ARGENTINA
Día del Trabajo: los rostros que no debemos
dejar de ver
Miércoles, 1 de mayo de 2013 (ALC) - ¿Un día de festejos? Sí, y de
agradecimiento de quienes pueden tener la dignidad de un trabajo en buenas
condiciones, a pleno derecho. Pero también un día que no nos debe dejar
indiferentes a sus rostros más débiles, más tristes. A quienes luchan ante el
desempleo, la inequidad, las injusticias que surgen por ser jóvenes, por ser
mujeres, por inmigrantes, por tener una discapacidad o convivir con el VIH.
Esos rostros debe ser visibilizados, acompañados, pastoreados y deben ser
incluídos e incluídas; sin ellos y ellas en igualdad de derechos, no hay
sociedades que puedan crecer en paz y justicia.
Trabajadoras/es domésticos
Al menos 52 millones de personas en el mundo – la mayoría mujeres – están
empleadas como
trabajadores/as domésticos, de acuerdo con el primer estudio de este tipo
realizado por la organización Internacional del Trabajo (OIT).
Estas personas trabajadoras representan 7,5 por ciento del empleo asalariado de
las mujeres en el
mundo, y en algunas regiones un porcentaje mucho mayor, sobre todo en Asia y el
Pacífico y América Latina y el Caribe.
Entre mediados de los años 1990 y 2010, hubo un incremento de más de 19
millones de trabajadores
domésticos. Muchos migran a otros países en búsqueda de trabajo. Es probable
que las cifras incluidas en el informe subestimen los números reales de los y
las trabajadores domésticos, que en realidad podrían ser decenas de millones
más.
Las cifras también excluyen a los niños y niñas trabajadores domésticos menores
de 15 años que no
están comprendidos en las encuestas utilizadas por el informe. En 2008, su
número fue estimado por
la OIT en 7,4 millones.
En América Latina y el Caribe se calcula que el número es de unos 19,6
millones.
La falta de protección legal aumenta la vulnerabilidad de los trabajadores
domésticos y hace que sea difícil buscar una solución. Como resultado, con
frecuencia reciben salarios inferiores a los otros trabajadores en ocupaciones
y horas de trabajo comparables.
La precaria situación legal de trabajadores domésticos migrantes y su falta de
conocimiento del idioma y de las leyes locales lrs hace especialmente
vulnerables a las prácticas abusivas, como la violencia física y sexual, el
abuso psicológico, la falta de pago de los salarios, la esclavitud por deudas y
las condiciones de vida y de trabajo impropias.
“Las jornadas laborales excesivamente largas, el trabajo nocturno y la
organización de los turnos
de trabajo que implica una distribución irregular de las horas de trabajo son
algunos de los factores que tienen los efectos negativos más graves sobre la
salud de los trabajadores. Éstos representan riesgos particularmente
importantes para las mujeres durante y después del embarazo y para los
trabajadores jóvenes”, declaró la especialista en trabajo doméstico de la OIT,
Amelita King-Dejardin.
Las horas de trabajo excesivas son comunes sobre todo entre trabajadoras que
residen en el hogar
del empleador – muchas de ellas migrantes – a quienes se les exige estar a
disposición a todas las
horas del día y de la noche. Con frecuencia, reciben una tarifa fija en la cual
no están estipuladas sus horas de trabajo
Cifras mundiales (2010)
52,6 millones a nivel mundial
83 por ciento son mujeres
29,9 por ciento están excluidos de la legislación laboral
nacional
45 por ciento no tiene derecho a períodos de descanso
semanales/vacaciones anuales remunerados
Más de la tercera parte de las trabajadoras domésticas no
tiene derecho a la protección de la
maternidad.
Ultimamente varios países han cambiado o adecuado sus normas legales para
garantizar el acceso de
pleno derechos de este sector del trabajo, por ejemplo, Brasil y Argentina.
Mujeres
Las tasas de desempleo de las mujeres son más altas que las de los hombres a
escala mundial y no
se prevén mejoras en los próximos años, según un informe de la OIT.
El informe Tendencias Mundiales del Empleo de las Mujeres 2012 (en inglés) de
la OIT analiza las desigualdades de género en materia de desempleo, empleo,
participación de la fuerza de trabajo,
vulnerabilidad, y segregación sectorial y profesional.
A nivel mundial, antes de la crisis, las diferencias entre hombres y mujeres en
términos de desempleo y de relación empleo-población se habían atenuado. La
crisis revirtió esta tendencia en las regiones más afectadas.
En las economías avanzadas, la crisis parece haber afectado a los hombres en
los sectores que dependen del comercio más que a las mujeres que trabajan en la
salud y la educación. En los países
en desarrollo, las mujeres fueron particularmente afectadas en los sectores
relacionados con el comercio.
“Si bien las mujeres contribuyen a la economía y a la productividad en todo el
mundo, siguen enfrentando muchos obstáculos que les impiden realizar su pleno
potencial económico. Esto no sólo
inhibe a las mujeres, además frena el rendimiento económico y el crecimiento”,
declaró Michelle Bachelet, cuando era Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, quien
contribuyó con el informe.
La diferencia salarial entre hombres y mujeres ha disminuido durante los años
de la crisis en la mayoría de los países, aunque no siempre por las razones
correctas, según el Informe mundial sobre
salarios 2012/13 de la OIT.
“En algunos casos, esto se debe a que la situación de los hombres en el mercado
laboral se ha deteriorado, mientras que la situación de las mujeres ha mejorado
o ha permanecido igual”, explicó
Kristen Sobeck, coautora del Informe mundial sobre salarios 2012/13.
Los hombres trabajaban en sectores que fueron más afectados por la crisis y
también disminuyeron
sus horas de trabajo, lo cual contribuyó a reducir la desigualdad salarial.
En algunos países de Medio Oriente, el número de mujeres que trabajan es bajo,
si bien quienes
trabajan suelen ganar más que los hombres.
Existen muchas diferencias importantes en el mundo cuando se trata de cuánto ganan
las mujeres y
los hombres. Algunas veces las estadísticas varían en función de si se
consideran todos los empleados a tiempo completo o a tiempo parcial.
La desigualdad salarial entre mujeres y hombres es aún más alta cuando se toman
en cuenta todos
los empleados, porque una proporción más grande de mujeres tiene empleos a
tiempo parcial, donde
la retribución por horas es inferior que en el empleo a tiempo completo.
De acuerdo al INEGI, en México, las mujeres con discapacidad son las menos
involucradas en las actividades económicas, solamente el 18.3 por ciento
participa en el mercado laboral, frente a 42.3 por cierno de hombres con
discapacidad.
Personas con discapacidad
A nivel mundial, una de cada diez personas – unos 650 millones – tiene una discapacidad.
"Mantener la promesa: incorporación de la discapacidad en los Objetivos de
Desarrollo del Milenio
hacia 2015 y más allá" es una meta de la OIT.
Con demasiada frecuencia, la estigmatización y la discriminación privan de
oportunidades a personas con discapacidad, que terminan siendo consideradas en
función de su discapacidad y no de su capacidad. Se piensa en estas personas en
términos de costos y no de productividad; se las ve
como receptoras de caridad y no como vectores de cambio, afirman.
Las personas con discapacidad con frecuencia son las más pobres entre los
pobres, y están atrapadas en un "círculo vicioso" de pobreza, el
cual, a su vez, es un factor causal de discapacidad.
Cuatro quintas partes de ellas viven en países en desarrollo. Aproximadamente
el 82 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza. La gran mayoría de los
casi 450 millones de mujeres y hombres en edad de trabajar de este grupo no
tiene un empleo. Un número cada vez mayor de datos muestra los altos costos
económicos que representa la exclusión del mundo del trabajo de las personas
con discapacidad – según estimaciones recientes de la OIT, el costo de esa
exclusión oscila entre un 3 y un 7 por ciento del PIB de un país.
Hace más de un año, la OIT dio un paso importante hacia la inclusión de las
personas con discapacidad en el lugar de trabajo con el lanzamiento de
una plataforma global para
el intercambio de conocimientos, que vincula los datos de las empresas
multinacionales y las organizaciones que representan a los empleadores con las
redes de personas con discapacidad.
La red y el sitio web además ofrecen a las empresas internacionales información
sobre cómo incluir
el empleo de las personas con discapacidad en sus planes de trabajo.
Desempleo
La Organización Internacional del Trabajo señala que 250 millones de personas
en todo el mundo no
tiene trabajo. Pero, otros organismos oficiales y extraoficiales dicen que el
desempleo es más del
doble de esa cifra… es decir, más de 500 millones. Además, se prevé un aumento
en el desempleo
este año (2013).
En la actualidad, hay más de 10 millones de desempleados adicionales en Europa
que al comienzo de
la crisis, según una panorámica del mercado laboral de la Unión Europea (UE)
presentada por la misma organización con sede en Ginebra.
“Si bien los objetivos fiscales y de competitividad son importantes, es
indispensable no perseguirlos a través de medidas de austeridad y de reformas
estructurales que no abordan las causas profundas de la crisis”, sostiene la
OIT en una panorámica del mercado laboral de la UE.
“En cambio una estrategia centrada en el empleo podría favorecer tanto los
objetivos macroeconómicos como los del empleo.”
La situación del empleo ha continuado a deteriorarse desde la introducción de
las políticas de consolidación fiscal. Después de una pausa en 2010-2011, el
desempleo sigue aumentando y no muestra ninguna señal de recuperación. Sólo
durante los últimos seis meses, un millón de personas
han perdido sus empleos en la UE.
En Honduras, de acuerdo a cifras que maneja la Secretaría de Trabajo y
Seguridad Social (STSS), la
Población con Edad para Trabajar (PET) es de 6,627,555, dentro de los que se
incluye a quienes trabajan, a desempleados, a quienes estudian y a las
personas con discapacidad.
Entre tanto, la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, aquellos que
trabajan o que no tienen empleo, pero que están tratando de conseguir un
trabajo, asciende a 3,364,687 personas a nivel nacional, de los cuales el 52
por ciento está desempleado o subempleado.
Siendo así, se estima que el total de desempleados serían más de un millón 700
mil hondureños/as,
en el que se incluye los subcontratados, es decir, que tienen un trabajo
informal y devengan menos
del salario mínimo.
Uno de los problemas que existe en Honduras es que aproximadamente solo el 5
por ciento de los
egresados de las diferentes universidades del país encuentra empleo, el resto
se diluye en distintas ocupaciones, una gran parte se enrola en la economía
informal.
Muchas personas, al no encontrar un trabajo estable, buscan insertarse en la
economía informal.
Esa falta de oportunidades laborales empuja a muchos jóvenes profesionales a
emigrar a otros
países, los más desposeídos arriesgan su vida en busca del “sueño americano”.
Los que tienen
mejores posibilidades se marchan a Europa, lo que se conoce como la fuga de
capital humano.
Impacto del desempleo en la niñez
Desde Unicef, han advertido de que "la tensión en los hogares está
incidiendo un aumento de la
violencia que sufren los niños" y del "coste de futuro de no
intervenir en infancia".
Los niños/as viven procesos de desahucio, de separación de padres que tienen
dificultades para
mantener dos hogares y ven recortada la atención especializada por la reducción
de los recursos en
el ámbito de la justicia.
Ha recordado que el desempleo afecta el doble en los hogares con niños, en
concreto, en las
familias con menores creció el 120 por ciento entre 2007 y 2010, solo en
España.
"Tenemos un problema de pobreza infantil muy intensa", subrayan.
Jóvenes
La juventud es el nuevo rostro que gana terreno en las cifras de desempleo.
Cerca de 250 millones de jóvenes sobreviven con menos de 1 dólar diario. 90
millones de jóvenes
están desempleados.
Colombia tiene una población de 11 millones de jóvenes. El 65% tiene menos de
25 años. El 40% son
jóvenes entre los 15 y los 25 años. Más de 3 millones de compatriotas
huyen de una muerte anunciada o real. 1.200.000 son desplazados y de ellos
800.000 son mujeres.
Más del 50% de los desempleados son jóvenes. Más de millón y medio no tienen
ocupación remunerada, en ese país.
“Todas las empresas piden tres años de experiencia, pero uno recién graduado no
puede cumplir con
ese requisito. En las entrevistas de empleo he escuchado la frase ‘nosotros la
llamamos’, pero la
llamada nunca llega”, es la historia repetida en miles y miles.
En la actualidad, casi la mitad (45%) de quienes buscan trabajo sin
buenos resultados, tienen de
15 a 24 años.
En España, los últimos datos de la Encuesta de Población Activa acaban de
anotar otro récord histórico: Más de 960.000 jóvenes entre 16 y 25 años están
en paro; 1,8 millones si se amplía el rango hasta los menores de 29. Traducido
sobre el total del colectivo, esto quiere decir que por cada cien que reúne las
condiciones para estar trabajando, 57,2 no lo están haciendo. El 42,8% restante
tampoco puede cantar victoria: en un gran número de casos los contratos son
temporales, en prácticas, muchos de ellos precarios o como ‘falsos autónomos'
VIH
Ninguna profesión debería excluir a personas con VIH ya que no existe
"ninguna justificación científica ni legal" al respecto, según las
conclusiones de uno de los informes presentados por la Federación Trabajando en
Positivo con motivo del 1º de mayo, Día Internacional del Trabajo, en el marco
de la campaña de sensibilización 'Eliminando Obstáculos, Construyendo Empleo',
de España.
El informe indica que sólo las personas diagnosticadas de sida pueden tener
limitada su capacidad laboral en función de la evolución de la enfermedad, la
gravedad de la misma y frecuencia de sus
manifestaciones clínicas en profesiones relacionadas con el Embarque Marítimo;
el Cuerpo Nacional
de Policía; las Fuerzas Armadas (Guardia Civil y Ejército) y el Cuerpo de
Ayudantes de
Instituciones Penitenciarias. No obstante, según los autores del documento, no
sería justificable que personas con VIH en fase asintomática fueran excluidas
del ejercicio de estas profesiones.
Otro de los informes aborda el riesgo de transmisión del VIH a través de
profesiones relacionadas con la manipulación de alimentos y denuncia "las
barreras" existentes para este colectivo "tanto para acceder como
para mantener un empleo en el sector de la hostelería y/o de la alimentación
cuando en la empresa se conoce su estado serológico", un hecho que se
justifica "en base a la creencia errónea y al miedo que representa que el
trabajador con VIH pueda transmitir la infección a los/as clientes al manipular
los alimentos".
La conclusión principal de este estudio es que el VIH "no es una
enfermedad transmisible a través de los alimentos, por lo que las profesiones
relacionadas con la manipulación de alimentos no suponen un riesgo para la
transmisión del VIH a terceros y, por ello, un trabajador con VIH no debería
tener ninguna restricción para desempeñar estas profesiones".
Al menos un 24 por ciento de las personas que viven con VIH en Argentina
sufrieron en algún momento discriminación laboral, informaron desde la
Fundación Huésped.
En este marco, desde la Fundación Huesped en ARgentina, se lanzó una campaña
para que las personas con VIH tengan "los mismos derechos laborales que el
resto" y para participar, se puede ingresar a la dirección
http://www.huesped.org.ar/diadeltrabajador .
Fundación Huésped es una organización argentina que, desde 1989, trabaja en la
lucha contra el
VIH/SIDA, no sólo como enfermedad biológica sino también como una importante
problemática social.
Su labor se basa en diferentes ejes como el acceso a la información, la
educación y la prevención y la conformación de una conciencia social
comprometida y solidaria.
Además, busca favorecer la investigación y la actualización de los
profesionales de la salud y mejorar los servicios sociales y de salud,
incluyendo la protección contra la discriminación.
La campaña por el Día del Trabajador no es la primera acción contra la
discriminación laboral: en
noviembre de 2009, Fundación Huésped en conjunto con ONUSIDA lanzaron la
iniciativa “Empresas
comprometidas en la respuesta al VIH/sida” que busca el compromiso de las
empresas en la respuesta
al VIH.
Fuentes: OIT y Agencias