Under Pressure x Queen

Presión
Aplastándome
presión aplastándote a ti
ningún hombre la pide.
Bajo presión
Ese fuego que
derriba un edificio
divide a una familia en dos,
pone a l gente en las calles.

La maldita máquina de matar x Billy Bond y la pesada del Rock and Roll

Tengo que derretir esa máquina de matar,
tengo que derretir esa maldita máquina de matar.
Para que nunca más vuelva
a destruir lo que hacemos con amor, amor.

Desencuentro x Almafuerte

Estás desorientado y no sabés,
qué bondi hay que tomar, para seguir.
Y en triste desencuentro con la fé,
querés cruzar el mar, y no podés.
La araña que salvaste te picó.
Qué vas a hacer.
Y el hombre que ayudaste te hizo mal,
dale que vá.
Y todo un carnaval, gritando pisoteó,
la mano fraternal que Dios te dió.

jueves, 26 de junio de 2014

Piketty y los buitres

Piketty y los buitres

Por Esteban Actis *
La decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de no hacer lugar al pedido de apelación de la Argentina en la causa con los denominados “fondos buitre” ha sido cuestionada por diversos actores por las implicancias negativas que tiene la vigencia de la sentencia dictada por el juez Griesa para el sistema financiero internacional. Dicho fallo tiene un “riesgo sistémico”, dado que la opción de reestructuraciones de deuda soberana para futuros default deja de ser atractiva para cualquier inversionista.
No obstante, cabe destacar –de manera colateral y secundaria– que el hecho de uno de los tres poderes del Estado de los Estados Unidos (la Justicia en sus tres instancias) falle de la forma que lo hizo dice mucho sobre el funcionamiento actual del sistema capitalista y de nuestras sociedades democráticas. Para analizar dichas implicancias es necesario vincular lo decidido en Washington con el reciente libro del francés Thomas Piketty El capital en el siglo XXI. Dicha obra ha sido elogiada y reconocida por gran parte del mundo académico mundial y sin lugar a duda ya es uno de los textos de economía (y de las ciencias sociales) más importantes del presente siglo.
Piketty analiza el incremento de la desigualdad en las sociedades occidentales y la relación con las metamorfosis del capital desde el siglo XIX hasta nuestros días. El economista señala que las actuales democracias occidentales están volviendo –como fue la experiencia europea del siglo XXI– a transformarse en sociedades patrimoniales en donde el ascenso social está atado a la renta (principalmente financiera) y a las herencias. Como bien argumenta el economista francés, el problema radica en que nuestras democracias descansan en una visión meritocrática del mundo, en una creencia social en la cual las desigualdades están basadas más en el mérito y el esfuerzo (trabajo) que en la herencia y en la renta. Ese tipo de sociedad fue la que deslumbró y enamoró a otro pensador francés, Alexis de Tocqueville, cuando viajó a los Estados Unidos a mediados del siglo XIX y escribió la clásica obra La democracia en América.
Piketty puntualiza que la palabra “renta” y “rentistas” tuvieron una connotación peyorativa durante el siglo XX y desaparecieron del ideal democrático y de los valores meritocráticos que ese sistema promulgaba. El siglo XX fue, a comparación con el siglo XXI, la época del ascenso social y de la igualación de las oportunidades en muchos lugares del mundo, principalmente en el Occidente desarrollado.
La decisión de la Justicia, y en definitiva del Estado, de los Estados Unidos ha corroborado la legalidad y legitimidad de un capitalismo basado en la renta financiera que se transformó en hegemónico desde fines del siglo XX. Ese capitalismo está erosionando, de acuerdo con Piketty, los fundamentos democráticos modernos, los mismos fundamentos que posibilitaron que los Estados Unidos fueran considerado un “nuevo mundo” en el 1800. Con la justificación del “respeto en los contratos”, los supremos norteamericanos avalaron una práctica que permite una ganancia extraordinaria (1600 por ciento de la inversión en seis años) de poderosos rentistas cuyas riquezas se acrecientan día a día. Como sostiene Piketty, al igual que en el siglo XIX este tipo de riqueza está alejada de nociones como “labor”, “mérito” y “esfuerzo”. Cabe señalar que en cualquier lugar del mundo el retorno de la inversión esperada en una actividad productiva es del 10-20 por ciento anual.
En definitiva, más allá de cómo se resuelva la disputa entre la Argentina y los fondos buitre, lo que ha sido sentenciado y derrotado en la Corte Suprema de los Estados Unidos ha sido, paradójicamente, un tipo de democracia que emanó desde Norteamérica a todo el mundo occidental. “El capital en el siglo XXI” cada día más se aleja de ciertos valores democráticos fundacionales. La Justicia norteamericana no hace más que confirmar la tesis de Piketty.
* Licenciado en Relaciones Internacionales. Docente de la UNR. Becario Doctoral Conicet.
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