Under Pressure x Queen

Presión
Aplastándome
presión aplastándote a ti
ningún hombre la pide.
Bajo presión
Ese fuego que
derriba un edificio
divide a una familia en dos,
pone a l gente en las calles.

La maldita máquina de matar x Billy Bond y la pesada del Rock and Roll

Tengo que derretir esa máquina de matar,
tengo que derretir esa maldita máquina de matar.
Para que nunca más vuelva
a destruir lo que hacemos con amor, amor.

Desencuentro x Almafuerte

Estás desorientado y no sabés,
qué bondi hay que tomar, para seguir.
Y en triste desencuentro con la fé,
querés cruzar el mar, y no podés.
La araña que salvaste te picó.
Qué vas a hacer.
Y el hombre que ayudaste te hizo mal,
dale que vá.
Y todo un carnaval, gritando pisoteó,
la mano fraternal que Dios te dió.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Carta Abierta 17_Buitres y halcones

CARTA ABIERTA 17, EL DOCUMENTO SOBRE LA “AGRESION FINANCIERA” CONTRA EL PAIS

Buitres y halcones: crítica de la economía política del capitalismo de la globalización

/fotos/20140928/notas/na17fo11.jpg
1 Siempre la realidad se juega a varias puntas y en varios paños. Si en Wall Street observamos, bajo el poderoso influjo de un nombre que provocó novelas, películas, teorías económicas y metáforas diversas sobre el capitalismo, la nueva actuación de un dominio financiero aliado a perfeccionados roles de viciadas prácticas judiciales, a miles de kilómetros de distancia, en el escenario social, comunicacional y de circulación de nuestra ruta Panamericana, vemos una discusión ostensible sobre los derechos sociales que emanan de las diversas situaciones que se producen ante decisiones de gerencias empresariales. Wall Street y la Panamericana son dos teatros políticos que pueden pensarse conjuntamente.
2 Es evidente un nuevo giro del capitalismo financiero, que ya no es el que oportunamente describiera Hilferding con su interesante pero ya extemporáneo realismo crítico. Decía este autor, que fue ministro de Economía en la República del Weimar, en la Alemania de fines de la década del ‘20, que “la dominación sobre la producción social queda en manos de una oligarquía”, lo que en un ciclo de larga duración se ha convertido en un concepto diferente y ya constituido respecto de lo que se debe llamar “producción social”. En esta época a la que aún le falta nombre, pero a la cual no le sería indiferente el de capitalismo de la globalización, encontramos una novedosísima alianza entre el poder comunicacional, las guerras localizadas de extremo salvajismo, las guerras interreligiosas que se realizan en territorios con instalaciones petroleras y represas hidroeléctricas, los dictámenes jurídicos inherentes a una nueva clase estamental de la especulación en segundo grado. Se trata ésta de un tipo de especulación sobre la especulación, formándose fondos de acreencias que se tornan maniobras de ataque jurídico contra naciones soberanas que repentinamente asisten al proyecto de mengua de su soberanía ante un nuevo poder agresivo, no militar sino que recurre a arbitrios jurídicos propios de una legalidad inquisitorial. La dependencia, como la articulación en una estructura única de países desarrollados y subdesarrollados, en virtud de la capacidad endógena o inducida de crecimiento, cuya ruptura sería posible a través de la participación política de grupos sociales antes marginados, ahora incluye mayores sumisiones superestructurales como la subsunción jurídica en una legalidad global manejada por los centros imperiales y la “integración financiera”.
3 Muchas veces se habló de ciudadanía, espacio cívico de debates y ágoras comunicacionales democráticas. Valoramos todas estas tesis que provienen de una esperanzada teoría democrática que resurgiera en los años ‘80 del siglo pasado. Pero es evidente que esos saberes redescubiertos, bajo los cuales funcionó el alfonsinismo, predicando el imperio de reglas constitutivas, comenzaron a debilitarse durante los años en que se percibió que las actividades de corporaciones internacionales y nacionales, que junto a los medios a los que pertenecían o contribuían a otorgarles densidad simbólica y operativa –ellas mismas redefinidas según estilos corporativos que interferían severamente en los libres flujos económicos que supuestamente informaban su esencia última–, convertían en relativos y ornamentales las creencias en un libro que versara sobre sociedad de producción y consumo. En esa reacción se juzgó que la existencia de grandes colectividades mediáticas y empresariales, nuevas economías basadas en el avance de artificios biológicos –como la semilla transgénica– sobre la concepción del territorio fértil como granero alimentario mundial, añadiéndose a esto nuevos nódulos que posibilitaban la producción de mercancías, imágenes, enunciados sobre el vivir de “alta gama” –según la expresión impuesta por la lengua creada por las grandes agencias mundiales que manipulan el consumo colectivo– tuvo su contrapartida social, el flujo de individuos desterritorializados, sin vivienda o con su vida precaria como campo de operaciones de las policías metropolitanas y gendarmerías, en operaciones violentas de desalojo o, por otra parte, de grupos de economías alternativas que incluyen las drogas sintéticas, el tráfico de armas o el lavado de dinero en áreas marginales al sistema económico central, pero funcionales a éste. Es la productividad en las chatarras de la ilegalidad, que generan sociedades paralelas funcionales a la razón económica dominante, acompañadas de poderes armados, complicidades diversas y capturas de sectores desabrigados de la población, con los que se suele cerrar un círculo vicioso, pues cuando se los desterritorializa, se olvida que son víctimas de un sistema que los transcribe como indigentes para luego demonizarlos al borde del prejuicio segregacionista. Para ello se busca suscitar las reacciones más agazapadas en la oscuridad de las conciencias, usando gentilicios habituales, de valor fraterno, como “chilenos” y “paraguayos”, pero para invertirlos. Y así los hacen sinónimos de una amenaza difusa, que posteriormente sirve para justificar tremendos y reprobables conceptos, como el de “deportación”. ¿Es que se habla contra las derechas utilizando los mismos conceptos de las derechas?
4 No es así como todos esperamos que se traten las necesidades y carencias de sectores de la población que son víctimas antes que agentes de actos furtivos o comercios ilegales. Si en los funcionarios del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y de otros territorios del interior donde no se democratizaron las fuerzas policiales durante 30 años, estas conductas no dejan de ser previsibles, son inaceptables en las voces que representan al gobierno nacional. Son inaceptables porque no podemos ignorar que el discurso de esas derechas capta adeptos cuando estigmatiza a los jóvenes por su sola condición de tales, propicia la indispensabilidad de vigilar y castigar hasta a niños en edad escolar y se vale del poder mediático para condenar a las víctimas de delitos sexuales por su condición de mujer, bella o adolescente.
5 Son inaceptables y contradictorias con las políticas axiales del kirchnerismo. El camino recorrido de inclusión y de avances hacia una mayor igualdad, es sólo el tramo inicial de un Proyecto que hoy necesita y quiere afirmar y radicalizar formas de intervención pública para poner límite a los procesos de concentración económica y defender conquistas distributivas. La élite del gran empresariado que ha recolectado grandes ganancias durante una década de recuperación económica, crecimiento industrial, aumento de la productividad de los trabajadores, excelentes precios para la exportación de granos y una política que consiguió el predominio de la actividad productiva por sobre la lógica de la valorización financiera, resiste ahora una necesaria regulación que procura un reparto más justo de la riqueza y los ingresos. Los proyectos de leyes sobre “relaciones de producción y consumo” van en la dirección de democratizar la economía, que proviene de la decisión de los representantes del pueblo sobre precios, salarios, márgenes de ganancias y garantías de abastecimiento. Sustraer al mercado de esa intervención democrática es una pretensión empresaria de apropiarse de beneficios extraordinarios obtenidos sobre la base de sumergir en la pobreza y la indigencia a las mayorías populares. Controlar la inflación, que no es una plaga sino una cuestión social, tiene dos caminos: el elegido de democratizar la economía o el ajuste neoliberal que sacraliza al mercado, deja los precios y las tasas de ganancias a la “libertad” del gran empresariado y promueve un “retiro” del Estado predicando la baja del gasto público. Pero la coyuntura exige aún más: establecer un dispositivo de una más intensa y decisiva participación estatal en todas las esferas del Comercio Exterior para defender una cuestión clave para la autonomía económica: el dominio y defensa de las reservas en divisas. Otras reformas resultan necesarias para garantizar la hegemonía del poder ciudadano en la economía, como el cambio de la Ley de Entidades Financieras, para tomar el control de una esfera que en los últimos años ha sido un ámbito de permanentes medidas especulativas para la desestabilización cambiaria, y la siempre pendiente reforma tributaria que construya un régimen con vocación redistributiva. Estos nuevos escalones engrosarían todo lo hecho en la dirección transformadora nacional-popular en once años en que se sucedieron medidas reparatorias de derechos sociales y decisiones para la reinstalación del activismo estatal, siendo sus hitos emblemáticos la AUH, la reconstrucción de un sistema estatal jubilatorio de reparto, la ley del matrimonio igualitario, la ley de medios y la estatización de YPF. Pero la política que las abrazó a todas e impregnó y organizó el sentido de la época fue la de Derechos Humanos, que constituyó un hecho literalmente revolucionario, no solamente en el país, sino a nivel continental y mundial con iniciativas, procedimientos y resultados que avanzaron en el objetivo del “nunca más” a través de un trípode que más que una consigna fue el eje de esa política: “Memoria, Verdad y Justicia”. De ella fluye el espíritu que impregnó el sentido enérgico e irreductible del kirchnerismo. Porque es la fuente del fuego que envolvió una experiencia política. La fidelidad a la misma no admite la resignación ni la contemplación de la vida social como una naturalización de la correlación de fuerzas. El rechazo, a poco de asumir, al plan del bloque de poder que le presentara el diario La Nación, por parte del presidente Kirchner, y que incluía la impunidad del genocidio, fue la materialización de lo que expresara el estadista a principios del siglo XXI cuando asumiera: “No voy a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada”. Así se quebraron décadas de hegemonía “posibilista” que cultivaba un falso realismo naturalizante de las relaciones de poder, internas e internacionales, y se reinstalaba la premisa de la creencia en el gobernante como sujeto de cambios, como portador de un programa, como militante de convicciones, como encarnador de la voluntad popular de cambio, sustituyendo al político-burócrata lector de encuestas y sometido al dispositivo de supuestas realidades de ciudadanías pasivas y domesticadas, consumidoras de candidatos y slogans publicitarios que devaluaban a la política, para dejar a ésta siempre en el mismo lugar: el del beneficio a los poderosos.
Hoy, luego de once años vivimos un momento de extremo riesgo. Por primera vez el bloque de los poderosos, de los que portan el poder económico y el proyecto de articularse con el capitalismo de la globalización, aunados con una oposición política, en la que la mayoría de sus referentes abrevan en ese viejo posibilismo acomodaticio desplazado –basta ver cómo sin ideas ni identidades mudaron del oficialismo a la oposición y navegaron sin destino fijo entre las distintas variantes de la misma– ha generado una colusión de intereses para derrotar al Proyecto nacional y popular, para ahogar la hora de las transformaciones y reinsertar al país en la “normalidad” del apoliticismo, la desabrida gestión de lo público como si se tratara de lo privado, y la resignación a la lógica de un país obediente del poder de las potencias. Servilismo indigno que ninguna ventaja económica justifica. Sentido “práctico” del consumidor pasivo, del hombre sumiso y la Nación humillada. Esta es la amenaza. La sustitución abrupta de una épica por la desmovilización de los cuerpos y las ideas. Nuevas y viejas derechas encarnan este peligro de restauración de la Argentina neoliberal, de la pobreza material y espiritual, que enuncian promesas alimentadas en las esperanzas sobre las inversiones y préstamos extranjeros y alientan ilusiones sobre la magia mercantil, alienando a las subjetividades de la participación en la construcción de su propio destino, mientras reclaman por alabanzas y conductas que seduzcan a esos supuestos agentes del progreso ordenado. La Argentina de la mediocre certidumbre y la desesperanza. Este es el peligro que acecha.
6 Continuar con las políticas nacionales y populares de emancipación significa el pueblo en las calles, su presencia siempre activa en el espacio público bajo las diversas formas que la creatividad popular suele generar. La opción democrática demanda una enérgica participación popular. Sin esa creativa movilización social la nueva oligarquía empresaria presionará, dilatará, judicializará, aterrorizará con campañas mediáticas para hacer fracasar la justicia social buscada por las decisiones prudentes y renovadas de intervención pública. El discurso de un país normalizado para desmovilizar bajo el pretexto conceptual que el activismo social es un recurso extremo de épocas excepcionales, es una lectura no ajena a las reflexiones sobre el fin de ciclo, expresión que involucra menos a un gobierno que a un estilo de país más justo. Consolidar se consigue al avanzar hacia más reformas, afirmando la dirección emprendida. Un rumbo democratizante y con autoexamen genuino de la potencialidad popular. Por eso el pueblo, la apelación no trivial ni costumbrista de convocar al pueblo al ágora pública, el estímulo de la protesta justa y la tolerancia, debate y disuasión con aquélla que abreva en la incomprensión de los procesos populares. Frente al reclamo popular, fuerzas de seguridad sin armas y política de seguridad democrática efectivamente aplicada en todo el territorio nacional, como entendía Néstor Kirchner.
7 Podrían verse los dramas sociales de la periferias de las periferias (económicas, urbanas, habitacionales) como una tragedia social que ocurre en la otra punta del gran escenario en que se debaten los destinos efectivos de los países. No resulta fácil detectar el cambio de situación en el seno de la globalización –concentración de pulsiones bruscamente unificadas de consumo de símbolos culturales en mundo políticos multipolares en lucha, con zonas ineluctables en guerras de carácter también novedoso, incluso en su ascenso a niveles desconocidos de crueldad–, con convenios de control financiero que se hallan en los nuevos tratos que permite la mundialización de los nodos de la mercancía (judiciales y económicos) que son parte de la reproductibilidad del capital desmaterializado: sólo son formas de captura de beneficios bajo la acción de un subproducto original del neocapitalismo, que su alianza privilegiada con sectores del poder judicial central, sella ahora un poder punitivo nuevo, bajo la forma de una gendarmería judicial mundial y nuevas coaliciones militares que instalan conflictos tácitos que luego se vuelve “necesario” reprimir con sofisticados armamentos que reinician el círculo geopolítico de apoyo a grupos que reconfiguran territorios y luego a grupos que vuelven a reconfigurarlo en sentido inverso.
8 La expresión gendarmería proviene del francés gens d’armes, milicia del señor feudal, que al pasar a las naciones modernas cumple funciones de resguardo de sus Estados, pero en sus diversas distorsiones, asistimos ahora a su máxima estribación. La actuación de las gens d’armes en los más concentrados gabinetes judiciales de Wall Street, donde el lenguaje de las finanzas se puede resumir ahora en amenazantes y lacónicas sentencias judiciales, que distorsionan acuerdos de pago sobre las deudas soberanas hechos en términos del lenguaje capitalista heredado, y que ahora parece escaso ante la nueva gendarmería judicial-financiera que recorre el mundo con su apocaliptico mensaje. Ni siquiera el viejo capitalismo, cuya proterva historia podemos visualizar desde la Liga Hanseática de los remotos tiempos hasta los acuerdos de Bretton Woods, es una cápsula válida para contener estos nuevos impulsos irracionales que le quitan un núcleo de realidad productiva que tenía el capitalismo arcaico, para situar la nueva lógica irracional en un reproductivismo de un mundo sin naciones, sólo regulado por la nueva división en regiones financieras de endeudamiento comprendido como nueva forma de mando imperial. Incluso las nuevas guerras, aparentemente aisladas de este nuevo giro brutal de la historia financiera de la modernidad, no se hallan al margen de estos dispositivos pues el control de poblaciones, la devastación de formas de vida, la destrucción de ciudades, la invocación de excedentes teológicos para pensar dominios territoriales donde la moneda de cambio es el señorío de represas o reservas petrolíferas, todos ellos son hechos que hacen contrapunto a la autocracia avasalladora que se ha instalado en agencias de nuevo tipo, llegando ahora su cúspide con la alianza conceptual con jueces de inferior jerarquía de la justicia ordinaria, pero altos cuadros simbólicos de los holdouts que así llegan al ápice de su éxtasis cuando contratan permutas de incumplimiento o Swaps (promesas de canje a futuro), una clase de seguro con el que obtienen ingresos adicionales en caso del cese de los pagos.
9 La globalización en los intersticios de la vida cotidiana no sólo significa que los viejos liberalismos ya están adosados a ella, sino que muchos dignos pensamientos progresistas o de izquierda, sin que ellos les quite razones en lo específico, son formas reproductivas complejas de esas lógicas globalizantes, porque aceptan alianzas implícitas con los medios, que festejan que así se complete el ataque por todos los flancos a los gobiernos populares, que aun mostrando no pocos aspectos deficientes y reprobables están en posición de actuar menos subordinados a los poderes mundiales –el viejo imperialismo que alguna izquierda criticaba y frente al cual hoy calla–. Existen partidos y alianzas políticas que se prestan a ser operadores de diversos signos de la nueva economía política del neocapitalismo –gendarmerías financieras y finanzas con continuidad por otros medios en oscuras guerras profundamente inhumanas–. Ser de derecha o de izquierda hoy es serlo en segundo grado. Pensamientos tradicionalistas, como el de algunos sectores de la Iglesia, captan los nuevos riesgos de la actualidad mundial, izquierdas de la tradición revolucionaria puntualizan temas en sí mismos legítimos que se recolectan en la gran bolsa de valores de las derechas en batalla. Esta captura toda clase de temas, ve disolución en la familia si se aprueba un nuevo sistema más justo de notas en las escuelas secundarias, y en nombre de un legítimo reclamo de evitar despidos fabriles omite lo que en otros tiempos parecía ser un juicio –una “cosmovisión” se lo llamaba– sobre el estado real de las fuerzas que están diseñando un mundo sin naciones, pero no para mejorarlas, sino para ponerlos al mando de un nuevo formulismo de hegemonías imperiales, que no pueden ser detectadas con nuestros viejos recursos terminológicos.
10 Argentina promueve un cambio de época. Agredida por esos fondos buitre, arietes de la financiarización, ha desplegado actitudes, leyes, discursos y convocatorias que enfrentan los dispositivos del neoliberalismo. La decisión de no acudir en cumplimiento de una sentencia de la justicia imperial –cuya argumentación arbitraria devela una grosera ruptura con la formal igualdad ante la ley instituyendo que el capital usurario y depredador siempre tiene razón–, la sanción de la ley que dispone el pago soberano, las auditorías sobre el origen de la deuda externa y la remoción de funciones a bancos extranjeros que se someten a órdenes extraterritoriales incumpliendo con los compromisos contraídos con el país constituyen actos de soberanía nacional que resisten al capitalismo de la globalización y la superestructura jurídica que éste requiere. No menos corrosivo para este régimen de expoliación financiera es el debate que se ha introducido, sea en ámbitos institucionales que las potencias hegemónicas vienen devaluando sistemáticamente o en otros nuevos, creados en América Latina por los vientos de una década de renovado espíritu emancipatorio. La histórica votación en la Asamblea de la ONU –donde un país equivale a un voto– produce un mapa que grafica el sentido del resultado y revela la voluntad de impugnación sobre el orden establecido que expresaron la abrumadora mayoría de América del Sur, Asia y Africa, mientras se dejó ver en las abstenciones la preocupada queja de la Europa, alcanzada por una crisis que no ceja. Mapa y sentido que evocan al movimiento de los NO ALINEADOS, en el nuevo emerger de las naciones periféricas y dan cuenta de un liderazgo de la Presidenta argentina –sus recientes discursos en la ONU lo ratifican–, en el surgimiento de nuevos vientos de una institucionalidad rebelde y resistente al poder del Norte. Las declaraciones de la Unasur, el Mercosur, la Aladi, y hasta de la vieja OEA, han sido efectuadas rechazando el paradigma de Estados Unidos y sus socios prestamistas (Alemania, Japón, Gran Bretaña) que presionan por derivar los temas económicos, financieros y otros tantos que son clave para la vida de los pueblos, a organismos multilaterales con voto calificado –como el FMI– o de resoluciones por consenso, como en el G20, donde se omite la disidencia bajo el ropaje de unanimidades que velan la hegemonía de los más poderosos. Vientos también significados por la lucha contra la territorialidad judicial en los países emisores de divisas sobre las reestructuraciones de deuda soberana de las naciones periféricas y por los nuevos bríos de una creciente multipolaridad –siendo un dato clave la decisión de los Brics de crear sus propios Banco de Desarrollo y Fondo de Reservas– que combata la lógica hegemónica del neoliberalismo financiarizador, una transformación que deberá incluir el fortalecimiento de la institucionalidad regional y la denuncia de los TLC y los TBI por parte de los países del Sur. Continúa, también, siendo imprescindible el abandono del Ciadi.
11 Todo esto merece nuevas convocatorias a que los movimientos populares de todo el mundo se mancomunen en torno a diseñar un nuevo tipo de humanidad autorreflexiva y de naciones justas, en lucha democrática contra los nuevos productos de la globalización, con sus alas encarnadas en el vuelo avizor de los nuevos estilos comunicacionales, que capturan excedentes pulsionales, así como estos fondos buitre, bien definidos por Cristina Fernández como “depredadores sociales globales”, se apoderan de bienes nacionales a través de alianzas genéricas de carácter económico y judicial, en general tramadas en los secretos gabinetes de la meta-especulación financiera.
12 Para combatirlos es necesario organizar nuevos estilos políticos de convocatoria, que no desdeñen un hilván épico, pero sin desmedro del análisis económico y geopolítico de las nuevas implicancias de estas acciones depredadoras. En las amplias alianzas sociales y nacionales que esto implica, será necesario entonces que la interpretación del conflicto social como los que habitualmente ocurren al costado de la ruta Panamericana –flujo vital, económico, poblacional, simbólico, técnico, laboral– no se presten a los habituales considerandos de un macartismo fuera de tono, de historia y de lugar, proferidos por aquellos dirigentes sindicales cuya representatividad política está perimida hace algunas décadas. Es necesario también examinar todo conflicto social por la protección del trabajo, como una de las extremidades de una totalidad escindida, pero totalidad al fin, en la que se ha convertido el mundo global, con la emergencia de estos tópicos de dominio, que crecen peligrosa, amenazante y destructivamente, sobre la economía, la paz y la vida de los pueblos.
13 Irrumpen en este escenario, entusiastas y masivos, actos públicos de los movimientos políticos del kirchnerismo que sostienen las hipótesis del encaminamiento a nuevos mojones y de la irreversibilidad de lo conquistado en estos años. Toda historia tiene muchas fuerzas que se muestran y cesan: se quiere afirmar un deseo de custodia eminente sobre el rumbo complejo de lo actuado. Marchan a una construcción política de mayor densidad, de una mayor actividad, de un mayor anclaje social que inevitablemente confrontará, previamente a la disputa en las urnas, cotidianamente para sostener la continuidad de políticas populares hoy atacadas por quienes quieren sustituirlas antes de la elección ciudadana. Habrá que enfrentar provocaciones de todo tipo, presiones devaluatorias e intentos de saquear el bolsillo popular con carestías y desabastecimientos. En el “mientras tanto” la Presidenta mantiene la iniciativa política, promueve el debate y la sanción de necesarias leyes, pone en marcha nuevas políticas de inclusión, jerarquizando el rol del Estado en la distribución justa de la renta material y simbólica. Aun son muchas las tareas pendientes, las que se podrán concretar solo a condición de la continuidad de este Proyecto Político, que no es incompatible con esta Constitución, ni las Constituciones incompatibles con la capacidad de cada época de rediscutirlas, no para eternizar ninguna figura, sino para ligar temas centrales de la vida social con arquitecturas legales modernas.
El desemboque deberá ser una alternativa que convoque a votar por lo que ha sido el signo para las transformaciones reclamadas por la voluntad popular, sin concesiones a los grupos de poder concentrado que bregan por “compartir”, limitar y condicionar las decisiones del poder soberano. Alternativa por la continuidad de una época de gobiernos, de experiencias populares y de vivencia nacional que nos compromete con la Historia, con la aspiración de que la escritura que los relate y los describa reconozca hechos valiosos, conductas dignas y transformaciones sustantivas.
14 Autonomía, autogobierno, democracia es un grito de resistencia necesario en un momento argentino crucial en que el bloque de poder económico se aunó en pos de imponer un fin de ciclo, que no se refiere a un gobierno constitucional meramente, sino al proyecto de fondo de devolver el país a las grandes fuerzas económicas financiero-comunicacionales reinstalando un institucionalismo vicario. Sin velo se le alinean las alternativas políticas con las que se someten a los institucionalismos locales y regionales. Porque de eso se trata la puja actual: cerrar o seguir abriendo el espacio para un proyecto e ideales que lo sostienen. Más políticas de transformación o disciplinamiento y “normalización”. Más Estado y más empresas públicas o una plétora de capitales ingresando anárquicamente que retome el sobreendeudamiento y las condicionalidades del capitalismo de la globalización. Diversificación productiva –atravesada por el aporte local de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación– o especialización reprimarizadora. Avance en la igualdad o sometimiento a la polarización social naturalizada por la decisión privada no interferida. Voluntad popular o poder de las corporaciones. Son contradicciones y encrucijadas que atraviesan al subcontinente, cuya inminencia dramática tendrá un punto crítico en los próximos comicios brasileños, en los que el capitalismo de la globalización capturó una alternativa electoral que desafía la continuidad misma de la construcción de unidad latinoamericana. También el Frente Amplio en Uruguay afrontará una elección complicada. Como decíamos en “Defensa e Independencia” –una Carta anterior– nos sentimos navegando en una tormenta, con dificultades inmensas, y sin embargo con voluntad y actitud para militar la continuidad del Proyecto, por su sentido que excede la simple sumatoria de numerosas virtudes, éxitos y defectos y ausencias. Por eso sin ahorrarnos las críticas sobre estos últimos, ni el elogio sobre las primeras, nos involucramos como parte, como intelectuales posicionados por ese sentido de autonomía de una experiencia nacional y popular que lidia con las voluntades de las minorías poderosas. Acto que, entendemos y sentimos, se nutre en el gen más antiguo –y sustancial– de la democracia, que hoy se actualiza y enriquece por los proyectos transformadores de las experiencias argentinas y latinoamericana.
© 2000-2014 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

sábado, 27 de septiembre de 2014

Burguesía Nacional

PRESENTACION DEL LIBRO SOBRE GANADORES Y PERDEDORES EN LA CUPULA EMPRESARIA

Radiografía de la burguesía

Los investigadores Schorr, Gaggero y Wainer presentaron el libro que retrata qué pasó con los principales conglomerados empresarios desde la salida de la convertibilidad y cuáles fueron las razones de los ascensos y descensos de esos holdings.

Por Javier Lewkowicz
/fotos/20140927/notas/na10fo01.jpg
Alejandro Gaggero, Andrés Wainer, Martín Schorr, Ana Castellani, Ricardo Aronskind y Alberto Bonnet.
¿Qué empresas ganaron más plata en la última década?, ¿a quiénes no les fue tan bien?, ¿cómo se para la academia frente a los nuevos grupos económicos que crecieron de la mano del kirchnerismo? ¿Qué dirigencia empresarial tenemos y en qué medida pueden impulsar el desarrollo económico nacional? Esos son algunos de los interrogantes que los economistas Martín Schorr, Alejandro Gaggero y Andrés Wainer intentan responder en su libro Restricción eterna: el poder económico durante el kirchnerismo. Días atrás, reunidos para la presentación de ese trabajo, Ricardo Aronskind, Ana Castellani y Alberto Bonnet, tres investigadores de las elites argentinas, protagonizaron junto a los autores un interesante y necesario debate sobre ese grupo social heterogéneo, contradictorio y fundamental como es la burguesía nacional. Página/12 asistió al encuentro y reproduce en esta nota algunos pasajes del libro y de la charla.

Los actores

El libro de Schorr, Gaggero y Wainer define conjuntos de ganadores y perdedores entre los conglomerados nacionales desde la salida de la convertibilidad. Dentro de los primeros, doce grupos empresarios aumentaron su participación dentro de la cúpula. Se trata de Urquía, Vicentín y Navilli (aceites y harinas), Mastellone (lácteos), Ledesma (azúcar y derivados), Arcor (golosinas y alimentos), Roggio (construcción y servicios públicos), BGH (electrodomésticos y electrónica de consumo), OSDE (medicina prepaga), Braun (actividades comerciales), Sadesa (productor de cueros) y Pescarmona (maquinarias y grandes obras de infraestructura). Techint, Clarín y Madanes (Aluar) mantuvieron su peso entre los grupos locales de la cúpula (las 200 firmas líderes), en el orden del 17 por ciento de las ventas de ese conjunto. En el caso de Techint, el estudio sólo abarca a las firmas nacionales del grupo; no toma en consideración su expansión en el exterior.
En cambio, hay 14 grupos que dejaron de tener presencia en la elite entre 2001 y 2012. En los casos de Fortabat, Bemberg, Acevedo, Peñaflor, Rohm, Garovaglio y Zorraquín, ese movimiento se explica porque vendieron sus empresas más importantes a capitales extranjeros, mientras que Macri, Cirigliano, Barracas, La Nación, Williner, Backchellian, Agrocom y Gualtieri perdieron posiciones en ventas. En los casos de los grupos Pérez Companc, Eurnekian, Sancor, Temis Lostaló y Roemmers se verifica una reducción en su participación en la cúpula.
En el costado opuesto aparecen los holdings que ingresaron en la cúpula empresarial en estos años. Figuran ODS de Calcaterra, Caputo, José Cartellone e IRSA (construcción privada y pública), Pampa Holding, Electroingeniería e Indalo de Cristóbal López (sector energético y espacios privilegiados de acumulación como concesiones de obras de infraestructura y juegos de azar), Bagó e Insud (sector farmacéutico). En 2012, estos conglomerados explicaban el 4 por ciento en la facturación global y del 18 por ciento de las ventas de la cúpula.

El debate

“Los grupos nacionales que mejoraron su desempeño son los que lograron una inserción internacional exitosa o los que se ampararon en la actividad estatal. ¿Cuán de nuevo es el modo de expansión y consolidación de esta nueva fracción de la burguesía nacional? Se percibe que hay una lógica de articulación con el Estado similar a experiencias anteriores. Y aparece la obra pública como gran articulador de ámbitos privados de acumulación”, planteó Ana Castellani, investigadora del Conicet y de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).
Bonnet, especialista de la Universidad de Quilmes (UNQ), advirtió que las comparaciones con el modelo coreano son muchas veces engañosas. “Habrá que discutir si es deseable ese esquema. Uno compra o deja de comprar el paquete entero. Ellos tuvieron industrialización con represión feroz en el marco de una dictadura. Es un modelo inaplicable aquí, pero además indeseable.”
Aronskind, investigador de la Universidad General Sarmiento (UNGS), subrayó que “no hay un trabajo definitivo que nos explique por qué ocurrió la venta masiva de empresas argentinas al capital extranjero. Eso nos permitiría comprender mejor a la burguesía nacional”. Advirtió, además, que “desarrollo con equidad es distinto del crecimiento con inclusión, que parece ser lo máximo que se puede alcanzar con esta burguesía”. Por otro lado, marcó que “de ninguna forma diría que estamos ante cambios cualitativos, pero tampoco que hay una continuidad lineal con los ’90 en términos de concentración y extranjerización de la economía. Al analizar los datos del trabajo, yo percibo quiebres de tendencias”, en una postura diferente de la de los autores.
En el plano de la inserción política del empresariado en el aparato estatal, Castellani advirtió fuertes diferencias con respecto a los ’90. “La exasperación y conflictividad del empresariado en estos años, especialmente en los últimos dos, expresa dificultades para la acción política preferida por ellos, que es el lobby. La simbiosis de décadas anteriores, en las cuales la elite empresaria era en realidad la misma que la estatal, hoy está quebrada. Entonces aparece como factor aglutinante ese ‘no pasarán’ que plantean los empresarios. No quieren que el Estado los discipline.”
© 2000-2014 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

domingo, 21 de septiembre de 2014

escoceses, seguir cantando el himno inglés

EL “NO” A LA INDEPENDENCIA GANO POR DIEZ PUNTOS TRAS LA PROMESA BRITANICA DE “DEVOLVER” PODERES A EDIMBURGO

Escocia sigue en el Reino pero con más autonomía

El primer ministro aprovechó la ventaja para dar el tema por saldado for ever, pero el renunciante ministro principal de Escocia dejó en claro que, a pesar del resultado del referendo, “el sueño de la independencia no se extinguirá nunca”.

Por Marcelo Justo
/fotos/20140920/notas/na21fo10.jpg
Partidarios del “no” celebran el triunfo de la postura unionista y contraria a la independencia de Escocia.
Desde Londres
David Cameron dio un gigantesco suspiro de alivio y los mercados festejaron con una subida de las acciones y del precio de la libra esterlina ante el triunfo del “no” a la independencia en el referendo de Escocia. El primer ministro aprovechó una ventaja de 10 puntos para dar el tema por saldado for ever. “No puede haber más debates ni nuevos referendos. Hemos escuchado la voz del pueblo escocés y es definitivo”, dijo Cameron en las puertas de 10 Downing Street.
El resultado determinó la renuncia del ministro principal de Escocia y líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Alex Salmond, quien dejó en claro que el resultado del referendo no es for ever. “Mi tiempo como líder ha terminado, pero el sueño de la independencia no se extinguirá nunca. Acepto el veredicto de los escoceses y espero que los escoceses también lo acepten. Espero ahora que los tres partidos honren las promesas de maxidevolución de poderes a Escocia”, dijo Salmond.
Salmond, que fue líder del SNP por 20 años y ministro principal por siete, abandonará su puesto en el congreso anual partidario en noviembre. La casi segura sustituta sería la número dos del SNP, Nicola Sturgeon, quien forma parte de la izquierda partidaria y tiene una posición más dura en relación con la independencia, aunque quizás le falte la legendaria muñeca política de Salmond (ver recuadro).
Cameron, Salmond y la reina Isabel II, que reina pero no gobierna, coincidieron en un llamamiento a la unidad después de una elección que polarizó como nunca antes al electorado. El 55,3 por ciento por el “sí” y el 44,7 por ciento por el “no” sólo se definió el jueves mismo luego de que la coalición conservadora-liberal demócrata y la oposición laborista prometieran una “maxidevolución” que sube la actual autonomía un par de peldaños hasta un pleno federalismo.
Cameron indicó que el proyecto de ley sobre “maxidevolución” estaría listo en enero, pero planteó condicionalidades que no había mencionado durante la campaña. “Hemos escuchado la voz de Escocia. Ahora millones de ingleses tienen que hablar. Una parte vital del futuro será que alcancemos un acuerdo equilibrado, que sea justo para Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte”, señaló el primer ministro.
Nada de esto figuró en el compromiso de mayor “devolución” que adoptaron a días del referendo Cameron, su viceprimer ministro, el liberal demócrata Nicke Clegg, y el jefe de la oposición, el laborista Ed Miliband, y que promovió el político más popular del “no”, el ex primer ministro laborista Gordon Brown. En su conferencia de prensa, Salmond se lo recordó al primer ministro al revelar el contenido de la conversación telefónica que habían tenido en el curso de la jornada. “El primer ministro no se quiso comprometer a que la ley diera los pasos fundamentales del proceso parlamentario para el 27 de marzo, tal como lo había prometido Gordon Brown. Sospecho que no puede hacerlo porque no tiene el apoyo necesario de su partido”, indicó.
La “maxidevolución” y la enorme participación política del electorado son una indudable victoria de Salmond. En The Guardian, el analista escocés Alex Anddreou, que había comenzado como un simpatizante del “no” para terminar votando por el “sí”, señaló que el referendo cambió el panorama político británico. “No sólo la participación electoral sino la sofisticación del debate mostró que el pueblo no es idiota o innatamente apático, como quiere la clase gobernante. Este resultado es el comienzo de una conversación que mutó del nacionalismo a qué tipo de sociedad queremos. Hay muchos sectores que no están satisfechos con el neoliberalismo. El tema de la devolución de poderes a Gales e Irlanda del Norte es parte de un debate vital que tenemos que darnos”, señaló.
En este sentido, el referendo ha funcionado como una caja de Pandora que dejó al desnudo la fuerte disfuncionalidad política y constitucional del Reino Unido, que hoy tiene un gobierno autónomo en Irlanda del Norte, un Parlamento en Escocia, una Asamblea en Gales y gobiernos municipales, pero no provinciales, en Inglaterra. Entre las anormalidades figura la famosa “west Lochian question” sobre por qué un diputado escocés puede votar sobre temas ingleses mientras que un inglés no lo puede hacer sobre lo que pasa en Escocia.
Cameron señaló ayer que ésta es una anormalidad que debe terminar e indicó que propondrá que los diputados escoceses no puedan votar sobre temas ingleses. La propuesta ya ha levantado polvareda entre los escoceses, los socios de la coalición, los liberaldemócratas y los laboristas, pero Cameron tiene que contener el drenaje de votos y diputados propios hacia el UKIP, el partido independentista, que alza la bandera inglesa más que la británica y quiere la separación de la Unión Europea. “Los ingleses somos el 86 por ciento del Reino Unido. En los últimos 18 años han sido dejados de lado. Lo que ofrece Cameron no basta”, señaló ayer el líder del UKIP, Nigel Farrage.
El UKIP, que se ha convertido en la tercera fuerza política nacional, es una de las armas más importantes que tienen los nacionalistas escoceses para revitalizar sus sueños de independencia. El UKIP forzó a Cameron a convocar un referendo en 2017 si gana las elecciones en mayo próximo. En caso de cumplirse esta promesa, y si los británicos efectivamente votan por abandonar Europa, dejaría a los escoceses en una situación paradójica: europeístas a rajatabla, pero dentro de un Reino Unido por voluntad propia que se separa de la UE.
© 2000-2014 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

viernes, 19 de septiembre de 2014

Consigna TP #1 entrega 3 de octubre

Seminario mundo contemporáneo y educación

TP#1

Fecha de entrega: 3 de octubre

  1. Cronología de cómo se gestó el movimiento
  2. Actores participantes
  3. Ideas principales
  4. Nombrar documentación que hayan emitido
  5. Estado actual del movimiento

Chantal Mouffe

CHARLA DE CHANTAL MOUFFE SOBRE POLITICA, AGONISMO Y ARTE EN LA UNIVERSIDAD ARTURO JAURETCHE

“La sociedad siempre tiene antagonismo”

La filósofa belga participó de una mesa de diálogo con Mocca, Rinesi y otros intelectuales locales. Desarrolló su idea sobre los antagonismos y su resolución en democracia. Además, reivindicó al arte como transformador del sentido común.

/fotos/20140919/notas/na13fo01.jpg
Chantal Mouffe estaba casada con el filósofo argentino Ernesto Laclau, fallecido en abril de este año.
La filósofa belga Chantal Mouffe está en Buenos Aires, donde ayer, en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, dio una suerte de reportaje público en una mesa de diálogo con el politólogo Edgardo Mocca y otros intelectuales locales. Estudiosa de los nuevos modelos de democracia, habló de política y agonismo y reivindicó el papel del arte –especialmente del activismo que utiliza prácticas artísticas– en la lucha por la hegemonía.
Mouffe hizo esta visita al país –al que muchas veces había venido acompañando a quien fue su marido, el argentino Ernesto Laclau– invitada por la UNAJ. Laclau llegó a dar clases en esta universidad que tiene sólo cuatro años de historia, y poco antes de morir había sido nombrado director de su Instituto de Política. La UNAJ quedó así vinculada con Mouffe, que aceptó dar en sus aulas un curso de una semana. Ubicada en Florencio Varela, la UNAJ fue creada en el 2011, como parte del proceso de apertura de nuevas universidades que tienen como alumnos mayoritariamente a jóvenes de sectores populares.
El rector Ernesto Villanueva cuenta que en el primer año de funcionamiento, el 97 por ciento de los incriptos eran los primeros de sus familias en llegar a la universidad. El porcentaje sigue hoy en un 90 por ciento, es decir, está apenas matizado por algunos estudiantes de clase media. La UNAJ integra la red de universidades nacionales del conurbano.
La mesa de anoche fue el cierre de un taller que Mouffe dictó para una treintena de profesores y alumnos avanzados. La especialista compartió el panel con Eduardo Rinesi y José Fernández Vega (filósofos), Mocca y el rector Villanueva, que comentaron su obra y le hicieron preguntas.
Mouffe empezó por explicar su idea de democracia agonista, como parte de una teoría que pone el acento en el carácter conflictual propio de toda sociedad. “La sociedad siempre tiene antagonismo”, señaló en el panel. “Existe una negatividad radical, que no puede ser superada. Una vez que uno parte esa perspectiva, la cuestión es cómo uno se va a manejar con el conflicto. Yo digo que la política democrática tiene que reconocer ese carácter irreductible del antagonismo, pero no puede darle la posibilidad de que se exprese en términos de amigo-enemigo, porque eso llevaría a una guerra civil. Para que haya una política democrática es necesario que se reconozca ese antagonismo, pero pensando al otro no como un enemigo a eliminar, sino como un adversario legítimo”, planteó. En ese marco, “la lucha agonística va a consistir en buscar una conversión en la subjetividad del adversario, lograr que se identifique con la visión del mundo que uno propone. No se trata de destruir al oponente, sino de ganarlo para el propio proyecto”.
Mocca hizo un cruce entre agonismo y kirchnerismo y apuntó que nunca como en los últimos diez años “se politizaron y expresaron como conflicto político temas que eran patrimonio de los expertos”. Puso en la lista la concentración de los medios de comunicación, la independencia del Banco Central y el sistema jubilatorio. “Gracias a la existencia de 30 años de democracia, o gracias a que en el 2003 teníamos 20 años y ahora tenemos 30 años de rutinas democráticas, pudimos no solamente darle espacio al funcionamiento pacífico y democrático de los antagonismos, sino permitir que el antagonismo se despliegue en toda su intensidad. En la Argentina moderna nunca ha habido un proceso de instalación tan radical y tan intenso del antagonismo político.”
Con los panelistas Fernández Vega y Rinesi, Mouffe habló de arte y política. Contó que le interesa especialmente pensar el papel del “artivismo” (combinación de arte y activismo que tiene entre los ejemplos argentinos al Grupo de Arte Callejero o el colectivo Etcétera). Poniendo como caso a los norteamericanos Yes Men, que haciéndose pasar por portavoces de corporaciones o funcionarios satirizan al sistema, Mouffe defendió el rol del “artivismo” en la lucha por la hegemonía.
“Tiene un papel fundamental para transformar el llamado sentido común”, apuntó la filósofa, quien le dedicó al tema un capítulo de su último libro porque quería “afirmar su importancia”. “No me gusta la distinción que surge al hablar de arte político, porque no existe un arte que no sea político”, aclaró sobre el punto. “Todo arte tiene una dimensión política, porque reproduce la hegemonía existente o la pone en cuestión. Me gusta hablar, en lugar de arte político, de prácticas artísticas críticas.”
Mouffe también defendió la lucha en el campo tradicional del arte. “Creo que los museos, las instituciones, pueden jugar un papel importante en la construcción de subjetividad.” En ese sentido, llamó a tener una mirada flexible y a la vez atenta: “No creo que participar en una bienal signifique ser cooptado”, sostuvo. Para advertir que las expresiones artísticas “más transgresoras”, en cambio, son generalmente las que el capitalismo toma de manera inmediata, neutralizándolas. “El arte tiene un lugar fundamental en la manera como nosotros vemos al mundo. Esto se forma por las películas que hemos visto, por los libros que hemos leído. Hay que tener una multiplicidad de estrategias, es importante pensar en intervenir en el campo del arte público, pero también en el de las instituciones”, señaló.
© 2000-2014 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

martes, 16 de septiembre de 2014

Mocase y ejemplo de fracción de clase con conciencia de clase social

Américo Argibay empresario maderero amenaza de muerte a campesinos

 (AW) El empresario maderero y ganadero, Américo Argentino Argibay, amenazo de muerte a campesinos del Mocase y disparó su revólver para asustarlos, el empresario es dueño de más de 40000 hectáreas y su furia nace de la denuncia que le realizan los campesinos por 5000 mts de leña cortada ilegalmente.
7lunes

Nueva amenaza de muerte contra miembros del MOCASE
El pasado 12 de setiembre, miembros del MOCASE fueron amenazados de muerte por el empresario forestal ganadero Américo Argentino Argibay quien, en sintonía con la derecha nacional, llama a la desestabilización de la democracia.
Las Comunidades de San Martín, San Cristóbal, Las Tabianitas, San Eduardo, San José, Santa Rita, Mayuska, Staile, lote 105 y otras alrededor de Yuchan, Las Tinajas Dto J.F. Ibarra, 200 km al este de la Capital de Sgo de Estero - Argentina, siguen defendiendo su territorio comunitario que el empresario Argibay y Jorge Cura vienen desmontando y alambrando ilegalmente.
Las denuncias, han sido permanentemente puestas en conocimiento por parte de las familias del MOCASE, en Juzgado de 5ta Nominación, la Dirección de Bosque y el Comité de Emergencia quienes el pasado 12 de septiembre realizaron la constatación de las denuncias contra Américo Argentino Argibay “Raco”, el cual tenía 5000 metros de leña cortada de manera ilegal de 1800 has de monte nativo, que robó del territorio campesino.
Sin embargo, el empresario furioso, alarde y amenaza de matar a los del mocase con las armas que tienen ellos (en alusión a otros empresarios) y sin dudar ante los funcionarios y la cámara de filmar realiza un tiro al aire con un revólver..
Argibay es un empresario forestal-ganadero que con el tiempo se fue haciendo de mas de 40mil has, junto a Jorge cura que ostenta otras 150mil has. Ambos empresarios tienen practicas feudales para con los hacheros, quienes viven en condiciones inhumana y siendo algunos de ellos menores de edad.
 “Raco” Argibay, es además, delegado del Ministerio de Producción- Luis “Parano” Gelid, quien le entregó herramientas y financiamiento para construcción de depósitos de agua en la zona.
 Jorge Cura, tiene un historial de impunidad. Acaparó tierras fiscales, presuntas compras de posesiones y cuenta aproximadamente con 150mil has e historias de desalojos de más de 100 familias, topadoras que arrasaron los ranchos de ancianos, matanza de cabras, quemazón de vacas de las familias que se oponían o rebelaban a las ordenes del feudal , que aún sigue pagando con vales el trabajo de los hacheros para que cambien por mercadería en el almacén que tiene en Las Tinajas.
Exigimos al Juez Alarcón la inmediata detención de “Raco” Argibay porque representa un peligro para la vida de las familias campesinas.
Que la Jueza Rosa Falco actúen inmediatamente ante las denuncias por usurpación de tierras que radicaron las familias campesinas indígenas.
Exigimos al ministerio de Producción que le retiren las herramientas y la representatividad del gobierno en la zona. Solicitamos que intervenga la secretaria de DDHH de la Nación, organismos nacionales, como veedores de esta situación insostenible para quienes venimos siendo objeto de violación permanente de nuestros derechos humanos.
No queremos otro Cristian Ferreyra, otro Miguel Galván, otra Sandra Juárez, a un mes del juicio de Cristian Ferreyra, ni un muerto más por el derecho a la tierra.

Ejemplo sobre límite entre clase social y fracción de clase

egún el Indec, el 33,1 por ciento de los trabajadores está en negro

El mapa de la informalidad

La cifra marca una suba de tres décimas respecto del primer trimestre, pero una baja de seis décimas en la comparación interanual. En el Noroeste llega al 41,5 por ciento, mientras que en la Patagonia es de 19,1 por ciento.

Por Federico Kucher
/fotos/20140916/notas/na04fo02.jpg
El empleo en negro se ubicó en 32,6 por ciento en el área metropolitana de Buenos Aires.
Los trabajadores en negro alcanzaron al 33,1 por ciento de los asalariados en el segundo trimestre de 2014, cuando eran del 32,8 por ciento en el primer trimestre de este año y del 34,5 por ciento en el mismo período del año pasado. Así lo informó ayer el Indec. Las provincias del Norte registraron la mayor cantidad de ocupados sin descuento jubilatorio, mientras que las localidades de la Patagonia anotaron los niveles más moderados de informalidad. El Gobierno implementó a mediados de este año una normativa a través del Congreso para potenciar la registración de personal en las pymes, desincentivar con multas monetarias a las empresas que mantienen empleados en situación irregular y aumentar la capacidad de inspección del Estado en los establecimiento productivos. La iniciativa contempló reducir la tasa de informalidad hasta el 28 por ciento en los próximos dos años.
La informalidad laboral se ubicó en el 33,1 por ciento para el promedio de los 31 aglomerados urbanos que releva el Indec. En el detalle por regiones geográficas, se precisó que el empleo en negro se ubicó en 32,6 por ciento para el área metropolitana, donde habita más de la tercera parte de la población del país; en 32,6 por ciento, para Cuyo; en 35,2 por ciento, para el Nordeste; en 41,5, para el Noroeste; en 32,2, para la zona pampeana; y en 19,1, para la Patagonia. Las localidades con la tasa más elevada de trabajadores no registrados fueron Gran Tucumán, con el 45,5 por ciento, y Salta, con el 46,0 por ciento, mientras que las de mejor performance fueron Río Gallegos, con el 12,5 por ciento, y Ushuaia, con el 8,7 por ciento.
A partir de 2003, la fase expansiva del ciclo económico permitió la creación de seis millones de puestos de trabajo, lo cual implicó un retroceso del 25 al 7 por ciento en la tasa de desocupación, y del 49,6 al 33,1 por ciento en la de informalidad. A pesar de este desempeño, las cifras de ocupados sin aportes jubilatorios continúan en niveles elevados, por lo que el Gobierno lanzó a mediados de este año una batería de medidas para reducir la precariedad laboral. La propuesta contempló la reducción de contribuciones patronales para microempresas y medidas de fortalecimiento en la fiscalización y capacidad de inspección del Estado.
Otra medida relevante fue la creación de un registro para incorporar a las empresas que violan la legislación laboral. Una vez incluida en esa “lista negra”, las firmas deben pagar la multa correspondiente y durante tres meses no pueden ser contratistas del Estado, perdiendo todo tipo de subsidio y teniendo prohibido acceder a líneas de crédito otorgadas por instituciones bancarias públicas. La apuesta del Gobierno a través de estos instrumentos es regularizar a 300 mil trabajadores durante los próximos doce meses y a 650 mil para finales de 2016. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que permitiría reducir en más de cinco puntos la tasa de asalariados en negro, al bajar del 33 a menos del 28 por ciento.
La dimensión de la caída del trabajo no registrado en los últimos años requiere observar cifras para las distintas ramas de la actividad económica. En el libro La terciarización laboral. Orígenes, impacto y claves para su análisis en América latina, los investigadores Victoria Basualdo y Diego Morales precisaron que entre 2004 y 2012 el porcentaje de asalariados no registrados pasó del 40,2 al 32,4 por ciento en la industria; del 10,2 al 5,7 por ciento en la distribución de electricidad, gas y agua; del 79,1 al 65,0, en la construcción; del 54,9 al 39,5, en el comercio; del 49,2 al 38,9, en el transporte; y del 24,5 al 10, en la administración pública, defensa y seguridad.
© 2000-2014 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

domingo, 14 de septiembre de 2014

Ejemplo de Alta Burguesía Industrial

PANORAMA ECONOMICO

Crisis de representatividad

Por Alfredo Zaiat
/fotos/20140913/notas/na02fo01.jpg
La debacle de 2001 por décadas de políticas de ajuste dictadas por la ortodoxia provocó una profunda crisis de representatividad de los políticos. Elevados niveles de desempleo y exclusión social en un escenario recesivo terminaron cuestionando la legitimidad de liderazgos políticos que quedó resumida en la consigna “Que se vayan todos”. La reversión de ese rechazo no fue producto de una campaña de marketing, sino que fue lograda a partir de iniciativas que reconciliaron a una parte de la sociedad con la esencia de la política. Durante el período en que la política descendía en la consideración de la población quedaba disimulada la crisis de representatividad de otros actores sociales, como la de las cámaras empresarias. Empezó a correrse ese velo durante este ciclo que se extiende por once años cuando se recupera el sentido de la política con objetivos redistributivos del ingreso y de industrialización. Este proceso ha provocado dos efectos: por un lado, han emergido nuevos protagonistas de la economía derivados de un régimen de acumulación del capital con base en la producción y el conocimiento y, por otro, ha dejado al descubierto la pérdida de representatividad de organizaciones tradicionales del mundo empresario, como la Unión Industrial Argentina.
Esta entidad actúa como si fuera el canal de comunicación principal de los hombres de la industria cuando en realidad está actuando como vocera de unos pocos grandes grupos económicos. Esto no significa que no haya comunión ideológica entre los hombres de negocios, sino que divergen en la estrategia de relacionarse con un gobierno con el que no comulgan al considerarlo “populista”. La diferencia sustancial se encuentra entre ser lobbista con aspiración a formar parte de las intrigas políticas y ser dueño de una empresa que tiene como meta aumentar su rentabilidad y expandir su actividad. El sector más visible del comité ejecutivo de la UIA está enrolado en el primer grupo.
Su titular, Héctor Méndez, se reveló además como líder del pensamiento más retrógrado de esa entidad patronal, reclamando primero un ministro de Economía fuerte, manifestando nostalgia por tener de interlocutor un funcionario empleado de corporaciones, luego mencionando en forma despectiva a Axel Kicillof como “ese chico” (que hace mucho dejó de ser un estudiante y va a cumplir 43 años) y para terminar comparando al gobierno de CFK y sus legisladores con la obediencia debida de los militares en la dictadura. Si sus compañeros de la UIA lo quieren bien deberían recomendarle un reparador descanso en la verba.
La posición que ha asumido la UIA con respecto al papel del Estado en la economía, a partir del proyecto de ley de regulación de las relaciones de producción y consumo, expresa las contradicciones del mundo empresario. El abierto rechazo a esa iniciativa con un lenguaje rescatado de los noventa da respuesta al reclamo insistente de grandes medios de alzar la voz contra el Gobierno, lo que les asegura titulares y análisis laudatorios, pero reafirman una vez más la habilidad de dirigentes empresarios de atentar en contra de sus propios intereses de industrialización. Esa conducta es la manifestación más nítida de la pérdida de representatividad de la conducción de la UIA.
La junta directiva de esa entidad emitió un comunicado el 14 de agosto pasado rechazando “en forma unánime el proyecto de ley de abastecimiento”, sin tener el cuidado de mencionar correctamente la iniciativa, con el deliberado propósito de agitar el mar de confusiones. Del mismo modo que lo hicieron con el libelo de distribución interna, para después entregarlo a diputados y senadores, que la compara con una ley similar de Venezuela, ignorando la legislación anterior que data de 1974 y la existente de normas en ese mismo sentido en otros países, como en México, Brasil, Alemania, Francia y Estados Unidos. “Representa una fuerte interferencia del Estado en la actividad privada”, se advierte en uno de los párrafos de ese comunicado.
Es una sentencia que ha iniciado el camino de construcción de la revancha ortodoxa con el próximo gobierno. La conducción de la UIA tiene la oportunidad de alimentarla acompañando el 50o aniversario de FIEL, que lo festeja con su habitual conferencia anual cuya convocatoria es “Transiciones: del populismo a una economía de mercado”. Deseo de restauración conservadora que como se sabe no reniega del Estado, sino que lo orienta exclusivamente a ser un vehículo de transferencias de rentas y beneficios hacia las grandes empresas. Lo que no admiten es que ese Estado además regule el funcionamiento del comportamiento empresario para evitar abusos sobre consumidores y los eslabones débiles de la cadena productiva. El recorrido sobre los principales dirigentes de la junta directiva de la UIA revela cómo sus negocios han sido favorecidos por el Estado, del que reniegan cuando pretende limitar un poco los rasgos distintivos de gran parte de los empresarios: la sistemática búsqueda de rentas de privilegios, el abuso de posición dominante y la obsesiva fuga de capitales.
Héctor Méndez, presidente de la UIA, es dueño de la empresa de plásticos Conarsa, radicada en San Luis, beneficiado por el régimen de promoción industrial por el cual el Estado resigna recursos fiscales, y además fue favorecido con créditos públicos subsidiados.
Luis Betnaza es el representante de Techint en la UIA, grupo económico que conoce como pocos la forma de obtener todo tipo de privilegios de parte del Estado a lo largo de décadas, desde régimen de protección, subsidios energéticos y medidas antidumping para defender su producción hasta beneficios impositivos y financieros.
José Urtubey, hermano del gobernador de Salta, Juan Manuel, es el fundador del Grupo Tapebicuá y director de Celulosa Argentina. Participa en una rama industrial que si en los últimos años no hubiese existido la estrategia estatal de administración del comercio internacional habría colapsado, especialmente a partir de la crisis internacional que estalló en 2007.
Adrián Kaufmann Brea, representante de Arcor, multilatina que ha recibido facilidades impositivas, arancelarias y financieras que implicaron millonarias transferencias de recursos públicos, lo que le permitió su expansión nacional e internacional durante décadas. Esos favores están descriptos en la investigación “Trayectorias empresariales diferenciales durante la desindustrialización en la Argentina: los casos de Arcor y Servotron”, de Schorr y Wainer, en Realidad Económica N 223.
Cristiano Rattazzi, de Fiat, y Luis María Ureta Sáenz Peña, de Peugeot-Citroën, desarrollan su actividad en una de las ramas industriales que ha tenido un régimen especial de protección. Además, en diferentes momentos históricos, el Estado ha impulsado iniciativas para favorecer la venta de automóviles, como el plan más reciente de financiamiento a tasa subsidiada Pro.Cre.Auto.
Una de los exponentes más conocido de ese grupo de la burguesía industrial con deseo de vestir bombacha de gaucho es el secretario de la UIA, José Ignacio de Mendiguren. En 1998 vendió su empresa textil Coniglio, fábrica de ropa para chicos con 60 locales propios y sucursales en Brasil, Uruguay, Paraguay y Estados Unidos, en casi 15 millones de dólares a The Exxel Group de Juan Navarro. El titular del Ministerio de Pesificación Asimétrica y Devaluación durante el gobierno de Duhalde y hoy diputado de Sergio Massa tiene parte de su capital invertido en un campo propio dedicado a la producción de soja.
La vocación por las ideas neoliberales, que algunos la maquillan con un discurso desarrollista, está reflejada en los principales representantes de la banca, la industria y el campo. Sostienen postulados conservadores con entusiasmo porque de ese modo pueden mantener sus conductas rentísticas, ya sea provenientes de la producción agropecuaria (banqueros e industriales tienen su corazón en el campo), de la explotación de recursos naturales no renovables, de la especulación financiera o aprovechando desgravaciones impositivas con la promoción industrial y financiamiento subsidiado.
Es una dirigencia empresaria que dedica más horas a la intriga política y a analizar lo que publican los medios de comunicación que a convertirse en sujetos económicos dinámicos del desarrollo nacional. Miembros de la UIA que tienen el comportamiento de rentistas que gozan de tiempo libre, expresión de la crisis de representatividad de los industriales nacionales.
azaiat@pagina12.com.ar
© 2000-2014 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Coalición contra Estado Islámico

MAÑANA ARRANCA LA CUMBRE DE PARIS; POTENCIAS Y ALIADOS QUIEREN ARMAR UNA COALICION DE 40 PAISES PARA FRENAR A LOS JIHADISTAS

Un plan global para combatir al Estado Islámico

En París se busca definir una estrategia para enfrentar la amenaza que hace pesar el Estado Islámico en Siria e Irak. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad estarán presentes en esta cumbre copresidida por Irak y Francia.

Por Eduardo Febbro
/fotos/20140914/notas/na25fo01.jpg
Un soldado de la milicia kurda vigila desde su puesto de guardia en el sur de Irak, cerca de la ciudad de Makmur.
Desde París
La administración norteamericana estableció un nuevo record para resolver un problema que ella misma creó: el de Irak. Tres presidentes norteamericanos consecutivos forjaron una coalición para intervenir en Irak. Georges Bush padre lo hizo en 1990 y 1991, cuando Saddam Hussein invadió Kuwait. El presidente, apoyado por decenas de países y con el respaldo legal de la ONU, forzó a Saddam Hussein a retirarse de Kuwait. George Bush hijo le siguió los pasos. En 2003, en contra de la mayoría de los miembros de la comunidad internacional y respaldado por un puñado de países, Bush hijo volvió a invadir Irak con la falsa excusa de que el entonces presidente iraquí Saddam Hussein detentaba armas de destrucción masiva. Ahora le toca el turno a Obama. Este lunes se lleva a cabo en París una conferencia internacional entre los países participantes en el seno de la nueva coalición que se prepara a bombardear Irak para detener el avance de los integristas del Estado Islámico.
La cumbre de París busca definir una estrategia global para enfrentar la amenaza que hace pesar el Estado Islámico en la región. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad –Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China– estarán presentes en esta cumbre co-presidida por Irak y Francia. Unos 40 países de Occidente y de Medio Oriente deberían integrar oficialmente esta nueva coalición, cuyas reglas de intervención aún no son del todo claras. El presidente norteamericano, Barak Obama, ya aclaró que la intervención se extenderá también a Siria, país donde igualmente opera el grupo Estado Islámico. Lo que se decida en París se agregará a los operativos que varios países ya efectuaron en Irak. Desde el pasado 8 de agosto, Washington llevó a cabo 148 bombardeos en el Norte y el Oeste de Irak. Canadá desplegó decenas de soldados en el Norte de Irak, Francia ya suministró armas a los kurdos y 58 toneladas de ayuda humanitaria, mientras que Londres entregó ametralladoras y material militar a los mismos kurdos. Fuera de Occidente, la cuestión de la participación directa de los países árabes en la futura coalición es más compleja. Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos juegan a dos cartas. Riad adelantó que entregaría 500 millones de dólares al fondo de las Naciones Unidas para los refugiados y que, además, suministraría ayuda logística. Bahréin, donde se encuentra la quinta flota norteamericana, Kuwait o Qatar plantean su participación con un esquema similar, o sea, sobre todo logístico. Egipto aclaró que su inclusión estaba supeditada a un voto de las Naciones Unidas. Lo paradójico de esta situación radica en que dos países de la futura coalición, Arabia Saudita y Qatar, están bajo sospecha de haber financiado a los radicales sunnitas del Estado Islámico que ahora se aprestan a combatir y al que califican, como lo hizo el gran Mufi de Arabia Saudita, de “enemigo número uno del Islam”. De manera global, los países de la Liga Arabe también se comprometieron a luchar contra el Estado Islámico, aunque no de manera directa dentro de la coalición. Sólo lo harán en el campo de lo “político, la seguridad y la ideología”. Queda el caso de Irán, que es un actor imposible de evitar por su peso en Irak. Teherán no formará parte de esta asociación de países. Washington rechazó cualquier cooperación con Irán. Esta postura es sin embargo retórica por cuanto sin una asociación formal o informal y un intercambio táctico con Irán nada puede hacerse. Esta relación entre dos antagonistas que por ahora sólo negocian el tema de las capacidades nucleares iraníes ya conoció un momento de convergencia cuando Washington y Teherán coordinaron las operaciones que Estados Unidos lanzó a principios de agosto. Irán exige ahora que la nueva fase incluya al presidente sirio Bashar al Assad, otra pieza clave de este conflicto. El jefe del Estado sirio saca de hecho mucho provecho de la crisis ya que las milicias del Estado Islámico combaten más a la rebelión siria que a su régimen. Por otro lado, no sin razón, Irán denuncia abiertamente el cinismo de Arabia Saudita, un país que, según Teherán, “apoya y financia al Estado Islámico”. La inclusión de Turquía es igualmente compleja. Ankara recela participar abiertamente, y teme más bien que los ataques contra las zonas controladas por los sunnitas del EI compliquen su propia relación de fuerzas con el PKK, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán que podría heredar las armas ofrecidas por Occidente.
El Estado Islámico es un enemigo difícil de cernir y combatir. Su influencia parte de Irak, y se extiende hasta Siria y Arabia Saudita gracias a la presencia de tribus sunnitas nada hostiles al EI. Roman Caillet, un investigador especialista de la zona consultado por el vespertino Le Monde, resumió muy bien la complejidad y las incertidumbres que pesan sobre este operativo: “El éxito de la ofensiva contra el EI reposa sobre la capacidad de Estados Unidos para encontrar socios verosímiles, tanto en Siria como en Irak. Pero esas fuerzas van a exigir contrapartidas y no es seguro que Washington pueda ofrecerlas sin que Moscú y Teherán se opongan a ello”. Occidente se vuelve a meter en un salón de espejos casi calcando el mismo vocabulario del ex presidente Georges Bush, atiéndase, los buenos y los malos, el eje del bien y el eje del mal. Obama dijo que Estados Unidos no estaba en condiciones de “terminar con todos los rastros de maldad en el mundo”. Volvemos a escuchar la misma retórica, contra el mismo país. Asistimos al nacimiento de otra versión de una coalición de democracias liberales que plantean otra guerra con el aliento de los actores regionales que mueven hilos animados por intenciones dobles. Occidente sale otra vez en una cruzada contra el “terrorismo” y los malos del Islam en un país que Estados Unidos se encargó de decapitar para importar con bombas una fórmula democrática occidental inviable que llevó a Irak a un caos vertiginoso. Los horrores cometidos por el Estado Islámico autorizan y legitimizan ante la opinión pública internacional lo que pasará en las próximas semanas. Pero el fracaso occidental en esa zona del mundo es calamitoso. Ha tenido y tendrá un costo humano elevadísimo pagado únicamente por los inocentes atrapados en las redes de los turbios y sangrientos escenarios de la geopolítica secreta.
© 2000-2014 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

viernes, 12 de septiembre de 2014

Separatismo catalán

La amenaza secesionista / Multitudinaria movilización en Barcelona

Una marea humana le da un nuevo impulso al desafío separatista de Cataluña

41 años del golpe de Estado en Chile

Los 41 años del golpe y asesinato del presidente Allende en Chile...

10
- +
11/09/2014 17:49
0
imageAutor: Santiago Aguilar Morán
La madrugada del 11 de septiembre de 1973 , las tropas dirigidas por el general Augusto Pinochet comenzaron el desembarco en Valparaíso y avanzaron hasta Santiago de Chile, donde hacia el mediodía rodearon el Palacio de La Moneda para presionar la salida del socialista presidente democráticamente elegido, Salvador Allende , al que asesinaron hacia las 11:00.
En noviembre de 1970, el pueblo de Chile vivía uno de los procesos políticos más esperanzadores del continente. Salvador Allende llegaba a la presidencia del país suramericano con la certeza de transformar el Estado hacia un modelo socialista por una vía antes no experimentada: la vía pacífica.
Los cambios profundos impulsados por Allende y celebrados sobre todo por los sectores más populares, no fueron del agrado de las políticas norteamericanas, quienes desde el primer momento emprendieron una campaña de desestabilización, sedición y sabotaje que terminó, al cabo de tres años, con el bombardeo del palacio presidencial y la muerte del hombre de la paz.
Aún después de que la fuerza aérea chilena bombardeó las instalaciones de Radio Corporación y Radio Portales, Allende dio un último discurso -en Radio Magallanes- en el que aseguró que sus palabras no tienen amargura sino decepción. " Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo (...) Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos ", dijo en su última aparición por radio.
En aquella ocasión, Salvador Allende vaticinó aquello que veía venir: la fuerza avasalladora de los militares chilenos. Los muertos se cuentan por miles en esa época y aún hoy quedan rastros de las familias destruidas, de las voces apagadas.
La historia se ha encargado de juzgar a los traidores, a los que prefirieron servir al interés de EE.UU. en lugar de jugarse ?como lo hizo Allende- por su pueblo. Augusto Pinochet se hizo del poder a la fuerza y creó un régimen de terror que duró cerca de 19 años.
Las palabras finales del presidente, a través de Radio Magallanes, fueron proféticas ese 11 de septiembre, cuando los militares chilenos, comandados por el genocida Augusto Pinochet, iniciaron el brutal ataque aéreo y el posterior asalto al Palacio de la Moneda.
Entre los miles de asesinados y desaparecidos se cuenta al cantautor Víctor Jara , quien retrató la realidad chilena en sus canciones. Cuando estaba detenido en el estadio nacional junto a miles de activistas y jóvenes progresistas de Chile; los militares descubrieron quién era, le destrozaron las manos con la culata del fusil y lanzándole una guitarra le gritaron "Ahora sí, canta ".
Ese es un fiel retrato de lo que significó la entrada de los militares en el poder, abrigados por la protección gubernamental estadounidense contra la democracia chilena, hace ya 41 años. Ese fue el 11 de septiembre que aún hoy lamenta Suramérica.
Allende profetizó que un día, más temprano que tarde, la democracia avanzaría en América Latina, y que se " abrirían las amplias alamedas ", para un ser humano nuevo, constructor de un orden distinto.
Allende y el proceso chileno constituyen un legado democrático, para América Latina. El pensamiento del presidente Allende y la experiencia chilena, deben ser leídos y analizados, en el escenario del siglo XXI. Su testimonio constituye una fuente inagotable que puede iluminar nuestra actual realidad nacional, regional y latinoamericana.
El Secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, actuó directamente en el golpe de Estado contra Salvador Allende
Henry Kissinger , el secretario de Estado de EE.UU., persuadió al presidente Richard Nixon de la necesidad de intervenir militarmente en Chile por considerar que ese modelo socialista podía tener un "efecto insidioso" en la región. Así lo revelan una serie de documentos recientemente desclasificados por el Archivo de Seguridad Nacional del propio Estados Unidos.
El golpe de Estado contra Allende se produjo hace 41 años. Los documentos publicados ubican a Kissinger como el principal arquitecto de la política de los Estados Unidos para derrocar al mandatario chileno , y ayudar en la consolidación de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
Los documentos, que incluyen transcripciones de las "conferencias telefónicas" de Kissinger, proporcionan información clave sobre los argumentos, decisiones y operaciones que Kissinger realizó y supervisó durante su mandato como consejero y secretario de estado de seguridad nacional.
Ocho días después de la elección de Allende, Kissinger comenzó a tratar el tema de Chile con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y afirmó, en un encuentro con el entonces director de la dependencia, Richard Helm, que "no dejaremos que Chile se vaya por el caño".
El funcionario estaba convencido también de que " El ejemplo de que un gobierno marxista haya sido electo exitosamente en Chile tendrá un impacto seguro y sin precedentes en otras partes del mundo ", que según él, participaría de un "fenómeno de imitación" que acabaría por afectar el "equilibrio" entre naciones.
Días después del golpe contra Allende, Kissinger envió secretamente a Pinochet el mensaje de que "nuestro mayor deseo es cooperar cercanamente con usted y establecer una relación cordial y constructiva".
Militares chilenos de hoy añoran los años del golpe
Asociaciones de militares activos y en retiro reivindicaron el golpe del 11 de septiembre de 1973 que instauró la dictadura de Augusto Pinochet, calificándola de la "fecha fundacional de Chile del siglo XXI", en un inserto difundido este miércoles en el periódico La Tercera.
Saludamos a todos los chilenos en el día que señala la fecha fundacional del Chile del siglo XXI ", indicó el inserto pagado que está firmado por 20 organizaciones de oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía, activos y en retiro, además de asociaciones de "viudas de mártires" de las Fuerzas Armadas.

Seguidores