva.
La histórica jornada se iniciará con un desayuno en el que Santos se reunirá con las fuerzas armadas para agradecerles por su labor en estos 52 años de conflicto. Posteriormente el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, oficiará una misa.
Tras el almuerzo que ofrecerá Santos a los 17 jefes de Estado, 25 cancilleres y más de diez directores de organismos multilaterales invitados, tendrá lugar la ceremonia principal.
Será a partir de las 17 (las 19 de la Argentina) en el Centro de Convenciones de Cartagena. Allí asistirán unos 2500 invitados, cuyas ubicaciones en la platea se determinarán por sorteo, como símbolo de reconciliación.
En el acto central, que durará unos 70 minutos, habrá un homenaje a las víctimas y luego se hará la firma formal del acuerdo de paz, rubricado el pasado 24 de agosto por el gobierno y las FARC en La Habana.
Será el cierre de un capítulo abierto en 2012 en Noruega, donde empezaron las negociaciones de paz, que después prosiguieron en Cuba. Ambos países actuaron como garantes, en tanto que Chile y Venezuela lo hicieron como acompañantes.
Todos ellos estarán representados hoy por sus presidentes, Raúl Castro, Michelle Bachelet y Nicolás Maduro, mientras que por Noruega asistirá su canciller, Borge Brende.
También habrá 120 representantes de la guerrilla que, tras una semana de deliberaciones, el pasado viernes dieron su "respaldo unánime" al acuerdo, así como al fin de su lucha armada y la transformación en movimiento político.
Santos y Timochenko llegaron anteayer a esta ciudad caribeña, cuyo centro es conocido como "la ciudad amurallada" y que hoy estará custodiada por cielo, mar y tierra.
Habrá más de 4000 efectivos de seguridad y 23 aeronaves de la fuerza aérea. Del dispositivo de vigilancia también forman parte cuatro buques de la Fuerza Naval del Caribe y 10 unidades de guardacostas, así como buzos tácticos, que se encargarán de custodiar la bahía de Cartagena. Asimismo, en la ciudad estarán prohibidos el uso de motocicletas, las manifestaciones y la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en espacios públicos.
El acuerdo de paz provocó divisiones entre los colombianos, ya que muchos se oponen a que los líderes de las FARC, acusados de haber cometido asesinatos, masacres, secuestros y abusos sexuales, entre otros delitos, tengan la posibilidad de ocupar cargos políticos.
Sin embargo, el pacto establece que los jefes guerrilleros deberán confesar todos sus crímenes ante un tribunal especial y tener una pena privativa de la libertad de hasta ocho años, antes de poder desempeñar funciones políticas.
La firma del acuerdo de paz abrirá paso a un plebiscito el domingo próximo, en el cual los colombianos votarán si respaldan o no el acuerdo.Para que el documento sea refrendado se necesitan poco más de 4,5 millones de votos de los 35 millones de ciudadanos aptos para sufragar.
Las últimas encuestas indican que un 54% de los colombianos está a favor del acuerdo, frente a un 34% que se opone. El 12% de los consultados desconocía el tema o se abstuvo de responder, según un estudio realizado la semana pasada por la firma Cifras y Conceptos.
En caso de que la consulta tenga resultado positivo, los cerca de 8000 efectivos de las FARC deberán empezar a concentrarse en 27 zonas del país ya definidas durante 180 días, lapso durante el cual deberán entregar sus armas a la ONU.
El acuerdo consta de cinco puntos que recogen las transformaciones que el país necesita para superar las causas del conflicto armado. Entre ellos se contemplan el combate contra el narcotráfico, el acceso y uso de la tierra a través de una política de desarrollo agrario integral, así como la participación política de las FARC.
Se prevé que el partido que surja de las FARC participará en los próximos comicios para tener representación -con voz, pero sin voto- en el Parlamento.
Se cree que la reconciliación entre los colombianos será muy compleja, tras un enfrentamiento que dejó más de 220.000 muertos, 25.000 desaparecidos y cinco millones de campesinos desplazados desde el inicio del conflicto, en 1964.
En los últimos 15 años el ejército colombiano, apoyado por el gobierno de Estados Unidos, desató una ofensiva que diezmó las tropas del movimiento insurgente y provocó el repliegue de sus combatientes sin lograr derrotarlos, lo que llevó finalmente a las partes a sentarse a una mesa de diálogo.
Con la firma del acuerdo final hoy, se extinguirá el movimiento armado más antiguo de América latina. Sólo quedará activo el otro grupo guerrillero más pequeño, el Ejército de Liberación Nacional, con el que el gobierno también planea conversar para alcanzar una paz completa. En una muestra de buena voluntad, esa guerrilla anunció un alto el fuego durante el plebiscito.

Las claves del acuerdo

Reforma rural integral
Busca la transformación rural para cerrar las brechas entre el campo y la ciudad. El gobierno creará un fondo de tierras de distribución gratuita
Alto el fuego y de hostilidades bilateral y definitivo
Incluye el cese de las acciones ofensivas y el compromiso de las FARC de abandonar su lucha armada. Este punto también incluye garantías de seguridad para los ex guerrilleros
Narcotráfico
Busca una nueva visión que dé un tratamiento distinto al fenómeno del consumo, al problema de los cultivos de uso ilícito y a la criminalidad asociada al narcotráfico
Víctimas
Busca el resarcimiento de las personas afectadas por el conflicto armado. Este punto crea el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición
Mecanismos de implementación y verificación
Se crea una comisión de implementación, seguimiento y verificación del acuerdo de paz y de resolución de diferencias, integrada por representantes del gobierno y de las FARC
Participación de los ex guerrilleros en política
Busca ampliar el sistema democrático para permitir que surjan nuevas fuerzas políticas, con garantías para la oposición

El saldo de medio siglo

8.000.000
De personas sufrieron de alguna manera a las FARC
5.712.506
Desplazamientos forzados
27.023
Secuestrados
16.340
Asesinatos selectivos
1982
Masacres
220.000
Asesinatos documentados
25.007
Desaparecidos
6421
Reclutamientos forzados
1754
Víctimas de violencia sexual
Agencias AP, DPA, EFE y Reuters

domingo, 25 de septiembre de 2016

10 reglas de la globalización


Por Mario Rapoport *
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Estos son los diez principios económicos, sociales y políticos que rigen hoy al mundo. La economía está manejada por una suerte de nuevo capitalismo que navega de crisis en crisis, imponiendo una estabilidad ficticia sólo para garantizar la libertad de los movimientos de capital, demoliendo todas las instituciones de las economías de bienestar. También se oponen a la existencia de un gobierno mundial democrático porque su poder y fortuna se basan en las desigualdades del actual. Su único motor es la acumulación en sí misma. Puede decirse que a su modo son populistas con todos aquellos que se benefician con sus políticas, lo que deberíamos llamar populismo del capital.
1 Si aplicamos la matemática de los conjuntos podemos dibujar el mundo dividido en uno principal de ciudadanos ricos y poderosos y muchos otros secundarios de ciudadanos que van de la estrechez económica a la pobreza. En ese primer conjunto se aferran a sus bordes como garrapatas partes pequeñas de los otros conjuntos del mundo desfavorecido ocupando superficies pobladas por grupos minoritarios con riqueza y poder. También una parte de ese primer conjunto se une a los otros compartiendo pobreza y desigualdades.
2 Siempre existió en el pasado este tipo de relaciones, pero antes había una diferenciación más neta entre las elites de poder de uno y otro conjunto. Hoy confluyen en un mismo espacio de ideas y políticas intercambiables aunque sus recursos no sean iguales en lo tecnológico o lo militar. La música que silban es la misma y las maneras en que se mueven entre esfera y esfera no supone la existencia de ningún pasaporte. Que el peso concentrado de esas riquezas no haya todavía producido movimientos sociales tectónicos es un problema que ni la teoría matemática ni la social pudieron resolver. Exige arrojar como lastre para mantener ese mundo en equilibrio a millones de pobres, lo que ocurría más rápidamente en el siglo pasado con las guerras mundiales.
3 La globalización de los mercados no es sino una “anarquía generalizada”, con características claramente negativas en relación a los cada vez más limitados derechos soberanos. El lugar estratégico lo ocupan las multinacionales, principales actores de la globalización, cuyas características son la fragmentación mundial de los procesos de producción, la supremacía de las finanzas, la deslocalización de los servicios y la constante relocalización de sus actividades productivas. La competencia no se da entre una multitud de oferentes y demandantes, como sostenía la teoría neoclásica, sino que esta monopolizada y regulada por las grandes empresas, tanto por sus precios como por sus capacidades de innovación o especulación. En este sentido no se diferencia demasiado del monopolio de los mercados por el fenecido régimen soviético, de allí la rápida adaptación de los países que estaban sujetos a él a esta suerte de capitalismo.
4 No existe más el juego de la oferta y la demanda donde el consumidor se beneficiaba por la posibilidad de elegir entre los distintos productores los bienes que necesitaba. El único mercado que debe ser libre es el de los capitales, que se mueven de un lugar a otro en función de sus vectores de rentabilidad. Las políticas de oferta rigen las reglas de la globalización y crean un conjunto de normas para el conjunto de la sociedad que obliga a los ciudadanos a actuar conforme a ellas. Son menos sangrientas u opresivas que las de los campos de concentración o Gulags pero más insidiosas y se asemejan a los viejos túneles de la Primera Guerra Mundial donde los soldados no podían salir del sendero que le marcaban sus bunkers a riesgo de ser alcanzados por las balas enemigas. Hoy ese sendero a falta de balas está amenazado por crisis y desequilibrios permanentes.
5 Ese conjunto de reglas o leyes definen no solo logros del proceso de acumulación sino también otra sociedad en el cual la superestructura jurídica global es un elemento clave. Los movimientos de capital no actúan dentro de las fronteras de los Estados ni tienen en cuenta las preferencias o necesidades de los habitantes de uno u otro, ni menos aun los poderes negociadores de los sindicatos u organizaciones sociales. Nada en resumen que pueda afectar los intereses de las grandes empresas. Los países tomados individualmente ya no son más un reservorio de mano de obra a la que los dueños del capital están obligados a recurrir por estar radicados allí. No existe la necesidad de mantener a esos trabajadores potenciales en buenas condiciones económicas, se los puede conseguir en otros lados. También se retrae cualquier compromiso anterior con el Estado de Bienestar, la inversión y el consumo interno. Los bienes públicos, “elementos insustituibles de los privados”, como decía Julio Olivera, dejan de existir y el Estado, según Aldo Ferrer, cumple sus funciones reguladoras al revés destruyendo el empleo y el mercado interno. Por el contrario, se favorece la competencia sin límites y el egoísmo, las divisiones sociales y las desigualdades de ingresos, la completa dependencia de los mercados exteriores. Al mismo tiempo se subestima la política y la democracia representativa deja de tener sentido.
6 Para hacer más complejo el panorama del mundo, éste sigue dividido jurídicamente en Estados que teóricamente (en su mayoría) se rigen por un sistema democrático donde cada uno elige con su voto un gobierno. Antes se necesitaba recurrir a amenazas, intervenciones o guerras para influir desde afuera en los distintos países o lugares que podían dañar sus intereses. Ahora les basta en gran medida con el dominio de los medios de información que utilizan los que manejan el llamado poder mundial tanto en los Estados ricos como en los más pobres. Estos últimos son soberanos sólo de nombre. En este sentido son clave las elites locales. La mayoría de los que los dirigen forman parte de esas elites y están vinculados a compañías o entidades transnacionales directa o indirectamente. La justicia no es más local sino global y asociada a ese dominio.
7 No hay que confundir esta globalización con el libre comercio que resulta perjudicado, no beneficiado, por sus características y extensión, y salvo para los grandes países y sobre todo Estados Unidos por más que se concreten diversos tratados multilaterales como los del Pacífico y los del Atlántico. Predomina el intercambio con precios de transferencia entre las empresas multinacionales y continua el proteccionismo de las grandes potencias en sus sectores más débiles como el agrario. Incluso, puede afectar los sistemas de salud y alimentación de aquellos países que los firman. Por eso la oposición de muchos europeos a un Tratado de libre comercio con Estados Unidos. Además de trastocar las tradiciones o costumbres locales implicaría la utilización de productos transgénicos en los alimentos en una Europa donde están prohibidos. Por otra parte, con esta globalización el poder anteriormente contenido dentro de las fronteras del Estado-Nación se ha evaporado yendo hacia el espacio de los flujos de capital, donde la política es permanentemente condicionada y vaciada de todo contenido democrático, no ha través de golpes de Estado sino de la permanente corrupción que genera el sistema. Todas estas cuestiones exacerban el problema de las identidades nacionales y regionales y los nacionalismos neofascistas. Frente a ese poder omnipotente y la ausencia de una democracia real se levantan procesos de división de países y regiones con el surgimiento de movimientos separatistas entre los Estados-Naciones y en el seno de ellos, como el Brexit. Las guerras y conflictos regionales y nacionales han recrudecido así como los atentados terroristas.
8 Desde el punto de vista de la subjetividad ya no interesa la figura del trabajador como fuerza de trabajo o como consumidor. El neoliberalismo trae consigo una dimensión ideológica empresarial pero no puramente mercantil. Si se parte de la ideología del egoísmo y el superhombre de Ayn Ran, no se puede discutir desde la óptica de la solidaridad con los pobres y el Estado juega, en ese sentido, un rol de total indiferencia o favorece directamente a los que más ganan. El destino personal de cada uno depende de sí mismo. Más aún, la relación de los ciudadanos con su vida es análoga a la relación de cada empresario con su propia empresa. Existe una forma distinta de ciudadanía en la que el individuo está afuera de toda norma jurídica de derechos o deberes, salvo el penal, como el ideal de Von Hayek. De allí el rol creciente en los mecanismos de poder de la justicia castigando por doquier a quienes se oponen al sistema. En una “democracia” no delegable y no representativa, si es que tal cosa puede existir, cada uno es responsable de su propia suerte y el ciudadano es en sí mismo una empresa no una fuerza de trabajo en el sentido que le daban los economistas clásicos; su aptitud y/o competencia es un tipo particular de capital humano y su salario es un ingreso que incluye su rentabilidad como capital. Bajo la teoría clásica eran una fuerza de trabajo equiparable a una mercancía y aun siendo explotados podían discutir sus condiciones de trabajo e ingresos. A Henry Ford le interesaba vender sus autos a su asalariados, su acumulación dependía en parte del consumo de éstos. Ahora se considera al trabajador un empresario sin protección alguna (los verdaderos empresarios si la tienen). Su trabajo se valoriza o desvaloriza a lo largo de su vida y deviene un flujo de capital que va a subsistir sólo en aquellos que todavía están en sistema financiado por los bancos. De allí el rol creciente de la tarjetas de crédito y otros instrumentos financieros. Pan de hoy hambre para mañana.
9 Los políticos, distanciados de los que los votaron, están sujetos a la corrupción de las empresas en los negocios del Estado y son cada vez más reemplazados por empresarios que utilizan el Estado para favorecer sin intermediarios su propios intereses de rentabilidad y competencia, manipulando más fácilmente desde ese poder a las poblaciones en función de sus necesidades. Es un tipo de corrupción “interna” en el cual el Estado se transforma en parte de sus propias empresas. Usan los renovados medios de información a su guisa y paladar y dominan el mundo al estilo del Orwell de 1984. No tienen las formas de un Hitler o un Stalin, pero consiguen sus propósitos dominando la mente de la gente. Goebbels los envidiaría. La información y desinformación es su principal arma y el aparato de Justicia el medio del que disponen para terminar con sus adversarios.
10 Por último, es un capitalismo cada vez más de rapiña, basado no en el consumo productivo sino en la intoxicación de la gente desesperada a través del juego financiero y del narcotráfico, y en la mayor fragilidad y fugacidad de los mismos productos (como en la construcción). Distraen a la gente con grandes espectáculos, llámese fútbol u otros, con lo que se parecen a los emperadores romanos. Tiene en sus manos el dinero mundial. ¿Es un mundo sostenible? Sólo por algún tiempo. El hombre ha sabido escapar de los Goulags y hasta resistir los campos concentración. Esta nueva sociedad no durará más que el tiempo que se tomen los ciudadanos para derrotar una cultura que los ha separado entre ellos para mejor dominarlos. Como dijo Karl Polanyi las sociedades no se suicidan. Son volcanes que parecen apagados, pero la efervescencia corre por dentro hasta que su lava resurge un día con toda la potencia acumulada por las heridas causadas en el torrente sanguíneo del tejido social
* Profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires.
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